Historial del Terrassa Futbol Club, S.A.D.
DATOS GENERALES:
- Nombre completo: Terrassa Futbol Club, S.A.D.
- Ciudad: Tarrasa / Terrassa
- Provincia: Barcelona
- Comunidad Autónoma: Cataluña / Catalunya
- Fecha de constitución: 1906
- Fecha de federación: 1912
CAMBIOS DE NOMBRE:
- Young’s Club (1906-1911)
- Tarrasa Foot-ball Club (1911-1941)
- Club Deportivo Tarrasa (1941-1971)
- Club de Fútbol Tarrasa (1971-1975)
- Tarrasa Club de Fútbol (1975-1979)
- Terrassa Futbol Club (1979-1998)
- Terrassa Futbol Club, S.A.D. (1998-2009)
TÍTULOS NACIONALES:
4 Ligas de Tercera División:
- 1953/54
- 1961/62
- 1969/70
- 1974/75
ESTADIO:
- Nombre: Estadi Olímpic Municipal de Futbol
- Año de inauguración: 21 de agosto de 1960
- Cambios de nombre:
- Estadio Municipal de Deportes (1960-1992)
- Estadi Olímpic Municipal de Futbol (1992-2009)
- Capacidad: 11.500 espectadores
OTROS ESTADIOS:
- Campo de Torrella (1906-1910)
- Campo del Canonget / Campo de En Belil (1910-1913)
- Campo de la Calle Pi i Margall / Campo del Obispo Irurita (1913-1960)
- Estadio Municipal de Deportes / Estadi Olímpic Municipal de Futbol (1960-2009)
TRAYECTORIA EN LIGA:
ESCUDOS DEL TERRASSA FUTBOL CLUB, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
UNIFORMES DEL TERRASSA FUTBOL CLUB, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
ORÍGENES DEL FÚTBOL EN TERRASSA:
El municipio y localidad de Terrassa, distante a veinte kilómetros de la capital provincial, Barcelona, fundada por los íberos como Égosa y denominada por los romanos siglos después Égara, es un importante centro fabril, muy bien comunicado y con sede diocesal que cuenta con algo más de doscientos veinte mil vecinos primando en su economía el sector secundario y terciario, además de ofrecer una nutrida oferta cultural y para el ocio. Sede de varias escuelas universitarias, su gran actividad industrial ha sido tradicionalmente un gran atractivo para miles de migrantes catalanes y del resto del país habiendo captado en las últimas décadas un gran contingente de extranjeros en número próximo a treinta mil.
La ciudad de Terrassa, tan industrial y emprendedora, fue testigo a principios de siglo XX de la lenta pero infrenable implementación del fútbol en el país. Muy cercana a la casi vecina ciudad de Barcelona, pronto se vio influenciada por un deporte que empezaba a levantar pasiones entre jóvenes y no tan jóvenes de la capital catalana, adoptándose en sus propias calles dicha práctica con la adquisición por parte de los más pudientes de los primeros balones. En cuanto a la primera referencia documentada de la práctica del fútbol, esta se remonta al 22 de marzo de 1902, fecha en la cual protagonizado por un nutrido grupo de alumnos pertenecientes a la Escuela Superior Industrial, tuvo lugar un encuentro de exhibición que fue seguido por un discreto número de curiosos.
Más tarde, ya en 1905 y concretamente el 22 de enero, quedó constituida también por parte del alumnado de la Escuela Superior la sociedad Sports Égara de carácter multidisciplinar donde se conjugaban fútbol, baloncesto y, especialmente, el ciclismo hasta el punto de construirse un velódromo inaugurado el 8 de octubre de ese mismo año. Presidido por Josep Homs, su primera Junta Directiva estuvo acompañada de Salvador Puig Vives como vicepresidente, Josep Art en el puesto de secretario, Salvador Cabasa como tesorero y los vocales Cecilio Lafuente, Francisco Úbeda y Casto Pérez teniendo su sede en el número 87 de la Calle Sant Antoni.
Convocado un encuentro entre socios del club el mismo día de su inauguración que resultó deslucido a causa de la lluvia y el mal tiempo, el primer encuentro oficial del Sports Égara se llevó a cabo el 12 de marzo en un terreno situado en la Calle Comerç próxima a la Calle Pare Llaurador frente al histórico Catalá F.C., de Barcelona, con derrota local por 1-3, centrándose a partir de entonces la actividad de la sociedad en el ciclismo, máxime cuando en lo sucesivo del propio club surgieron distintas ramificaciones que desembocaron en la constitución de otras sociedades dedicadas exclusivamente al fútbol, al tenis o al hockey. Nacido con mucha fuerza pero en medio de unos tiempos complicados, el Sports Égara fue paulatinamente perdiendo fuerza hasta desaparecer en los primeros años diez.
HISTORIA DEL CLUB:
1906 – 1910
Contando con cerca de veinte mil vecinos, apenas un año después de haber nacido el Sports Égara, en 1906 otro grupo de alumnos vinculados a la Escuela Superior Industrial decidieron constituir una sociedad que imitara a las ya existentes en la capital provincial que tan de moda estaban dándole el nombre de Young’s Club. Presidido por Joaquín Barata y vistiendo inicialmente camisa azul con pantalón blanco, este humilde grupo de jóvenes dio sus primeros pasos en unos terrenos que había junto a las inmediaciones de la fábrica de Torrella sin delimitar y carentes de las dimensiones reglamentarias para jugar al fútbol pero que, al fin y al cabo, eran lo único que tenían.
A trancas y barrancas, con más ilusión que nada, los muchachos del Young’s Club fueron progresando en su dominio del deporte jugando al margen de una Federación Catalana a la que no podían afiliarse por carecer de campo adecuado y estar limitados económicamente, yendo con el paso de los años saltando todos los inconvenientes que se les presentaban a excepción de la famosa Semana Trágica de Barcelona ocurrida durante el verano de 1909 que, a consecuencia de las huelgas y fallecidos habidos, paralizó su actividad y la de otros colectivos unos meses.
1910 – 1920
Iniciado 1910 el Young’s Club presidido por Francisco Soler Mata volvió a la actividad buscando un terreno más propicio para la práctica futbolística hallándolo en el denominado Camp del Canonget, más tarde reconocido como Camp d’En Belil, regresando con más fuerza que antes y ganas de evolucionar en un panorama regional donde el fútbol empezaba a congregar a grandes masas. En el año 1911, después de jugar su último encuentro como Young’s Club el 30 de abril, al día siguiente 1 de mayo reunidos sus socios en asamblea se decidió darle un nuevo aire a la sociedad y titularla Tarrasa Foot-ball Club llevando el nombre de la localidad frente a una denominación tan impersonal como era la original mantenida desde 1906. Entre los muchos cambios Francisco Fonte Puig alcanzó la presidencia siendo parejo el cambio de colores pues la tradicional camiseta azul fue sustituida por una ahora blanquiverde.
Inscrito en la Federación Catalana en esas mismas fechas como club de Tercera Categoría, a principios de 1913 el Tarrasa F.C. contaba con seis equipos siendo uno de ellos infantil por lo que, debido a la falta de espacio y cada vez mayor afluencia de público, la directiva verdiblanca presidida por José Elías Verdaguer decidió adquirir el que había sido velódromo del Sports Égara en la Calle Pi i Maragall transformándolo en un campo de fútbol que fue solemnemente inaugurado el 2 de marzo. Dentro de un mundo en constante evolución, el uniforme de los egarenses sufrió un nuevo cambio en poco tiempo pasando a vestir camisa blanca con cuello, puños y diversos detalles en rojo mientras el pantalón permutó a azul oscuro, admitiéndose en su seno a partir de 1915 miembros del Lawn Hockey Club Calasanz, primer club dedicado a esta modalidad deportiva en España y fundado en 1910, por lo que se creó una importante sección de hockey hierba que, posteriormente en 1920, pasó a llamarse Tarrasa Hockey Club.
En cuanto al aspecto competitivo, la década de los años diez se abrió con el debut en Tercera Categoría durante la temporada 12/13 pasando poco después a Segunda Categoría, nivel del que se proclamó campeón en la campaña 15/16 llegando a disputar una Promoción de Ascenso frente al barcelonés Internacional F.C. que terminó perdiéndose y con ello las esperanzas de competir con lo más distinguido del fútbol catalán pues, durante los años siguientes, ya no se presentó otra oportunidad. No obstante, pese a competir en el segundo nivel regional, el Tarrasa F.C. siguió creciendo y haciéndose un hueco llegando a disputar varios encuentros internacionales de carácter amistoso a caballo entre finales de 1916 y principios de 1917 siendo los cambios en la directiva constantes con el paso, siempre breve, de Narciso Freixa Verdaguer, Delfín Sanmartín Monfort, Miguel Bosch Vila y José Sallés Barba.
1920 – 1930
Con el cambio de década el club egarense, que siguió compitiendo en la Serie B de Primera Categoría, intentó ascender a la Serie A donde se hallaban los clubs más distinguidos del fútbol catalán, objetivo complicado y difícil que no consiguieron presidentes como Anselmo Ramoneda Muns y Luis Vancells Amat pese a sus esfuerzos pero sí Miguel Cots Roumens al término de la temporada 23/24 situando al club donde se deseaba desde hacía tiempo.
Para el estreno en el primer nivel regional el Tarrasa F.C. tuvo que contratar a jugadores profesionales que percibían una remuneración económica, caso del famoso goleador José Clemente Gracia quien, procedente del F.C. Barcelona, había llegado a anotar 59 goles durante la campaña 21/22 además de otros que requirieron de la afición, que entonces superaba los mil trescientos socios, un esfuerzo adicional. Deportivamente fueron años dorados, especialmente la temporada de debut 24/25 en la que se alcanzó el cuarto puesto venciendo al F.C. Barcelona en su casa, terminando sexto en la campaña 25/26 y séptimo y penúltimo en las sesiones 26/27 y 27/28 cuando todavía se jugaba bajo un formato de ocho participantes. A partir de la edición 28/29 el número de clubs en la Serie A fue reducido a seis complicando la supervivencia del Tarrasa F.C. quien, en este preciso curso, concluyó sexto y último perdiendo la categoría y descendiendo a la Serie B tras cinco temporadas consecutivas en la élite.
Dentro del club, además de fútbol, los éxitos deportivos llegaron a través de otras secciones como el atletismo y, sobre todo, el hockey sobre hierba donde la primera plantilla era una de las más importantes a nivel nacional despertando una gran pasión en la localidad que todavía hoy se mantiene hasta el punto de considerarse a Terrassa como el principal punto neurálgico de este deporte.
No obstante, durante esta década el fútbol local no giró solo en torno al Tarrasa F.C., sino que gracias a la fértil cantera i al compromiso de sus vecinos con el deporte surgieron otras sociedades de gran interés como el Juventud Tarrasense F.C., constituido a finales de 1922 al amparo de la Sociedad Coral Juventud Tarrasense que tanta presencia tenía a nivel cultural y quien llegó a disponer de un terreno propio y llegar lejos dentro del fútbol regional adquiriendo la vitola de Segunda Categoría teniendo su sede en la Calle Sant Francesc, 52, además de otros de menor peso como el Catalá F.C. y los también federados Unión Terrasense que tenía su sede en la Calle Sant Antoni, 92 y el Centro de Dependiente de Comercio e Industria de la Calle Sant Pere, 50.
1930 – 1940
Al empezar la década de los años treinta el Tarrasa F.C. cambió nuevamente sus colores adoptando el rojo para su camiseta con un pantalón esta vez blanco, proponiéndose la sociedad el retorno a una Primera Categoría cuyo precio de entrada deportivo era muy caro con muchos pretendientes. La dureza de la Segunda Categoría quedó patente en la temporada inicial 30/31 cuando, dentro de un grupo único formado por quince participantes, los egarenses debieron conformarse con la decimoprimera posición, cambiando el formato y nombre de la categoría en la campaña 31/32 cuando se adoptó el de Segunda Categoría Preferente quedando la división subdividida en dos grupos de ocho participantes cada uno. Campeones los egarenses de su grupo y clasificados para disputar la Promoción de Ascenso, en esta fase se ocupó la quinta plaza cerrándose cualquier posibilidad de ascender.
En la sesión 32/33 el Tarrasa F.C. no superó el corte para disputar la Promoción y quinto clasificado terminó pronto la competición, disfrutando de una nueva oportunidad en la edición 33/34 cuando, primer clasificado de su grupo con holgura, en la Promoción fue segundo siendo el ascenso para el F.C. Badalona por un solo punto. Reducido a un grupo único la Segunda Categoría Preferente en la temporada 34/35, los rojillos fueron terceros en Liga, adoptando en la campaña 35/36 donde fueron cuartos el nombre de Primera Categoría al competir los clubs catalanes más destacados en el Campeonato Superregional.
Al margen del Tarrasa F.C., indudable máximo representante local, durante estos años se constituyeron e inscribieron en la Federación Catalana un buen número de clubs de carácter amateur y todos muy modestos como el C.D. Tibidado, el equipo del Casino del Comercio F.C., el Joventut Santperenca, el representante de Reforma de Tarrasa, el Racing Sport Club, el Monumental F.C., el C.D. Cataluña y el de Els Amics F.C. que se repartieron una afición cada día más entregada con el fútbol.
Tras el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936, suspendida la competición a nivel nacional por la Federación Española y una vez visto que en Cataluña la situación permitía la organización de campeonatos, la Federación Catalana siguió organizando los campeonatos tradicionales compitiendo el Tarrasa F.C. en el segundo nivel donde fue quinto en la temporada 36/37 logrando también terminar el curso 37/38. Recrudecido el frente militar y estando el conflicto armado muy cerca de Cataluña avanzado 1938, el campeonato 38/39 no se pudo celebrar pasando un año hasta que, una vez purgados políticamente todos los clubs, el Tarrasa F.C. se reorganizó en el verano de 1939 siendo declarado por las nuevas autoridades presidente Miguel Reig Casamiquela. Ubicado en el Grupo B de Primera Categoría, el segundo nivel regional, los rojillos concluyeron la década en tercera plaza.
1940 – 1950
A partir de los años cuarenta la ciudad de Terrassa empezó a crecer a un ritmo vertiginoso atrayendo a miles de migrantes de todo el país, sobre todo del sur peninsular, quienes huían del hambre y buscaban una vida mejor alcanzando los cuarenta y cinco mil vecinos. Las industrias locales funcionaban a todo gas y el Tarrasa F.C., aupado al Grupo A de Primera Regional en 1940 tras una reforma de las categorías nacionales, se estrenó con un discreto séptimo puesto en la temporada 40/41 siendo presidente Pedro Vacarisas Font destacando paralelamente el cambio de nombre de la sociedad la cual, a causa de la prohibición gubernamental del uso de extranjerismos en las denominaciones, adoptó el título de Club Deportivo Tarrasa al alojar otras secciones deportivas al margen del fútbol.
Relevado Vacarisas por Melchor Puig Sacarés en 1941, en la campaña 41/42 se reunió un gran plantel que conquistó la primera plaza de la primera de las categorías regionales catalanas ascendiendo, después de jugar la Promoción de Ascenso y repetir nuevamente en el primer puesto, a Segunda División por primera vez en su historia, una categoría profesional exigente donde se iba a codear con parte de lo más granado del fútbol nacional de la época. Ubicado en el Grupo II formado por ocho participantes catalanes, vascos, madrileños, baleares y navarros, el papel de los egarenses entrenados por Cristóbal Solá Coll durante la sesión 42/43 no fue malo terminando en quinto puesto pero, debido a una reestructuración de la categoría que debía ser reducida de tres grupos a uno con catorce participantes, el C.D. Tarrasa se vio obligado a disputar una Promoción de Permanencia en la que fue tercero de grupo por detrás de C.D. Alavés y Arenas S.D., de Zaragoza, siendo últimos S.D. Alcalá y C.D. Tudelano, perdiendo finalmente los egarenses la categoría arrastrado a jugar la siguiente edición 43/44 en una Tercera División que, plenamente remodelada y recalculada por la Federación Española, cambió su formato convirtiéndose en un campeonato liguero y no eliminatorio como hasta entonces distribuido en grupos primando razones geográficas.
Situado en el Grupo IV con rivales catalanes y baleares, los egarenses concluyeron cuartos pasando en la temporada 44/45 al Grupo V con catalanes, baleares y valencianos donde no estuvieron acertados terminando décimos y colistas no perdiendo la categoría gracias a la ampliación en grupos y participantes que experimentó la categoría para el curso siguiente. Continuando en el Grupo V integrado por clubs catalanes, el desarrollo de la campaña 45/46 no fue mejor y se concluyó en noveno puesto eludiendo el descenso con holgura ante un desahuciado Lérida Balompié-A.E.M. que fue colista, pasando en la sesión 46/47 al Grupo VI en el que anduvo en similares circunstancias terminando décimo y colista sorteando nuevamente el descenso gracias a otra ampliación del número de participantes en la categoría.
Bajo la presidencia de Celestino Manent Casanovas desde 1945, el C.D. Tarrasa que jugó durante toda la década con pantalón negro fue testigo del paso por sus filas de destacados jugadores como Bosch, Broto, Masagué, Torrilla, Grácia y Pedrol, asentándose en una Tercera División que por aquellos tiempos era el tercer nivel nacional combinando jugadores de renombre en horas bajas junto a grandes jugadores en proyección. En lo que respecta al plano deportivo, la edición 47/48 se cerró con un quinto puesto que fue repetido en la temporada siguiente 48/49, terminándose la campaña 49/50 en una discreta octava plaza.
1950 – 1960
La década de los años cincuenta fue espectacular para la ciudad de Terrassa en todos los sentidos produciéndose una llegada masiva de inmigrantes que, en número de treinta mil, cambiaron la fisonomía de la localidad construyéndose barrios enteros con nuevas fincas además de crecer las industrias viviéndose un fuerte desarrollo. El crecimiento poblacional e industrial llevó anexo el deportivo proponiéndose los directivos egarenses intentar dar el salto a Segunda División, categoría apetecida tanto por ellos como por los aficionados quienes estaban convencidos de que ese era el marco ideal para su club. Potenciado el plantel convenientemente, la temporada 50/51 concluyó con el subcampeonato tras la U.D. San Martín, de Barcelona accediendo a la Fase Final del Ascenso a Segunda División donde careció de fortuna siendo quinto. Tercero en las campañas 51/52 y 52/53, en la sesión 53/54 siendo presidente Melchor Divorra Llavería el club rojillo se proclamó campeón del Grupo III con cuatro puntos de margen sobre el Gerona C.F., ascendiendo directamente a la categoría de plata en medio de la correspondiente alegría de directivos y aficionados que por fin veían a su club donde se merecía.
El Campo del Obispo Irurita, denominado así tras la guerra, se vistió de gala para la temporada 54/55 quedando encuadrado el club egarense en el Grupo II de una Segunda División que por entonces estaba dividida en dos grupos de dieciséis participantes cada uno. Dirigidos por el técnico José Valero Martín, los rojillos compitieron frente a sociedades andaluzas, valencianas, extremeñas, norteafricanas, murcianas incluso canarias debiendo realizar largos desplazamientos que elevaron su presupuesto pese a lo cual lograron mantener la categoría terminando decimocuartos. Ubicados en el Grupo I, más asequible en lo económico y con desplazamientos más cercanos, la campaña 55/56 se desarrolló con Ricardo Gallart Selma en el banquillo concluyendo los barceloneses novenos, siendo el grupo ampliado a veinte participantes en la sesión 56/57 que comenzó con Gallart en la dirección y terminó Amadeo Navarra Ginesta a partir de la Jornada 25 dejando al club en decimotercero puesto eludiendo incluso jugar la siempre traicionera Promoción de Descenso.
En la sesión 57/58, siguiendo en el Grupo I, el C.D. Tarrasa se vio en una tesitura similar luchando por escaparse de los últimos puestos empezando el campeonato con el técnico yugoslavo Zvonimir Monsider que fue sustituido a falta de ocho jornadas para el final por Miguel Farré Lladó ocupándose el decimocuarto puesto que no le privó de disputar una Promoción de Descenso ante el aspirante U.D. Sans, conjunto barcelonés al que eliminó conservando la categoría después de vencer 2-3 en la ciudad condal y empatar 0-0 en casa. La edición 58/59 empezó nuevamente con cambios quedando el grupo reducido a dieciséis participantes y siendo el plantel entregado a Pedro Eguiluz Lamarca, técnico que sobrevivió todo el campeonato dejando a los egarenses en decimosegunda plaza pero empatados a puntos con otros rivales salvándose por los pelos de disputar la Promoción de Permanencia y por escasos dos puntos de perder la categoría. A trancas y barrancas pero con mucho corazón, los rojillos aguantaron estoicamente su plaza en la categoría siendo dirigidos durante la temporada 59/60 por el técnico José Espada Virgós quien sumó un destacado ejercicio al terminar sexto clasificado en un campeonato muy reñido e igualado de fuerzas.
1960 – 1970
Los años sesenta se empezaron con la una población que rondaba los cien mil vecinos decidiéndose construir un nuevo recinto más acorde con la época dejando de lado el viejo Campo de la Calle Obispo Irurita. El nuevo Estadio Municipal de Deportes, como así fue bautizado, se estrenó oficialmente el 21 de agosto de 1960 pasando una semana hasta que el día 28 se disputó un encuentro inaugural teniendo como rival al Sevilla C.F., conjunto andaluz que se llevó la victoria por 2-4 anotando el sevillista Agüero el primer gol. La temporada 60/61 sobre la que se tenían depositadas muchas esperanzas, fue sin embargo un mal sueño pues con un equipo muy debilitado apenas se sumaron cinco victorias y nueve empates quedando decimosextos y colistas perdiendo la categoría.
El mazazo deportivo fue fuerte y en la campaña 61/62, situado en el Grupo VI, se hizo todo lo posible por recuperar la categoría recién perdida pero a sus notables esfuerzos, resultó campeón un punto sobre el Gerona C.F., quedó eliminado en las Semifinales de la Promoción de Ascenso ante el Sevilla Club Atlético que le derrotó en tierras andaluzas 2-0 y con quien empató 2-2 en casa. Después de ser noveno en la sesión 62/63, en la edición 63/64 el equipo fue cuarto en Liga iniciándose a continuación un periodo en el cual el C.D. Tarrasa salió cada curso con la vitola de favorito pero, por unas u otras, siempre acababa frustrado en la tabla clasificatoria como así ocurrió en la temporada 64/65, la peor de todas en décima plaza, campaña 65/66 en cuarto puesto y sesión 66/67 en séptimo lugar.
En la edición 67/68 el C.D. Tarrasa logró el subcampeonato a nueve puntos de un inalcanzable C.D. Condal, de Barcelona, accediendo a la Promoción de Ascenso a Segunda División, fase en la que fue eliminado en Semifinales por la Real Balompédica Linense, conjunto gaditano que le endosó un severo 3-0 en tierras andaluzas que no se pudo remontar en casa pese a vencer por 2-1. Durante el verano de 1968, correspondiendo a un nuevo plan federativo por reestructurar las categorías nacionales, la Tercera División quedó reducida a ocho grupos de veinte participantes compitiendo los egarenses en el Grupo IV integrado por catalanes donde fue segundo a cuatro puntos del C.D. San Andrés, de Barcelona, conjunto que le arrebató el título y le privó de promocionar. Siguiendo en el Grupo IV, en el verano de 1969 la Federación Española anunció la reducción de la categoría a cuatro grupos para 1970 por lo que el curso 69/70 fue durísimo habiendo muchas plazas en el aire y solo una para la Promoción de Ascenso. El C.D. Tarrasa puso todo el empeño por reunir un plantel cualificado y el campeonato le dio la razón alcanzando el primer puesto con dos puntos de ventaja sobre el C.F. Badalona pero, llegado a la Promoción, jugándoselo todo a una carta frente al C.D. Colonia Moscardó, de Madrid, salió cruz después de perder 1-0 en la capital, vencer 1-0 en casa y disputar un encuentro de desempate en madrileño Estadio de Vallecas el que fue apeado por un contundente 4-1 en contra.
1970 – 1980
Con el inicio de los años setenta la Tercera División quedó limitada a cuatro grupos con veinte participante cada uno agrupados geográficamente. Esta categoría, en teoría la primera del fútbol modesto, adquirió tintes de semiprofesional encareciéndose las plantillas y obligando a los clubs a multiplicar sus presupuestos pues, además de pagar los costosos desplazamientos, había que destinar un importante caudal a los jugadores. En el plano deportivo, ubicado en el Grupo III junto a catalanes, valencianos y baleares, la temporada 70/71 se inició con un meritorio tercer puesto en Liga tras C.D. Mestalla y Gerona C.F. estando a punto de promocionar para tratar de ascender a Segunda División.
Empezada la campaña 71/72, después de separarse la sección de hockey bajo el nombre de C.D. Tarrasa Hockey, los directivos del club egarense estimaron cambiar la denominación de la sociedad al dedicarse exclusivamente al fútbol adoptando en noviembre el de Club de Fútbol Tarrasa, nombre con el que fueron subcampeones de Liga a un punto del Club Gimnástico de Tarragona accediendo a jugar la Promoción de Ascenso. En esta fase se enfrentaron a una sola eliminatoria como aspirantes ante el C.D. Mestalla, conservando los valencianos su plaza en la categoría de plata al vencer en Valencia por 4-1 y pese a la victoria egarense en su casa por 2-1. Después de una decepcionante sesión 72/73 en la que se ocupó la decimoprimera plaza, en la edición 73/74 se hicieron esfuerzos por remendar la situación concluyendo el campeonato de Liga en cuarto puesto.
En la temporada 74/75, siendo presidente José María Masdefiol Peralta no se erró el tiro y en un emocionante torneo donde se luchó codo a codo con el Levante U.D., al final se consiguió el título de la categoría solapando con ello un merecido ascenso a Segunda División que fue celebrado como se merecía por toda su hinchada de seguidores. Catorce años después el C.F. Tarrasa se reencontró con una división de plata que desde hacía más de un lustro había sido reducida a un grupo único, siendo dirigido durante la campaña 75/76 ya como Tarrasa Club de Fútbol por Vicente Dauder Guardiola quien dejó al equipo en decimosexto lugar debiendo afrontar una Promoción de Permanencia ante el aspirante Ag.D. Almería que se resolvió favorablemente y en medio de excepcionales circunstancias pues, después d empatar 1-1 en casa, el encuentro de vuelta en Almería no fue disputado por no presentarse los locales.
Terrassa en aquellos tiempos alcanzó los ciento cincuenta mil habitantes y era una ciudad próspera donde el deporte era estimado y cultivado por gran parte de sus habitantes. Para la sesión 76/77 se contrataron los servicios de Abdullah Ben Barek siendo presidente Manuel Giménez Cano con quien los rojillos, ahora con pantalón rojo, realzaron la mejor temporada de su historia finalizando séptimos y quedando a tan solo cinco puntos de poder ascender a Primera División, todo un sueño. Muy distinta resultó en cambio la edición 77/78 pues iniciada con José Seguer Sans, los malos resultados llevaron a un cambio de técnico a siete encuentro del final terminando el torneo José Sanjuán Ibáñez en una honrosa decimosegunda plaza. En la temporada 78/79 José Iglesias Fernández «Joseito», no pudo enderezar el rumbo de un equipo que parecía condenado al descenso siendo sustituido a falta de doce jornadas para el final por Gustavo Biosca Pagés, técnico que siguió en las mismas terminado el histórico club en decimoctavo lugar y con los dos pies en Segunda División B, una nueva categoría convertida desde 1977 en tercer nivel nacional por delante de la Tercera División. Ubicado en el Grupo II, la campaña de estreno en esta categoría 79/80 se resolvió en quinta plaza teniendo durante todo el curso opciones para estar arriba y ocupar una de las dos plazas que daban acceso a Segunda División de forma directa, destacando la catalanización del nombre de la sociedad que pasó a ser Terrassa Futbol Club.
Pasaron entre otros por este ciclo en Segunda División destacados jugadores como el defensa argentino Iselín Santos Ovejero o el brasileño Williams Silvio Modesto «Bio», además de Vallespir, Madir, Valdés, Ovejero, Nieto, Jiménez, Morote, Arias, Planas, Doménech, Gonzalo, Rojo, Bio, Cruz, Carrascosa, Muñoz, Medina, Roselló, Clotet y Vila.
1980 – 1990
Los años ochenta no empezaron con buen pie para el conjunto egarense quien, arrastrando deudas de su reciente paso por Segunda División, cada año reunía presupuestos más reducidos para afrontar una categoría tan importante y costosa en todos los sentidos como era la Segunda División B. En este sentido, después de ser decimoquinto en la temporada 80/81, la campaña 81/82 fue un completo desastre finalizándose en decimoctavo lugar, plaza que le condenó a perder la categoría y descender a un no deseado cuarto nivel nacional como era la Tercera División.
Militar en el cuarto nivel era un desprestigio y el Estadio Municipal acusó la marcha de muchos de los hasta entonces sus seguidores quienes dejaron despobladas las gradas atraídos por otras formas de ocupar su ocio. La crisis, instaurada de pleno en el conjunto rojillo, dejó al club muy tocado siendo octavo en la sesión 82/83 y decimoctavo en la edición 83/84 dentro del Grupo V catalán estando a punto de descender a Regional Preferente lo que hubiese sido un auténtico drama. Por un solo punto tan fatídico desenlace se pudo evitar, tomando la directiva presidida por Eduardo Posada Fernández las medidas oportunas para para ser tercero en la temporada 84/85 y sexto en la campaña 85/86.
En el transcurso de la sesión 86/87 la Federación Española anunció cambios en Segunda División B que, reducida a un grupo único en 1985, había sido un gran fracaso, impulsando la creación de cuatro grupos con veinte participantes cada uno. Concedidas hasta ocho plazas en esta categoría a la Federación Catalana por su amplia nómina de clubs afiliados, el Terrassa F.C. conjuntó una notable plantilla que fue tercera ascendiendo a Segunda División B, oportunidad que no podían desaprovechar para eludir males mayores.
De nuevo en el tercer escalafón nacional, los egarenses compitieron durante la temporada 87/88 en el Grupo II junto a aragoneses, catalanes, vascos, riojanos, navarros y baleares quedando en tercer puesto tras C.F. Joventut Mollerussa y Deportivo Aragón, resultando un estropicio la campaña 88/89 en la que, siguiendo en el Grupo II, se terminó decimonoveno alejado de la salvación y condenado a descender de categoría. Melchor Navarro Caparrós dimitió y el club fue conducido por una Junta Gestora que en la sesión 89/90, dentro del Grupo V catalán de Tercera División, no pudo evitar atravesar una segunda gran crisis que desembocó con el decimoctavo puesto y un amargo y no menos temido descenso a Regional Preferente.
1990 – 2000
Los años noventa empezaron con una tremenda crisis y el equipo sumergido en una Regional Preferente que era el quinto nivel nacional de la época accediendo a la presidencia Miguel Blanco Adell sobre quien recayó la responsabilidad de reflotar un barco que hacía aguas por todos los sitios. Quinto en la temporada 90/91, en la campaña 91/92 se consiguió salir del pozo ascendiendo a Tercera División y coincidiendo con un año histórico como fue la celebración de los Juegos Olímpicos que tuvieron su sede en Barcelona. Elegida la localidad de Terrassa para diversas modalidades deportivas, el Estadio Municipal fue ampliamente reformado y acondicionado para alojar dichos acontecimientos pasando a ser denominado Estadi Olímpic Municipal de Terrassa, volcándose desde entonces el entramado industrial con el club para devolverlo al puesto que le correspondía.
Séptimo clasificado en la sesión 92/93, en la edición 93/94 se conjuntó una gran plantilla que concluyó segunda a un punto del Ct.d’E. Sabadell F.C., consiguiendo entrar en la Promoción de Ascenso a Segunda División B, torneo con formato de Liga donde fue primero superando a Real C.D. Mallorca «B», C.D. Torrepacheco y C.D. Eldense consiguiendo el ansiado objetivo de regresar al tercer nivel nacional. Instalado en la categoría de bronce, el Terrassa F.C. se trazó como objetivo a corto plazo el ascenso al fútbol profesional y así poder militar en una categoría que no pisaba desde hacía años como era la Segunda División A y, a una temporada inicial 94/95 en la que fue decimotercero, le siguieron varios intentos por situarse entre los cuatro primeros puestos que le dieran acceso a la Promoción de Ascenso.
La lucha por conseguir una de estas cuatro primeras plazas fue infructuosa en la campaña 95/96, quinto y en la sesión 96/97, de nuevo quinto y con sabor margo, siendo subcampeones en la edición 97/98 ados puntos del campeón F.C. Barcelona «B». En la Promoción de Ascenso, un mal encuentro disputado en La Rosaleda ante el titular Málaga C.F. cuando todo le hacía presagiar alcanzar cotas mayores, provocó que perdiera el ascenso quedando detrás Talavera C.F. y S.D. Beasain. En el aspecto social, el 19 de marzo de 1998 deciden transformarse en Sociedad Anónima Deportiva con un capital inicial de 280 millones de pesetas por lo que, efectuados los trámites correspondientes, cambian de denominación a Terrassa Futbol Club, S.A.D.. Para la temporada 99/00, en un intento de recuperar a viejas glorias, fichan al experimentado Pedro Riesco, al danés Thomas Christiansen y al defensa andorrano Marc Bernaus, terminando el siglo con una pobre decimoquinta posición en Liga que supone un fracaso después de la expectativas creadas.
2000 – 2009
Con la entrada del nuevo milenio, los egarenses terminan la sesión 00/01 alejados del protagonismo hasta que la suerte les alcanza de lleno en la campaña 01/02. En esta quedan quintos en Liga, pero para su fortuna el Real Zaragoza “B”, tercero clasificado, no puede promocionar al encontrarse el primer equipo en Segunda División A, renunciando a disputar la Promoción de ascenso. Los vallesanos ocupan su puesto y alcanzan el liderato al superar a Barakaldo C.F., Hércules C.F. de Alicante y a la A.D. Ceuta, imponiéndose en todos los encuentros con cinco goles decisivos anotados por Francisco Martínez Jiménez, «Keko». De nuevo en Segunda División A, el Terrassa F.C. disfruta de un pequeño periodo entre la élite nacional.
Durante la edición 02/03 se refuerza el plantel con hombres como Pier Luigi Querubino y mantiene el bloque del equipo con hombres importantes como Fernando Maestro, Jordi Navas, Cristian García, Juan Carlos Sanz, Mario Gibanel, Xavier Monteys «Monty» o el goleador Keko, todos bajo las órdenes de Miguel Álvarez, en la que termina en el duodécimo puesto. Enrique Martín Monreal entra en el cargo de entrenador en la sesión 03/04 y Pedro Riesco será el encargado del fútbol base egarense tras su retirada del fútbol en activo, consiguiendo de nuevo repetir el puesto de la temporada anterior. Serán tres las temporadas en las que consigue militar en la categoría de plata hasta su descenso en la campaña 04/05 al terminar en el puesto veinte de la tabla.
El Terrassa F.C. desde algunos años antes del descenso es una sociedad moderna, aunque su economía empieza a sufrir demasiados vaivenes que le hacen zozobrar en picado. Producto de estos males económicos, la pérdida de potencial deportivo es cada vez más evidente y las clasificaciones más rezagadas. A principios de 2009, estando el club bajo la presidencia de Kiko Sánchez, se solicita acogerse a la Ley Concursal por una deuda contraída que se estima alrededor de los tres millones de euros, llegándose al término de la temporada 08/09 con una deuda aparte sobre los jugadores de cerca de trescientos cincuenta mil euros. Estos denuncian al club y, dada la inviabilidad del proyecto, el magistrado del Juzgado Mercantil decreta la liquidación de la S.A.D., dando por extinguidos noventa y tres años de historia decidiendo a continuación, en contra de los intereses de la Federación Española, subastar la unidad productiva y la plaza del extinto club en Segunda División B a la que optan tres candidaturas, siendo la de Terrassa F.C. Sports S.L. participada por el expresidente Kiko Sánchez (las otras dos son la de Anabel Junyent respaldada por la Fundación del Terrassa F.C. y tercera Promosport S.L.), quien adquiere los derechos mediante subasta realizada el 29 de junio de 2009 por tan sólo seis mil euros satisfaciendo paralelamente la deuda contraída con los jugadores.
La adquisición del Terrassa F.C. por parte de la empresa Terrassa Fútbol Club Sports S.L. significa una revolución en el estamento competitivo y en especial el futbolístico gracias a la controvertida decisión del juez José María Ribelles Arellano, titular del Juzgado Mercantil de Barcelona nº 2 que lleva el caso, puesto que esta sentencia significa un caso inaudito en el fútbol español al otorgar la administración de un club deportivo a una sociedad limitada, acto contrario a las reglas establecidas por la Ley del Deporte que establecen que ningún club con forma jurídica mercantil, sea Sociedad Anónima o Sociedad Limitada, puede participar en categoría de fútbol profesional. Es decir, dado el carácter semiprofesional de la Segunda División B y el carácter mercantil del nuevo club, los rectores de la empresa aprovechan hábilmente este vacío legal y consiguen competir en Segunda División B pagando solamente los derechos de la plaza más las deudas respecto a los jugadores, librándose de hacer lo mismo con los acreedores.
La Federación Española, derrotada por el magistrado barcelonés, no tiene más remedio que acatar la orden judicial y admitir al nuevo club egarense titulado Terrassa Olímpica 2010 F.C. en la categoría de bronce para la campaña 09/10 pero imponiendo, de su parte, una serie de condiciones ineludibles como son, haber pagado las deudas contraídas con los jugadores del ejercicio anterior y la obligación de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva antes del 31 de julio de 2010, estudiando a posteriori modificar su Reglamento lo antes posible para evitar que hechos como este vuelvan a repetirse en el futuro.
Aunque el Terrassa Olímpica 2010 F.C. puede emplear el nombre de Terrassa F.C. a nivel comercial como el anterior gracias a la adquisición del nombre en la subasta, no a nivel deportivo, la decisión luego no es respetada por muchos medios incluida la propia Federación Española siendo en los años posteriores habitual identificar a este nuevo club como el anterior. Deportivamente, la sesión 09/10 es un caos para la nueva entidad rojilla con una plantilla muy ajustada y poco dinero en las arcas debiéndose varias mensualidades a los jugadores que han de iniciar encierros como protesta ante tan delicada situación, ocupándose el puesto de colista desde principio a fin sumando durante todo el torneo tan sólo seis victorias y siete empates, un bagaje muy corto para su supervivencia en la categoría. Descendido a Tercera División, para evitar daños mayores, antes de empezar la edición 10/11 se satisface la deuda con la plantilla habiéndose iniciado paralelamente el proceso de conversión en S.A.D. que finalizará meses después.
BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:
- Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
- Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
- Terrassa F.C.: apuntes para una historia. José Manuel Salillas. Departamento de Imagen del Terrassa F.C. (1998).
- Història dels clubs de futbol. Jordi Finestres y Salvador Giménez. Edicions del País Valencià. Coleccionable: El Temps (1999).
- Historia y estadística del fútbol español. Vicente Martínez Calatrava. Fundación Zerumuga (2002).
- Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
- Anuarios de la RFEF.
- www.elmundodeportivo.es/hemeroteca Diario deportivo.
- www.lavanguardia.es/hemeroteca Diario.
ENLACES RELACIONADOS CON EL CLUB:
- www.terrassafc.com (Web oficial).
- www.terrassafc.cat (Web no oficial).