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Historial del Club Polideportivo Mérida, S.A.D.

Escudo C.P. Mérida, S.A.D.

DATOS GENERALES:

  • Nombre completo: Club Polideportivo Mérida, S.A.D.
  • Ciudad: Mérida
  • Provincia: Badajoz
  • Comunidad Autónoma: Extremadura
  • Fecha de constitución: 1921
  • Fecha de federación: 24 de septiembre de 1924

 

CAMBIOS DE NOMBRE:

  • Emérita Foot-ball Club (1921-1929)
  • Club Deportivo Emérita (1929-1934)
  • Emérita Foot-ball Club (1934-1935)
  • Sociedad Deportiva Emeritense (1935-1966)
  • Mérida Industrial Club de Fútbol (1966-1985)
  • Mérida Club Polideportivo (1985-1992)
  • Club Polideportivo Mérida, S.A.D. (1992-2000)

 

TÍTULOS NACIONALES:

2 Ligas de Segunda División A:

  • 1994/95
  • 1996/97

3 Ligas de Tercera División:

  • 1956/57
  • 1979/80
  • 1988/89

 

ESTADIO:

  • Nombre: Estadio Romano
  • Año de inauguración: 1953 (remozado en 1995)
  • Cambios de nombre:
  • Estadio Municipal (1953-1997)
  • Estadio Romano José Fouto (1997-2000)
  • Estadio Romano (2000-)
  • Capacidad: 14.600 espectadores

estadio Romano

OTROS ESTADIOS:

  • Campo Municipal La Antigua (1921-1953)
  • Estadio Romano (1953-2000)

 

TRAYECTORIA EN LIGA:

ESCUDOS DEL CLUB POLIDEPORTIVO MÉRIDA, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

UNIFORMES DEL CLUB POLIDEPORTIVO MÉRIDA, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

ORÍGENES DEL FÚTBOL EN MÉRIDA:

La bimilenaria ciudad de Mérida, convertida desde hace escasas décadas en capital regional, fue una de las primeras localidades extremeñas en desarrollar el fútbol como actividad deportiva, una moda que estaba causando una gran sensación en los círculos más elitistas del país y que, desde los Campeonatos de Madrid iniciados en 1903, cada vez contaba con más seguidores. El primer club organizado en la ciudad surge a finales de 1912 cuando, presidido por Juan Casillas y con Francisco Baena como vicepresidente, se constituye el día 28 de diciembre la Sociedad Sportiva Emeritense. La entidad contará con un terreno de juego situado en la carretera de Madrid, el denominado Campo de La Antigua, vistiendo camisa blanca con pantalón negro, pero los avatares de la época y la falta de afición sumirán al club en una situación insostenible que provocará su pronta desaparición.

No será hasta finales de década cuando el fútbol vuelve a recuperarse, en esta ocasión gracias a la iniciativa privada y sobre todo a la militar, institución la cual con sus métodos y doctrina castrense empleará esta disciplina deportiva como vía idónea para mantener en forma a la tropa.

HISTORIA DEL CLUB:

1921 – 1930

En 1919 el Gobierno establece en esta plaza un destacamento militar, el denominado 2º Regimiento Pesado de Artillería – 1º a partir de 1926 -, cuyos soldados de reemplazo son mayoritariamente de origen catalán, aunque también los hay valencianos. Estos, con un arraigo futbolístico ya importante en su tierra desde hace años donde existen clubs que atraen a grandes masas de aficionados, practican iniciado 1920 este deporte con asiduidad en su nueva tierra de asilo surgiendo, dada la lengua que les identifica, el denominado Club Catalanes, embrión que se nutrirá de efectivos captados en el cuartel.

La amplia relación de destacados dirigentes militares con la sociedad civil local y la necesidad que tiene ésta en disponer de un club donde se practiquen varias disciplinas deportivas, fructifica a principios de 1921 con la constitución del Emérita Foot-ball Club, una entidad que practicará de forma destacada fútbol, pero que también abrazará actividades como la hípica -de gran seguimiento entre los militares-, y lawn-tennis, un deporte elitista igualmente. La peculiaridad de esta sociedad, presidida por el militar Juan Bohoyo e impulsada por el teniente Juan García Pina, es que tiene dos equipos de fútbol: una rama exclusivamente militar formada por soldados de reemplazo predominantemente de origen catalán, el denominado Emérita F.C. Militar o Los Catalanes y; una segunda rama formada por jugadores locales, el Emérita F.C., conjunto este que en muchas ocasiones emplea a soldados en sus filas para salir reforzado en contiendas con conjuntos de otras localidades vecinas.

Paralelamente a estos hechos y desde el punto de vista civil, la ciudad cuenta desde 1920 con otra sociedad, el España Foot-ball Club, entidad en la cual los hermanos Canónico son su alma mater y que rivalizan desde su origen con los distintos equipos del Emerita F.C. La mayor fortaleza de los militares provocará que estos no prosperen y acaben integrándose tras el verano de 1923 dentro de la estructura del Emérita F.C., mientras que en la localidad sobrevivirá otro club nacido en 1921, el Club M.Z.A., dependiente de la compañía ferroviaria Madrid-Zaragoza-Alicante que tiene intereses en la ciudad tras anexionarse la explotación de la línea Mérida-Sevilla y que en 1925 todavía se mantiene en activo.

A principios de los años veinte Extremadura es una de las pocas regiones que carece de federación de fútbol propia a pesar de contar con importantes clubs. Los enfrentamientos entre las diversas sociedades balompédicas de la región son abundantes, pero también frente a clubs andaluces, castellanos y algunos procedentes de la vecina Portugal, siendo el C.D. Cacereño pionero a la hora de ingresar en una federación, en este caso en concreto la Federación Regional Centro. Las largas distancias, las quejas de los clubs y el elevado coste propician que desde Don Benito nazca el 24 de septiembre de 1924 la Federación Regional Extremeña de Clubs de Foot-ball con sede en la localidad pacense, organismo que a partir de la fecha regirá los destinos del fútbol regional. La idea es auto-gestionarse y, tras un conveniente tiempo de preparación, organizan el primer campeonato oficial durante la campaña 25/26.

El Emérita F.C., la primera fuerza futbolística local, queda encuadrado en Primera Categoría, siendo cuarto clasificado de un total de cinco participantes. El conjunto emeritense, que viste camisa granate con pantalón negro, pasa las tres siguientes temporadas, 26/27, 27/28 y 28/29 en el Grupo B de Primera Categoría, ascendiendo al Grupo A en esta última y viendo desde lejos la supremacía regional de los clubs de Badajoz ciudad y Don Benito. El reestreno en la élite extremeña durante la temporada 29/30 lo efectúa con cambio de nombre y uniforme, pasando por decisión de sus socios a denominarse Club Deportivo Emérita vistiendo camisa blanca con pantalón negro.

1930 – 1940

Iniciados los años treinta el C.D. Emérita se convierte en una de las principales sociedades extremeñas. La cantera local empieza a dar frutos y la contratación de forasteros aporta lo que no se encuentra en casa. A finales de 1931 estalla el asunto del Club Recreativo de Huelva, expulsado de la Federación Regional Sur, negociando la Federación Española con la Extremeña una ampliación geográfica que posibilite la adhesión de la provincia de Huelva y sus clubs, concretándose tal acuerdo el 30 de octubre de 1932 con el cambio de nombre de la Extremeña a Federación Regional de Fútbol del Oeste. La refundada federación, la cual amplía su área de influencia y el números de clubs asociados, organiza dos sectores: uno extremeño y otro onubense, disputándose los vencedores respectivos de ambos el campeonato federativo, título que va a las vitrinas del Onuba F.C. en las tres campañas que permanece en activo esta federación -32/33, 33/34 y 34/35-.

El C.D. Emérita alcanza su cénit deportivo en la temporada 32/33 cuando se proclama Campeón de la Liga regular del sector extremeño, pero los grandes dispendios ocasionados para mantener tal plantilla -entre la cual se distinguen un buen número de forasteros-, al final le pasan factura y en la sesión 33/34, , sin dinero siquiera para poder desplazarse, se da de baja en la Federación Extremeña.

Pasado un año de recuperación y, dada por la afición al fútbol,el club reaparece en 1934 con el nombre de Emérita Foot-ball Club, compitiendo nuevamente en Primera Categoría durante la campaña 34/35 y recuperando la antigua camisa granate. En 1935 los clubs onubenses se reincorporan a la Federación Regional Sur tras apaciguarse la polémica que llevó al principal club de la capital onubense a provocar una escisión, recuperando la Federación Extremeña su antiguo nombre además de ámbito natural geográfico. No es el único cambio que se da y el Emérita F.C. adopta la denominación de Sociedad Deportiva Emeritense, permutando la camisa roja por una blanca bajo la directiva que preside Manuel Díaz Marta sin mayor novedad hasta que les sorprenda la Guerra Civil en 1936.

1940 – 1950

Concluida esta, en 1939 Baldomero Díaz de Entresoto reorganiza el club y gracias a su intervención la ciudad cuenta de nuevo con fútbol tras tres durísimos años en los cuales la población sufre demasiado y el deporte, salvo algunos encuentros llevados a cabo por equipos militares, es una tarea totalmente secundaria. Son tiempos de crisis, la posguerra es francamente terrible y la mayoría de los campos de juego aparecen bien semidestrozados, bien arruinados, siendo pocos los clubs extremeños que pueden competir en condiciones dignas. En 1942, a instancias de la FEF, se comunica a la Federación Regional Sur que acoja en su seno a los clubs extremeños interesados con el ánimo de prestarles alojamiento provisionalmente ofreciéndoles una competición en la que puedan hacer vida propia mientras se recupera el fútbol en la región. Con esta medida el resto de los clubs no reorganizados se encontrarán poco a poco en disposición de competir con un mínimo de garantías, al igual que aquellas localidades sin sociedad de fútbol tiempo tendrán para constituir al menos una.

Esta situación perdura hasta 1950, año en el que resurge la Federación Extremeña de Fútbol. Paralelamente a estos hechos, la S.D. Emeritense iniciados los años cuarenta empieza a incorporar nuevamente jugadores forasteros en sus filas y por fin materializa un viejo sueño cual es entrar en Categoría Nacional con ocasión del relanzamiento de la Tercera División que la FEF realiza durante 1943 en beneficio de los clubs modestos. En ella permanece cuatro temporadas consecutivas compitiendo frente a sociedades extremeñas, castellanas, andaluzas y manchegas, desde la edición 43/44 a la 46/47, con resultados deportivos muy negativos tras los cuales desciende a Primera Regional. Su presencia en esta categoría apenas dura un par de sesiones y al término de la 48/49 con Martín Durán en la presidencia asciende a Tercera División donde iniciará un fructífero periodo de casi dos décadas consecutivas en la división de bronce.

El reestreno durante la campaña 49/50 es duro al ser decimosexto, puesto que le obliga a jugar una Promoción de Permanencia en la que se salva por los pelos en los despachos del descenso gracias a la reimplantación de la Federación Extremeña donde encuentra hueco en cuanto había perdido su plaza deportivamente al ser cuarto.

1950 – 1960

Iniciada la década de los años cincuenta, la S.D. Emeritense es un club que va a más y que progresivamente va tomando protagonismo dentro de su grupo. De este modo durante las campañas 51/52 y 53/54 es ya cuarto clasificado, consiguiendo en la edición 54/55 ser subcampeón de Liga siendo presidente Eugenio Aragoneses. Este puesto le permite disputar la Promoción de Ascenso a Segunda División, siendo cuarto de un grupo de seis clubs en el que tan solo asciende el Campeón, Cádiz C.F.

Mérida vive durante los años cincuenta una gran pasión por el fútbol. En estos tiempos se inaugura el 23 de mayo de 1953 el flamante Estadio Municipal -más funcional y acorde a los tiempos que corren-, dejando el titular el uso del Campo de La Antigua y se constituyen nuevas sociedades, como el C.F. Imperio, nacido el 3 de mayo de 1955 -y que en la actualidad se denomina Imperio de Mérida Club Polideportivo-, el C.D. San José del F.J. que vestía camisa azulgrana con pantalón negro, el Atlético San José, el C.D. El Calvario, el C.D. Real Móvil ó el C.D. H.O.A.C., vinculado a Acción Católica.

En la temporada 56/57 con una gran plantilla y de nuevo Martín Durán Montero al frente de la entidad, la S.D. Emeritense se proclama Campeón por vez primera de Tercera División, un hito en el club, pasando a una Fase de Ascenso en la cual sucumbe ante la A.D. Plus Ultra de Madrid: 0-2 en casa y 1-1 en la capital. En lo que resta de década su nivel deportivo desciende un tanto y ya no se le presentarán más oportunidades de luchar por el ascenso, resultando decepcionante la sesión 58/59 en la que es undécimo. La década la cerrará en la sesión 59/60 con un aceptable cuarto puesto.

1960 – 1970

Los años sesenta empiezan con mal pie para los apodados romanos pues a la primera de cambio, temporada 60/61, pierden la categoría al ser decimoquintos en su grupo de Tercera División en el cual comparten destino con sociedades castellano-manchegas, madrileñas y extremeñas. El club en la campaña 61/62 resurge de sus cenizas y sin más complicaciones asciende rápidamente a Tercera División en lo que se puede considerar un accidente deportivo. Durante esta década el club extremeño irá cambiando de grupos, sobre todo en el último tercio, debido fundamentalmente a las constantes reformas y reestructuraciones que padece la categoría, haciendo que tan pronto compita con clubs extremeños como con castellanos, andaluces, norteafricanos o castellano-manchegos.

A pesar de todo ello se muestra bastante fuerte y aunque nunca dispone de opciones reales de ascenso, sin duda se caracteriza por su aguante en tan difícil división y por su instinto de supervivencia. Dentro de los hechos sociales, destaca el cambio de nombre que sufre la entidad el 23 de abril de 1966, fecha en la cual bajo la presidencia de Paco Álvarez Benito cambia a Mérida Industrial Club de Fútbol gracias a la fuerte inversión que recibe la sociedad de parte del entramado industrial local.

Como ya sucediera en la década anterior, en los sesenta Mérida sigue aportando numerosos clubs de corta trayectoria, quedando en la memoria entidades como: el C.D. Balompédica Aragón, el C.D. Betis Emeritense, el C.F. Productores, el C.F. Radio, la Ag.D. Renfe ó el C.D. Ximen entre otros.

1970 – 1980

El inicio de los años setenta es desesperanzador dado que en su primera cita, temporada 70/71, queda decimoséptimo y ha de descender a Primera Categoría Regional. La Tercera División en esa época presenta un nivel bastante potente y para poder ingresar en ella ha de ser Campeón de Regional Preferente -categoría intermedia implantada la sesión 73/74- o a lo sumo superar la Promoción de Ascenso si se es segundo clasificado. Entre unas cosas y otras el conjunto blanquinegro pasa cinco largas campañas en Regional Preferente alejado de la Categoría Nacional. Tan solo una oportunidad tiene a lo largo de este quinquenio y la desperdicia en la temporada 71/72 cuando tras ser subcampeón en Liga cae en la Promoción como aspirante ante el Club Lemos: 2-0 en la localidad lucense de Monforte de Lemos y 1-2 en el Municipal emeritense. El cierre a este periodo con más sombras que luces llega al término de la campaña 75/76 en la que se proclama Campeón de Preferente, ascendiendo directamente a Tercera División.

Durante su reestreno en la temporada 76/77 no hace una buena competición y queda decimosexto, sin embargo este puesto que debería haber dado lugar a disputar la Promoción de Permanencia para defender su plaza, al final no se ejecuta pues la ampliación en número de grupos y clubs que experimenta la Tercera División hace que siga en la categoría sin promoción mediante. Como sucediera en el último tramo de la década anterior, el Mérida Industrial C.F. participa en grupos que van variando en su aspecto geográfico, alcanzando sorpresivamente el Campeonato en la sesión 79/80 tras veintidós victorias, catorce empates y tan solo cuatro derrotas. Este inesperado y no por ello inmerecido puesto le proporciona el ascenso a Segunda División B de forma inmediata, todo ello bajo la presidencia de un joven de veintiséis años llamado José Fouto Carvajal, pieza clave para el futuro del conjunto romano.

1980 – 1990

Durante la temporada 80/81 estrenan década y categoría, siendo breve su estancia en Segunda División B tras una mala campaña en la que finalizan decimoctavos, con diez victorias y nueve empates, a tan solo tres puntos de la permanencia. Tras el descenso no cesan en su empeño de volver a la categoría recién abandonada y configuran plantillas con esta pretensión. En la edición 81/82 son subcampeones de Liga empatados a puntos con el C.P. Cacereño, cayendo en la Promoción de Ascenso ante la A.D. Parla: 1-0 en la localidad madrileña y 0-0 en casa. En el verano de 1985 la entidad cambia nuevamente de nombre y pasa a ser conocida como Mérida Club Polideportivo.

En el aspecto deportivo tiene un pequeño resbalón clasificatorio en la temporada 86/87, recuperándose de inmediato en la siguiente 87/88 al ser subcampeón tras un intenso duelo en el que finaliza el Campeonato igualado en todo con el C.D. Don Benito. Esta igualdad precisa de un encuentro de desempate con el que dilucidar el título de Campeón y ascensor a Segunda División B. Dicho encuentro se disputa en Cáceres y es ganado por los rojiblancos por 1-2 ante la enorme desilusión de los aficionados romanos. Afortunadamente en la siguiente campaña, 88/89, se proclaman Campeones y ascienden directamente a la categoría de bronce. Para este importante paso deportivo el conjunto pecholata se refuerza convenientemente y tras adquirir buenos mimbres realiza un buen torneo 89/90 en el que finaliza octavo en la temporada de su debut.

1990 – 2000

Pero si algo distingue a su presidente, José Fouto, es el ánimo de mejorar y en la temporada 90/91 tiene una inmejorable ocasión con motivo de la reorganización del sistema competitivo, sistema que concede la oportunidad de ascender a los cuatro primeros clasificados. Tras ser cuarto clasificado en Liga, el Mérida C.P. aprovecha la ocasión que le presenta la Promoción de Ascenso y consigue comandar su grupo eliminando a Barcelona Atlético, Club Atlético Osasuna Promesas y C.D. Lugo, liderato que le da un histórico ascenso a la categoría de plata.

La temporada 91/92 es la del debut en Segunda División A. Con un equipo reforzado en todas sus líneas es capaz de finalizar séptimo y aguantar la primera acometida. En 1992 emprende el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva, culminado satisfactoriamente con un capital social de 87 millones de pesetas el dia 1 de julio con cambio de nombre incluido, Club Polideportivo Mérida, S.A.D. y que deportivamente se salda con el noveno puesto, repitiendo en la campaña 93/94. En el Campeonato de España llegan a Octavos de Final tras eliminar a: U.E. Rubí, A.D. Rayo Vallecano y S.D. Eibar, siendo eliminados por el Real Betis Balompié: derrota por 3-1 en la ida y empate 1-1 en Mérida. La sesión 94/95 es una de las más recordadas de su historia pues es en la que consigue el primer ascenso a Primera División. El conjunto pecholata con veintitrés victorias, diez empates y tan solo cinco derrotas fundamentadas en su gran defensa alcanza el liderato ante la sorpresa de muchos y alcanza el merecido alirón con bastante holgura respecto a sus perseguidores.

Para poder afrontar el reto de militar en la categoría de élite del fútbol nacional, se decide aumentar la capacidad y acondicionar el Estadio Municipal, inyectando la Junta de Extremadura una fuerte cantidad económica con la cual se levantan las gradas de los dos fondos y se mejoran las gradas existentes duplicando el aforo y variando por completo la fisonomía. El C.P. Mérida es el segundo conjunto extremeño en participar en Primera División y durante su debut de la campaña 95/96 lamentablemente no consigue salvar la categoría pues es vigésimo primero con diez victorias y doce empates, a cuatro puntos de la permanencia. Entre la plantilla destacan jugadores como: Leal, Monparlet, Monreal, Luis Sierra, Correa, Reyes, Urbano, Prieto, Quique Martín y Sinval.

Lejos de amilanarse, la campaña 96/97 en Segunda División A significa un nuevo ascenso. El conjunto pecholata hace vibrar nuevamente a su afición y tras conseguir veintiuna victorias y nueve empates se proclama Campeón de la mano del técnico Jorge D’Alessandro. Es un nuevo éxito para José Fouto y de inmediato se emprende el fichaje de jugadores de prestigio como “Mono” Montoya, Pablo Alfaro, De los Santos, Ruano, Pirri, Juan Sabas, Biagini y Gabrich.

Su segunda estancia en Primera División, temporada 97/98, resulta deportivamente igual de amarga que la anterior, pues el objetivo de la permanencia se escapa por muy poco, cuatro puntos, quedando la Promoción de Permanencia a tan solo uno. Decimonoveno en Liga con nueve victorias y doce empates, su escaso bagaje de puntos le condena al descenso de categoría. En el Campeonato de España en la edición de 1998 alcanzan por primera vez los Cuartos de Final tras superar a: C.D. Badajoz, C.F. Lorca Deportiva y Real Valladolid C.F., siendo eliminados por el F.C. Barcelona: derrota por 2-0 en el Camp Nou y de nuevo caen por 0-3 en Mérida. El retorno a Segunda División significa la pérdida de gran parte de su masa social que solía acudir al estadio y ya en la temporada 98/99 los grandes problemas económicos empiezan a surgir.

El paso por la división de honor ha costado un precio excesivo para las arcas del club, invirtiéndose grandes sumas de dinero en jugadores que no han logrado mantener la categoría y que han requerido mucho esfuerzo por parte de todos. Las deudas empiezan a dispararse y se buscan créditos para sufragarlas, abriéndose una etapa en la cual la continuidad de la institución plantea muchas dudas respecto al futuro más inmediato. Deportivamente se finaliza décimo en Liga, mejorando en la campaña 99/00 en la que es sexto quedando a tan sólo tres puntos del ascenso a Primera División. En el Campeonato de España, edición de 2000, llegan a Cuartos de Final tras superar a: Talavera C.F., Real Betis Balompié y Real Oviedo, siendo eliminados por el Real Madrid C.F.: derrota por 1-0 en el Santiago Bernabeu y victoria insuficiente por 2-1 en Mérida. Todo un espejismo. Paradójicamente esta es su última temporada en vida.

El 31 de julio de 2000, el club es descendido administrativamente a Segunda División B al no poder hacer frente a una deuda con su plantilla de 180 millones de pesetas, la punta de iceberg de una deuda acumulada que se aproxima a los dos mil millones de pesetas. Ni ayuntamiento ni entidades privadas quieren asumir el pago de tal cantidad, con lo cual el C.P. Mérida, SAD tiene las horas contadas y cesa su actividad el 1 de septiembre. Años después, varios de sus dirigentes mantienen serios litigios legales con la justicia.

Tan tremenda noticia causa un gran desasosiego en el aficionado quien se ve desprovisto de su club de siempre, pero el fútbol emeritense no concluye aquí puesto que la directiva pecholata, viendo lo que podía y al final acabó pasando, decide previamente a su desaparición desvincular el 31 de agosto a su club filial para evitar que su óbito lo arrastre también.

El sustituto natural del C.P. Mérida SAD es el Mérida Promesas U.D., una sociedad constituida en junio de 1989 como Unión Deportiva Augusta Emérita fruto de la fusión realizada entre dos entidades nacidas pocos años antes, el C.F. Los Milagros -de 1978-, y el Santa Eulalia de Mérida C.F. -constituido en 1982 como Club AA.VV. Santa Eulalia-. En 1990, la imperiosa necesidad del por entonces Mérida C.P. a la hora de contar con un filial en el cual poder foguear a jóvenes promesas que sirvieran en un corto espacio de tiempo para su primera plantilla, había llevado a dicho club a firmar un convenio de filiación por el cual adoptó el nuevo nombre de Mérida Promesas U.D., ascendiendo rápidamente hasta la Tercera División recién concluida la temporada 90/91, asumiendo el reto de continuar con la tradición futbolística en la ciudad. Una vez independizado, en el año 2001 cambia de nombre y pasa a ser Unión Deportiva Mérida. Los cambios de denominación parecen seguirle y desde el año 2005 es conocido como Mérida Unión Deportiva.

Copyright Texto historiales LaFutbolteca.com

BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:

  • Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
  • Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
  • Historia del C.P. Mérida S.A.D.: 1912-1997. Ángel Soriano Plaza. Editorial C.P. Mérida S.A.D. (1997).
  • Historia y estadística del fútbol español. Vicente Martínez Calatrava. Fundación Zerumuga (2002).
  • Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
  • Anuarios de la RFEF.
  • www.elmundodeportivo.es/hemeroteca Diario deportivo.
  • www.marca.com Diario deportivo.
  • www.elperiodicoextremadura.com Diario
  • www.hoy.es Diario

 

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Historial del Las Palmas Atlético

 

Escudo Las Palmas Atlético

DATOS GENERALES:

 

CAMBIOS DE NOMBRE:

  • Unión Athletic Foot-ball Club (1930-1941)
  • Unión Atlético Club de Fútbol (1941-1959)
  • Unión Deportiva Las Palmas Aficionados (1959-1977)
  • Las Palmas Atlético (1977-1991)
  • Unión Deportiva Las Palmas “B” (1991-1992)
  • Unión Deportiva Las Palmas, S.A.D. “B” (1992-2008)
  • Las Palmas Atlético (2008-)

 

TÍTULOS NACIONALES:

9 Ligas de Tercera División:

  • 1978/79
  • 1982/83
  • 1989/90
  • 1991/92
  • 1998/99
  • 1999/00
  • 2006/07
  • 2012/13
  • 2016/17

1 Copa RFEF:

  • 1995

 

ESTADIO:

Campo anexo de Siete Palmas

  • Nombre: Campo de fútbol anexo al Estadio de Gran Canaria
  • Año de inauguración: 2010
  • Cambios de nombre:
  • Campo anexo al Estadio de Gran Canaria (2010-)
  • Capacidad: 500 espectadores

OTROS ESTADIOS:

  • Campo España (1930-1937)
  • Estadio Pepe Gonçalvez (1937-1954)
  • Estadio Insular (1954-2003)
  • Estadio Gran Canaria (2003-2010)
  • Campo de Fútbol Pepe Gonçalves (2008-2009)
  • Anexo a Estadio de Gran Canaria (2010-)

 

TRAYECTORIA EN LIGA:

clasificaciones finales Las Palmas Atletico

ESCUDOS DEL LAS PALMAS ATLÉTICO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

UNIFORMES DEL LAS PALMAS ATLÉTICO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

ORÍGENES DEL FÚTBOL EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA:

A mediados del s. XIX ya existen indicios de que en la isla de Gran Canaria se practican diversos “juegos de pelota” por  jóvenes estudiantes de la colonia inglesa asentada en la isla que regresaban de sus estudios en Inglaterra. El primer campo utilizado por estos fue el denominado Campo de las Rehoyas. Ya en febrero de 1894 se tiene noticia de lo que podríamos llamar el primer club dedicado al fútbol como tal, donde la prensa local se hace eco de un encuentro disputado entre el Grand Canary F.C. y una Escuadra Inglesa. También se tiene noticias del equipo denominado Las Palmas F.C. del Puerto de La Luz. Estas primeras formaciones estaban compuestas íntegramente por jóvenes ingleses que residían en la isla y disputaban encuentros frente a las copiosas tripulaciones de buques de guerra que estaban de paso.

En la primera década de s. XX comienzan a surgir los primeros clubs creados por jóvenes locales canarios. Así pues, hacia el año 1904 surgen los primeros equipos autóctonos en la isla de Gran Canaria, siendo uno de los primeros clubs en fundarse el Club Gimnástico, el cual disputaba sus encuentros en Santa Catalina, en unos terrenos llamados Teso del Porteño que después ocupó la Compañía Escandinava de Canarias; y el Club Canario, creado por los hermanos Vayo y que con posterioridad devendría en Sporting Club Las Palmas, para la práctica de otros deportes. A estos le siguieron otros conjuntos como el de Los Veintidós, el Pipiolo, el Tristany ó el Unión Central del Puerto, entre tantos otros.

En los inicios también fueron utilizados como terreno de juego para la práctica del fútbol unos arenales a los que denominaban Campo de los Ingleses. En el año 1905 tiene lugar la fundación de uno de los históricos del fútbol canario: el Marino Foot-ball Club. Después de unos años desde la implantación del fútbol, este deporte sufre una crisis en beneficio del béisbol en 1907 en la que desaparecen muchos de los equipos que se habían formado. Con la llegada a la isla en 1908 de José Gonçálvez García, junto con Eliseo Ojeda y otros jóvenes devotos de este deporte se vuelve a fomentar su práctica. Poco después, a finales de la década se fundan equipos importantes como: el Artesano F.C. en 1909, el Sporting Club Victoria ó el C.D. Porteño en 1910.

Los dos clubs históricos, tanto Marino F.C. como Sporting Club Victoria, serán cantera continua e inagotable de jóvenes talentos hasta la creación de la Unión Deportiva. En 1911 aparece el Santa Catalina F.C. en el mismo barrio que le da nombre, mientras en junio de 1914 el Tristany pasa a denominarse Club Deportivo Gran Canaria, surgiendo en 1921 el C.D. Sanata Catalina que en 1926 cambia a Athletic Club.

El 13 de septiembre de 1926 quedaba constituída la Federación Canaria de Clubs de Foot-ball, la cual fue aceptada por la RFEF en la Asamblea Nacional celebrada en junio gracias a D. José Rivas. La ciudad era ya en esta década un caldo de cultivo de innumerables clubs que poco a poco fueron sumándose a los dos históricos: el Argentino F.C., el Héspérides F.C., la Unión Marina F.C., el Sporting Club San José, club este fundado el 8 de diciembre 1913 y en la actualidad Real desde 1988, la  Sociedad Gimnástica, el C.D. Español, la U.D. Santa Catalina, el Acevedo  F.C., el Ferreras F.C., la Sociedad Balompédica, el Peñarol F.C., el Rehoyano F.C., el C.D. Estrella, el Luz y Progreso F.C., el Apolinario F.C., el C.D. Águila, el Canalejas C.F., el Levante F.C., el Racing Club, el Sporting X F.C., etc.

HISTORIA COMO CLUB:

1930 – 1940

En 1930 y desde el popular barrio del Puerto de La Luz nace el Unión Athletic F.C., conjunto que juega en el popular Campo España, viste camisa rojiblanca con pantalón azul y que inscrito en la por entonces Federación Canaria empieza a competir en Tercera Categoría estrenándose en la temporada 30/31 con un quinto puesto. En 1931 la Federación Canaria se escinde en dos surgiendo la Federación Tinerfeña y la Federación de Las Palmas, pasando los rojiblancos a quedar adscritos a esta última donde seguirán compitiendo en un grupo formado completamente por clubs de la capital canaria hasta la temporada 35/36 en Tercera Categoría. En la campaña 35/36 se proclaman campeones y cuando iba a producirse su ascenso a Segunda Categoría estalla la Guerra Civil.

1940 – 1950

Tras el paso del conflicto el club se reconstituye rápidamente y de nuevo emprende su trayectoria deportiva en Tercera Categoría, cambiando de nombre en 1941 a Unión Atlético C.F. debido a la nueva norma que obliga a eliminar los extranjerismos y empleando como terreno de juego el Estadio Pepe Gonçalvez, inaugurado en 1937. Mediados los años cuarenta consigue ascender a Segunda Categoría, compartiendo nuevamente grupo con clubs de Las Palmas.

Iniciados los años cincuenta el Unión Atlético C.F. que se encuentra en Segunda Regional, se convierte en filial del C.D. Porteño, una de las sociedades más importantes del Puerto de La Luz con quien comparte barrio. Esta colaboración apenas dura unos años hasta que de nuevo el conjunto rojiblanco adquiere autonomía e inicia su camino en solitario, aunque no por mucho tiempo puesto que la U.D. Las Palmas, la principal entidad de la isla, fundada en 1949 y quien se está consolidando como un pujante club en el panorama futbolístico español, empieza a precisar de un filial en el cual forjar nuevos valores que refuercen el día de mañana al primer equipo.

1950 – 1960

Este cruce de caminos es consensuado entre Carmelo Campos, principal captador de futbolistas para el conjunto amarillo y Luís Navarro Carló, su presidente, quienes deciden que el club porteño bien puede ser el candidato ideal para desempeñar tal función, fructificando el acuerdo en 1954 cuando se adquieren los derechos federativos a Bonifacio Vega, presidente rojiblanco. Desde esta fecha el Unión Atlético C.F. pasa a ser el filial amarillo o lo que es lo mismo, el segundo equipo de la Unión, conservando su nombre y empezando a dar sus primeros frutos con la aparición de Felo, Costa, Betancort, Pantaleón II ó Julián mientras emplea el Estadio Insular como terreno de juego. El 25 de febrero de 1959 el equipo abandona su tradicional uniforme rojiblanco y adquiere los colores de la Unión, adoptando su nombre y pasando a ser conocido como U.D. Las Palmas Aficionados en consonancia con un ascenso deportivo que le lleva a militar en Primera Regional.

Carmelo Campos, además de entrenador del filial unionista, se convierte en verdadero alma Mater del equipo de aficionados y durante los años sesenta verá pasar por sus manos a gran cantidad de jugadores que llegarán al primer equipo y se convertirán en piezas muy codiciadas caso de Castellano, Lolín, Oscar, Rafael, Martín, Aparicio, Alberto, Espino, Currucale, etc. Bajo el punto de vista deportivo el filial unionista se encontrará en Primera Regional durante toda la década sin lograr alcanzar cotas más altas, aunque su gran utilidad queda de manifiesto observando la fecundidad de la cantera y la gran aportación que realiza a la hora de aportar jugadores a la primera plantilla.

1960 – 1970

Iniciados los años setenta, el fútbol canario todavía se mantiene lejos de su plena integración en el fútbol nacional, reservado a los clubs peninsulares, baleares y norteafricanos por su proximidad geográfica. Pese a que los clubs insulares ofrecen un nivel competitivo muy digno, su lejanía respecto a la península y la carestía de los desplazamientos resultan determinantes para que la RFEF se abstenga a facilitar que compitan a nivel nacional, un derecho que solo queda reservado a la U.D. Las Palmas y C.D. Tenerife por su gran potencial a todos los niveles. Así pues el fútbol aficionado canario continua limitado a su radio de acción entre las siete islas, siendo la Primera Regional la más alta categoría existente hasta que por fin, en 1977 y debido a la reclamación de las Federaciones Tinerfeña y de Las Palmas, se les contempla en la ampliación de clubs que va a sufrir la Tercera División en vistas a la temporada 77/78.

Finalizado el campeonato 76/77 la U.D. Las Palmas Aficionados accede a una remozada Tercera División donde cohabita con sociedades canarias, castellanas, madrileñas y castellano-manchegas, adoptando desde julio de 1977 el nombre de Las Palmas Atlético y consiguiendo alcanzar un meritorio quinto puesto en la Liga 77/78. En la temporada 78/79 y ante la sorpresa de muchos, realiza un extraordinario torneo y con grandes jugadores en su plantilla como Marrero, Faustino, Gerardo, Farías, Felo, Manolo o Saavedra se proclama Campeón del Grupo IV, consiguiendo ascender directamente a Segunda División B. Su estreno en la categoría de bronce se produce en la campaña 79/80, acabando noveno y poniendo al fútbol canario por fin en la cúspide nacional, hasta la fecha marginado.

1980 – 1990

La década de los años ochenta observará el ascenso de los clubs canarios a las categorías nacionales y su normalización dentro de las competiciones, un status que sin embargo el filial amarillo no terminará de aprovechar. En la campaña 80/81 es duodécimo y en la siguiente edición 81/82, tras una pésima campaña, es último clasificado y colista retornando a Tercera División. En la temporada 82/83 se proclama Campeón del grupo insular con gran ventaja, pero en la Fase de Ascenso es eliminado en primera ronda por el Zamora C.F. tras empate 0-0 en la ida y 3-3 en el Insular, cayendo desde la tanda de penaltis ante la desesperación de sus seguidores. En las dos sesiones siguientes pierde potencial deportivo y no consigue acabar entre los dos primeros, teniendo que esperar a la campaña 85/86 para volver a disputar una Promoción después de ser segundo en Liga  tras el C.D. Maspalomas.

En esta fase no tiene excesiva suerte y es eliminado por el C.D. Badajoz, perdiendo en casa por 0-2 y ganando en la capital pacense por un insuficiente 0-1. La sesión 84/85 es subcampeón de la Copa de la Liga de Tercera División al caer derrotado en la Final frente al U.B. Conquense: 2-0 en la ida y derrota por 4-1 en la vuelta celebrada en la ciudad manchega. En la campaña 86/87 repite subcampeonato, igualmente tras el C.D. Maspalomas, pero con la notable diferencia de ascender directamente a Segunda División B al ser poseedor de una de las tres plazas que adjudica la RFEF al grupo canario ante la reestructuración de la categoría por ampliación de clubs y grupos.

El retorno a Segunda División B en la temporada 87/88 no es excesivamente afortunado y después de disputar un campeonato mediocre acaba descendiendo a Tercera División tras conseguir diez victorias y perder el gol-average con la U.P. Plasencia. De nuevo en el cuarto nivel nacional, la sesión 88/89 le resulta amarga pues acaba segundo a dos puntos de la U.D. Salud quien asciende directamente a Segunda División B tras protagonizar un vibrante duelo. En la edición 89/90 supera completamente el contratiempo del torneo anterior al ser Campeón absoluto con bastante holgura y ascender a la categoría de bronce por la vía rápida.

HISTORIA COMO EQUIPO DEPENDIENTE:

1990 – 2000

El cambio de década lo contempla inicialmente en la categoría de bronce, pero sin embargo, como ocurriese en la etapa anterior, su paso acaba siendo fugaz, terminando vigésimo y último tras ganar tan solo seis encuentros en una campaña desastrosa para el club gualdiazul. En la campaña 91/92 es Campeón otra vez perdiendo solo seis encuentros y marcando la importante cantidad de ochenta y seis goles. En la Promoción del grupo canario es último de forma sorpresiva, siendo superado por C.D. Mensajero, U.D. Orotava y U.D. Gáldar. En 1990 la RFEF modifica su Reglamento General incluyendo la nueva Ley del Deporte 10/1990. Esta Ley que, entre otras cosas, obliga a los clubs profesionales a transformarse en SAD, provoca que los clubs hasta entonces filiales relacionados con estos se extingan y sean asimilados por los clubs profesionales quedando integrados en su estructura. La sociedad Las Palmas Atlético se disuelve en el verano de 1991 y desaparece como club, pasando a ser equipo dependiente y adoptando el nombre de Unión Deportiva Las Palmas “B”, respetándose la plaza y categoría disfrutadas hasta el momento del cambio.

La temporada 92/93 la empieza como Unión Deportiva Las Palmas S.A.D. “B” después de finalizar la conversión empresarial del club en Sociedad Anónima Deportiva, transcurriendo deportivamente sin éxito al quedarse con la miel en los labios junto a las puertas de la Promoción, siendo en la siguiente edición 93/94 cuando si consigue entrar al finalizar tercero en Liga. En la Fase de Ascenso es igualmente tercero superado por C.D. Corralejo y S.D. Tenisca, mientras última es la U.D. Orotava. La sesión 94/95 contará entre sus filas con los internacionales Juan Carlos Valerón y Manuel Pablo, logrando proclamarse Campeón de la Copa RFEF tras superar al C.F. Balaguer: ganando 1-0 en la ida y de nuevo venciendo 1-3 en tierras leridanas. El deseado y ansiado ascenso al tercer nivel se hace de rogar mientras ha de esperar a la temporada 95/96 para entrar en otra Promoción, esta vez tras ser cuarto en Liga. En ella cosecha un nuevo fracaso al ser segundo superado por la U.D. Realejos, quedando detrás U.D. La Pared y C.D. Corralejo.

La trayectoria del club canario en esta década parece indicar que una temporada promociona y en la siguiente no. En la temporada 97/98 sí toca y al finalizar la misma queda tercero. Cuando todo le era favorable pincha nuevamente y es la Universidad de L.P.G.C. C.F. quien asciende, quedando el filial segundo, mientras los otros dos contendientes son C.D. Corralejo y U.D. Lanzarote. En la temporada 98/99 es Campeón por quinta vez en su historia, pero por quinta vez en sus recientes tentativas no consigue ascender pues es último en la Promoción precedido por U.D. Lanzarote, U.D. Telde y U.D. Orotava. La década de los años noventa la cierra con un nuevo campeonato, el sexto, pero una vez más sin premio, pues es ahora tercero en la Liguilla superado por U.D. Vecindario y Castillo C.F. siendo colista la U.D. Orotava. Por sus filas pasaran jugadores de la talla de Guayre Betancor, Carmelo González o Rubén Castro.

2000 – 2010

El nuevo siglo empieza siendo tercero en Liga y repitiendo en la Promoción, superado por U.D. Lanzarote y S.D. Tenisca mientras último clasificado es el C.D. San Isidro. En la campaña 01/02 realiza una nefasta temporada y es decimotercero, coincidiendo con una gran crisis en el seno de la U.D. Las Palmas que hace temer su futuro y siembra muchas dudas entre los aficionados. En la sesión 02/03 mejora con la llegada de nuevos jugadores y finaliza cuarto, siendo segundo en la Promoción tras la U.D. Vecindario. Los otros contendientes serán Castillo C.F. y C.D. Tenerife “B”. En las dos temporadas siguientes, 03/04 y 04/05, el nivel deportivo del filial desciende progresivamente hasta culminar en el decimotercero puesto de la 05/06 que contempla un equipo dependiente desconocido respecto a lo que había sido antaño.

En la sesión 06/07 rectifica su planteamiento y tras adquirir un buen número de jóvenes jugadores acaba siendo Campeón del grupo canario de Tercera División. En la Fase de Ascenso, ahora con eliminatoria frente clubs peninsulares, se enfrenta en semifinales al C.D. Tudelano, empatando 2-2 en la ida y ganando 1-0 en casa. En la Final pierde en la ida 2-1 frente al C.D. Guadalajara, pero en casa solo es capaz de empatar 1-1, esfumándose el ascenso. Pese al ascenso de algunos jugadores a la primera plantilla, el dependiente amarillo consigue ser subcampeón en la sesión 07/08 a un solo punto del Atlético Granadilla, imponiéndose en la semifinal de la Promoción al C.F. La Nucía: 1-1 en la localidad alicantina y 2-1 en casa; y al C.D. Ciempozuelos en la Final: 0-0 en casa y victoria a domicilio en la localidad madrileña por 2-3, resultado tras el cual consigue regresar años después a Segunda División B.

Tras el merecido ascenso la directiva del club decide cambiar en julio de 2008 la denominación del primer equipo dependiente y se rescata el de Las Palmas Atlético en memoria de aquellos jugadores que pasaron por la cantera y cosecharon tantos éxitos. Pese a contar con buenos futbolistas, la temporada 08/09 en el tercer nivel no es muy halagüeña y el equipo, que juega ahora sus partidos en el Campo Pepe Gonçalves, termina decimosexto teniendo que defender su plaza en una Promoción por la Permanencia que le enfrenta al Real Sporting de Gijón “B” al cual no supera tras empatar 0-0 en casa y caer derrotado ampliamente por 4-0 en la localidad asturiana. De nuevo en Tercera División se traza la meta del ascenso, quedando subcampeón en la edición 09/10 a cinco puntos del líder C.D. Corralejo. Ya en Promoción supera en la Primera Eliminatoria a la U.D. Marinaleda: 1-2 en la localidad sevillana y 2-0 en casa; haciendo lo mismo con el Club Marino de Luanco en semifinales: 1-3 en la localidad asturiana y 3-2 en casa, cayendo en la Final ante el Peña Sport F.C. quien le supera al empatar 1-1 en la ida y 2-1 en la localidad navarra de Tafalla. El 21 de septiembre de 2010 se inauguran los campos de fútbol anexos al Estadio de Gran Canaria, situados en la zona de Siete Palmas.

2010 – 2020

El cambio de década trae un nuevo intento frustrado por ascender, ahora tras ser subcampeón de Liga superado por la U.D. Lanzarote. Este puesto le permite promocionar, pasando la Primera Eliminatoria ante el C.D. Tuilla: 0-2 en la localidad asturiana y 2-0 en casa; cayendo en la siguiente eliminatoria ante el Sestao River Club: 1-0 en la localidad vizcaína y 3-2 en casa.

Copyright Texto historiales LaFutbolteca.com

BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:

  • Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
  • Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
  • Segunda División B “Historia de los clubs que nunca la sobrepasaron”. Vicent Masià Pous (2010).
  • Anuarios de la RFEF.
  • www.marca.com Diario deportivo.
  • www.laprovincia.es Diario.
  • www.canarias7.es Diario.
  • www.historiadelfutbolcanario.com Web de Javier Domínguez García.
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