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Historial del Club Deportivo Toledo, S.A.D.

 

Escudo C.D. Toledo, S.A.D.

 

DATOS GENERALES:

  • Nombre completo: Club Deportivo Toledo, S.A.D.
  • Ciudad: Toledo
  • Provincia: Toledo
  • Comunidad Autónoma: Castilla-La Mancha
  • Fecha de constitución: 26 de diciembre de 1939
  • Fecha de federación: 1 de julio de 1941

 

CAMBIOS DE NOMBRE:

  • Imperial C.N.S. (1939-1940)
  • Educación y Descanso Toledo (1940-1941)
  • Club Deportivo Toledo (1941-1995)
  • Club Deportivo Toledo, S.A.D. (1995-)

 

TÍTULOS NACIONALES:

7 Ligas de Tercera División:

  • 1949/50
  • 1988/89
  • 1991/92
  • 2007/08
  • 2008/09
  • 2010/11
  • 2012/13

 

ESTADIO:

  • Nombre: Estadio Municipal Salto del Caballo
  • Año de inauguración: 23 de noviembre de 1973
  • Cambios de nombre:
  • Estadio Municipal Salto del Caballo (1973-)
  • Capacidad: 5.500 espectadores

OTROS ESTADIOS:

  • Campo de Palomarejos (1939-1972)
  • Campo Municipal Carlos III (1972-1973)
  • Estadio Municipal Salto del Caballo (1973-)

 

TRAYECTORIA EN LIGA:

ESCUDOS DEL CLUB DEPORTIVO TOLEDO, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

escudos CD Toledo

UNIFORMES DEL CLUB DEPORTIVO TOLEDO, S.A.D. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

uniformes CD Toledo

ORÍGENES DEL FÚTBOL EN TOLEDO:

Próxima a la capital del Estado, la ciudad de Toledo, imperial por haber sido sede principal de la corte de Carlos I y de las tres culturas, por haber cohabitado durante siglos cristianos, judíos y musulmanes, es hoy en día la capital de Castilla-La Mancha y una ciudad eminentemente dedicada al sector servicios donde la cultura y el turismo tienen también gran presencia.

En el aspecto deportivo, el fútbol arraigó bastante pronto gracias a la labor desempeñada por el mundo de la docencia, presentando inicialmente dos focos claramente definidos como eran de un lado el Instituto Provincial, de carácter civil y, de otro, la Academia de Infantería, militar, existiendo un intervalo próximo a un lustro entre ambos protagonistas.

El Instituto Provincial, el primer punto de partida, fue un centro dedicado originariamente a la enseñanza del bachillerato que, tras el Real Decreto de 17 de octubre de 1901, amplió su cometido abarcando también los estudios de magisterio, elementales de agricultura, industria, comercio y bellas artes, junto con la organización de clases nocturnas para obreros hasta finales de los años treinta cuyo profesorado, siguiendo la corriente higienista, ante el inicio del curso 1898-1899 decidió adquirir varios balones para la práctica balompédica del alumnado con vistas a ejercitar su tono físico.

El segundo punto, la Academia de Infantería, tuvo en el capitán Federico Gómez de Salazar su gran impulsor, destacando sus grandes dominios cognitivos respecto a los métodos y desarrollos de la gimnasia hasta el punto de redactar en 1911 un Reglamento Provisional de Gimnasia para la Infantería. Flanqueado por el capitán Adolfo Prado Vaquero, gran amante del fútbol y del general José Villalba Riquelme, profesor, jefe de estudios y director de la Academia durante un servicio de casi veinte años, interesados como estaban en la práctica de ejercicio rutinario como complemento idóneo para mantener en buen tono físico y psíquico a la tropa, en 1906 impulsaron el primer equipo de fútbol académico integrado por cadetes, estrenándose ese mismo año en el readaptado Campo del Polígono de Tiro, sito junto a San Lázaro, frente al Athletic Club madrileño, entidad apenas constituida tres años antes.

En enero de 1907, invitados por el Madrid F.C., disputaron su primer encuentro a domicilio jugando en la explanada inmediata a la Plaza de Toros de Las Ventas con resultado desfavorable de 7-0, devolviendo visita los merengues en febrero de 1908 a la capital imperial con el mismo resultado de 0-7. La labor formativa lograda por esta institución castrense propició que cada año nuevos muchachos se enrolasen en el equipo, manteniendo numerosos encuentros amistosos frente a clubs de civiles procedentes básicamente de Madrid que le convirtieron en un once respetado, consiguiendo en 1909, recién creada la primitiva Federación Española de Clubs de Foot-ball, ingresar en este organismo como uno de sus primeros veinticinco asociados.

Implantado el fútbol como deporte de moda, en diciembre de 1907 Juan Sevilla Burriel y un nutrido grupo de muchachos que recientemente se habían constituido en club -se ignora el nombre en esa fecha-, solicitaron a la autoridad municipal permiso para jugar junto al Circo Romano, anunciándose posteriormente el 18 de agosto de 1908 dentro del programa de Feria un encuentro en el Campo del Polígono entre dos bandos formados por miembros de la sociedad deportiva Toledo Foot-ball Club.

escudo Toledo FC 1928

Aquel primitivo Toledo F.C., entre cuyos jugadores citamos a: Aguilar, Vega, Bosch, Ruano, Bravo, Arenas, González, Resta, Robles y Estévez; presentó esta alineación frente a la Academia de Infantería en el Campeonato Provincial disputado en 1909 donde el resultado fue favorable a los militares por 4-1, participando en el mismo una tercera sociedad de reciente constitución y procedencia militar, el Ena Foot-ball Club, nombre identificado con el de la Reina consorte de S.M. El Rey D. Alfonso XIII, D.ª Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg, quien se hacía llamar Ena entre sus allegados.

En 1911, invitados entre otras academias militares por el presidente honorario de la Federación Española, S.M. El Rey D. Alfonso XIII, la Academia de Infantería acudió a Bilbao a participar en el Campeonato de España perdiendo 6-0 ante el C.D. Español, de Barcelona, por lo que resultó eliminado, compaginando sus salidas de vez en cuando a la capital del Estado con otras donde ejercía de anfitrión en el Campo del Polígono, recinto castrense para probar puntería con los fusiles. Situados en 1912, desde la prensa se denuncia la escasa actividad futbolística local, casi reducida al ámbito militar, retomándose con inusitada fuerza en 1913 con el torneo disputado durante las fiestas del Corpus donde intervienen además de la Academia, el Toledo F.C. y la Sociedad Deportiva María Cristina, entidad esta última forjada en el Colegio de Huérfanos de Infantería o María Cristina, cuyos miembros son reconocidos popularmente como “los Cristinos”.

Solares ubicados en las calles Padilla, de La Lechuga y, sobre todo, en el Paseo del Miradero, se convirtieron antes de los años veinte en habituales lugares de encuentro para la juventud local, resultando también importante la labor realizada por el Colegio de los Hermanos Maristas Santa María, donde se organizaban campeonatos entre el alumnado; la Fábrica de Armas, recinto hoy en día sede del campus universitario que contó con su propio club deportivo; la Congregación de San Luís, los populares “Luises”, y la sociedad deportiva Prada Foot-ball Club en torno a 1919, alimentada con alumnado residente en la Academia Preparatoria dirigida por Adolfo Prada Vaquero donde se hacían los estudios previos al ingreso en la Academia de Infantería.

Con tantos jóvenes practicando el balompié, en octubre de 1920 quedó constituido el Sporting Club Toledano, conjunto que hizo su debut el 1 de noviembre frente al primer equipo de la Academia imponiéndose los castrenses por 3-2. Sin embargo no todo eran flores. La ciudad requería de un campo de deportes para las distintas sociedades que practicaban fútbol u otras disciplinas, siendo los fondos municipales escasos para tal cometido y la iniciativa privada remisa a invertir. Con estos mimbres el futuro estaba en entredicho pero, afortunadamente, la fortuna hizo aparición el 15 de diciembre de 1919 cuando el Ministro de la Guerra, el general José Villalba Riquelme, creó la Escuela Central de Gimnasia con sede en Toledo rehabilitando para uso deportivo los terrenos del Polígono de Tiro situados en la Vega Baja que previamente habían sido propiedad de la Escuela de Aplicación y Tiro de Infantería y, posteriormente, de la Academia de Infantería.

En 1923 -en el año 1925 sería vallado-, a base de pico y pala dichas instalaciones fueron allanadas y ampliadas creándose un complejo deportivo para prácticas de fútbol, rugby, balonmano, béisbol, baloncesto, balonvolea, lanzamientos y bolos, beneficiándose al margen de los militares, quienes dieron forma a la Agrupación Gimnástica Toledana -la Gimnástica-, otros clubs residentes en la ciudad y en horas bajas como eran el Toledo F.C. y el Sporting Club Toledano.

La adaptación del campo de fútbol del Polígono resultó vital para el Toledo F.C., sin campo hasta la fecha y sin actividad deportiva en los últimos tiempos relanzándose la sociedad el domingo 4 de febrero de 1923 cuando, en el Colegio Nuestra Señora de La Paz sito en la calle de la Trinidad, número 6, a instancias de su presidente Antonio Pinilla fue convocada una Asamblea Extraordinaria para elegir nueva junta directiva de donde salió electo Ángel Aguilar, antiguo portero de la entidad, siendo acompañado en su cometer por Eduardo Robles, Jaime Llorca, Benjamín Pinilla y el propio Antonio Pinilla junto a un vocal por cada una de las Academias Preparatorias que había en la ciudad.

No fue el único club reforzado. El Campo del Polígono propició en 1924 el nacimiento del Racing Club de Toledo, entidad formada por civiles que vestía camisa rojiblanca con pantalón negro siguiendo la estela que estaba dejando el Athletic Club bilbaíno en todo el país. El Racing Club llegó a forjarse cierta fama en la región, siendo famosos sus duelos con el C.D. Talavera a partir de 1929, año de constitución de este último, aunque sin duda más fuerza tuvieron los mantenidos entre los blanquiazules talaveranos y el Toledo F.C., especialmente a partir de los años treinta cuando estos se consolidan como primera fuerza balompédica toledana.

Previamente, entre los meses de abril y mayo de 1923, se disputó la Copa El Castellano a propuesta del periódico del mismo nombre fomentado por el arzobispado, dándose cita los primeros equipos del Toledo F.C., S.D. Colegio María Cristina, Agrupación Gimnástica Toledana -de la Escuela Central de Gimnasia-, Cultural Deportiva Obrera -de la Fábrica de Armas-, Prada F.C. y el Colegio de los HH. Maristas, alcanzando la final Toledo F.C. y Gimnástica quienes empataron 2-2 llevándose el trofeo los militares al disponer de más puntos a lo largo del torneo.

A pesar de la calidad de las instalaciones la titularidad castrense ahogaba a los clubs civiles, necesitados de aire fresco e independencia, requiriendo en abril de 1926 el coronel Sánchez de Toledo, director de la Fábrica de Armas, entrevistarse con el alcalde, Fernando Aguirre, indicándole y solicitándole la conveniencia de construir un nuevo recinto al margen del militar donde pudiesen jugar los civiles anteriormente citados y el representante de la Fábrica de Armas, cuyos terrenos no reunían las condiciones necesarias para la práctica deportiva. En la propuesta del coronel se ensalzaban las virtudes que concentraban las explanadas de la Vega Baja, unos terrenos inmensos que se extendían desde las orillas del Río Tajo hasta la carretera de Ávila pasando por la Avenida de Europa, los taludes del Paseo de La Vega y las cercanías del Paseo de Recaredo, incluyendo los barrios de Santa Teresa, los Bloques y Palomarejos. Nada más se supo del encuentro.

En 1928 el fútbol toledano se hallaba fragmentado en varias iniciativas de carácter militar, civil, empresarial, incluso escolar, siendo el amateurismo tan presente que los incidentes entre jugadores y público requerían habitualmente de la fuerza apaciguadora de la Guardia Civil. Casi ninguna de las entidades estaba incluida en el Registro Civil, no habiendo representantes que se hicieran cargo de denuncias y atropellos cometidos durante los incidentes, indicándose desde la prensa local la conveniencia de hacerlo para, de esta forma, reducir las hostilidades entre unos clubs y otros, cuando no con el público. El Toledo F.C., entidad que vestía camisa blanca con pantalón azul, incluso en ocasiones todo de blanco, fue quien dio el primer paso efectuando su inscripción el 24 de abril de 1928, un año en el que coexistían otras entidades como la Agrupación Gimnástica Toledana, el Racing Club de Toledo, la Cultural Deportiva Obrera, la Academia de Infantería, nuevamente con equipo, y la S.D. María Cristina -“los huérfanos o Cristinos”-, junto a los también colegiales HH. Maristas.

En 1929 la violencia se trasladó a los encuentros protagonizados entre Toledo F.C. y C.D. Talavera. Sendas victorias cosechadas por los toledanos en la ciudad de la cerámica por 0-5 y 1-3 incitaron a que el encuentro del 20 de octubre fuera espeso. Con 1-3 en el marcador el público invadió el terreno de juego y días después, concretamente el 30, el Gobernador Civil, Antonio Almagro, redactaba una circular aplicando unas normas de obligado cumplimiento. A partir de entonces había que contar con la autorización del Gobernador o de los alcaldes, debiéndose relacionar en una lista quiénes eran los capitanes, los miembros del equipo, además de acordar el nombre del árbitro y contar con la presencia de la Guardia Civil para evitar incidentes.

En mayo de 1930 el Toledo F.C. recibe la propuesta al unísono por parte de la Agrupación Gimnástica Toledana y de la Ferroviaria, un conjunto del barrio de Santa Bárbara constituido en 1929 para fusionarse en una sola entidad, solicitud que la junta directiva desestima prefiriendo seguir realizando su labor de forma autónoma. Llegados a junio, en la Final del Torneo de Corpus, el Deportivo Imperial se impone al Toledo F.C. por 2-1, produciéndose nuevamente incidentes que se repetirán en un choque ante la S.D. María Cristina durante agosto que, en aplicación de la Circular Gubernativa, ocasionarán una multa de veinticinco pesetas al presidente colegial cuando estos se imponían a los del Foot-ball Club por 6-1 antes de mandar el árbitro a todos los jugadores al vestuario tras suspender el encuentro.

Si en los últimos años veinte ninguno de los clubs civiles consigue disponer de terreno de juego propio, por fin al menos uno de ellos ve materializado dicho deseo nada más empezar 1930 siendo beneficiario y propulsor el Toledo F.C. al adquirir a la Sociedad de Ganadería un terreno en la margen derecha de la carretera de Ávila de diecinueve mil metros cuadrados a razón de cincuenta céntimos cada metro cuadrado. Financiada la compra mediante un préstamo al Banco Hispanoamericano y con la ayuda de personas con haberes como los señores Azuela, Talavera y Grondona que serán declarados socios de honor, el 30 de junio se elige junta directiva quedando la sociedad presidida por Hilario Díaz quien se ve acompañado de: Miguel González, José García, Santiago Muñoz, Alejandro de la Cuerda, Clemente Garijo, José de Arjona, Luís Fernández, Salvador Franco y Benjamín Pinilla -presente en la junta de 1923-.

Tras conquistar el Torneo de Corpus ante la Cultural Deportiva Obrera y la S.D. María Cristina, transcurridos unos meses se produce la inauguración del Campo de Deportes de Palomarejos el domingo 30 de mayo de 1931 ante el Madrid F.C., cayendo derrotado ante los visitantes por 1-5 en un campo dotado con pista de seis metros alrededor del perímetro de juego. En el Torneo de Corpus el Toledo F.C. se enfrenta a partido único frente a una Selección local compuesta por representantes de la Agrupación Gimnástica Toledana, Racing Club de Toledo y el Colegio de Huérfanos -antes S.D. María Cristina-, alcanzándose como resultado un empate 1-1.

Con la llegada de Manuel Navarro a la presidencia el 8 de junio, la entidad blanca decide inscribirse en la Federación Centro integrada por sociedades de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, estrenándose en Segunda Categoría Ordinaria durante el Campeonato 31/32 con buen resultado pues, la ampliación geográfica que experimenta dicho organismo albergando a clubs de las provincias de Valladolid, Salamanca, Zamora, Segovia y Ávila con el consiguiente cambio de denominación a Federación Castellana, permite que los toledanos pasen a formar parte de la Segunda Categoría Preferente en la temporada 32/33. Participar en esta categoría implica la contratación de jugadores forasteros, muchos de ellos con orígenes alejados de la ciudad imperial, sufriendo reveses la economía del club la cual, en unión a la carestía de los desplazamientos y a la no boyante venta de abonos para presenciar los encuentros de casa, empieza a dar preocupantes evidencias de colapso.

Disputada la campaña 33/34 y conquistada la Copa de Toledo en 1934 a la que acuden clubs de la provincia, el titular del Campo de Palomarejos y los conjuntos locales Racing Club de Toledo, Deportivo Imperial, Agrupación Gimnástica Toledana, Cultural Deportiva Obrera y el Betis Balompié de Toledo, entidad de reciente constitución, pasado el verano la situación se vuelve alarmante y el número de encuentros disminuye considerablemente. El Toledo F.C. no renueva la licencia federativa para participar en el Campeonato de la temporada 34/35 y su último encuentro lo realiza en noviembre ante el madrileño Philips Club, entidad de Tercera Categoría ante la que cierra un historial cercano a las tres décadas de actividad con altibajos, idas y venidas y, sobre todo, un afán por ser el primer club de la ciudad.

Durante 1935 y 1936 el Campo de Palomarejos sirve como escenario de encuentros para distintos clubs locales como el Racing Club de Toledo, el Colegio de Huérfanos, Betis Balompié de Toledo, la Agrupación Gimnástica Toledana y nuevos clubs nacidos bajo el amparo de partidos políticos como la Sección Deportiva de Falange de las J.O.N.S. y el de la Agrupación Deportiva Tradicionalista que terminarán fusionándose en 1937, repartiéndose cada uno de ellos los favores de la afición ante la ausencia del hasta entonces club más representativo.

Con el inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, Toledo se convierte de inmediato en foco de cruentas batallas entre los ejércitos de ambos bandos enfrentados en una lucha fraticida por tomar la ciudad, quedando definitivamente la plaza en manos del ejército sublevado tras la llegada del general Varela a finales de septiembre. Después de unos meses de estabilización, el Campo de Palomarejos es incautado por parte de Falange Española y de las J.O.N.S. pasando a ser denominado Campo de Deportes de los Flechas como feudo idóneo para realizar mítines, concentraciones de toda índole para miembros del partido y encuentros entre los jóvenes de las diferentes centurias. A principios de 1937 se empiezan a disputar los primeros encuentros, ninguno al margen del ámbito militar o paramilitar, como el efectuado el 10 de enero entre los falangistas del Betis Balompié de Toledo y el también falangista, con miembros de origen canario destinados en la península, Las Palmas Azules F.C.

No destacarán más encuentros, a excepción de los que ocasionalmente disputan cadetes alumnos para alféreces provisionales frente a jugadores amateurs de la localidad, concentrándose la mayor parte de ellos a finales de año como los protagonizados el 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara, en el cual los trabajadores de la Fábrica de Armas conforman dos clubs denominados Santa Bárbara F.C. y C.D. Imperio cuya finalidad es recaudar fondos para la obra falangista Auxilio Social, fin que se repetirá el día 8 cuando se enfrenten el C.D. Imperio de la Fábrica de Armas y la Organización Juvenil, de la ya fusionada F.E.T. y de las J.O.N.S., surgida en abril.

Entre 1938 y 1939, a pesar de contar con tres escenarios deportivos como son el Campo del Polígono, el de la Fábrica de Armas y el Campo de los Flechas -Palomarejos-, tan sólo este último es el destinado para cualquier evento deportivo, surgiendo en 1937 desde la simiente falangista el España Deportiva como preámbulo de lo que posteriormente será el club más representativo de la ciudad.

HISTORIA DEL CLUB:

1939 – 1940

Finalizada la guerra en abril de 1939, prontamente desde el Consejo Nacional de Deportes que preside el general Moscardó bajo cuyas órdenes queda supeditada la Federación Española presidida por el teniente coronel Julián Troncoso, se insta a todas la localidades del Estado a reorganizar tan rápidamente como sea posible el panorama futbolístico conforme a la situación previa al conflicto bélico o, en su defecto, a constituir nuevas sociedades que tomen el timón en vistas al inminente comienzo de la temporada 39/40. En el caso de Toledo, desaparecido el hasta entonces titular Toledo F.C. desde 1934, sin ningún otro club que aspire a sustituirlo por limitaciones varias y teniendo el sindicato Central Nacional Sindicalista -dependiente de F.E.T. de las J.O.N.S.-, el total control del Campo de los Flechas, el vacío es estimable.

A medida que pasan los meses la ciudad es incapaz de generar un representante, siendo que el 14 de diciembre de 1939 el Estado decide dar una nueva vuelta de rosca y, bajo el amparo del C.N.S., crea la Obra Sindical Alegría y Descanso donde se pretende dar formación espiritual, cultural y física a todos los trabajadores sindicados. En obediencia al boletín interno de la C.N.S., desde la delegación local se procede durante los días posteriores a la emisión de la circular nº 18 a la selección de los mejores jugadores toledanos presentes en el Betis Balompié de Toledo, C.D. Imperio y en menor medida del S.E.U., el sindicato para estudiantes falangista, sumándose a los del España Deportiva que es el club empleado como base, quedando constituido el 26 de diciembre de 1939 el Imperial C.N.S. con trabajadores de la Fábrica de Armas, estudiantes y jugadores amateurs.

1940 – 1950

La nueva entidad, con personalidad jurídica diferente al Toledo F.C. -club desaparecido en 1934-, inicia su camino con una junta directiva compuesta por José Ruiz Martín en la presidencia, Juan Montero en la secretaría y la colaboración de los señores: Manuel Fernández, Generoso Rivas, José Sánchez, Saavedra, Vaquero y José Manuel Cánovas; adquiriendo sus hoy conocidos colores verde para la camiseta y blanco para el pantalón el señor Montero en un viaje a principios de 1940 a la capital estatal, donde los compra en el local La Flecha de Oro ubicado en la Plaza de Cascorro.

Fuera de la órbita de la Federación Castellana y empezado tiempo antes la Liga 39/40, el club disputa en sus primeros meses de vida encuentros frente a clubs de su entorno geográfico, destacando que el 25 de febrero de 1940, según la circular nº 27, la Obra Sindical de Alegría y Descanso pasa a denominarse de Educación y Descanso. El Imperial C.N.S. sólo puede participar en los campeonatos de E. y D. para clubs aficionados, coincidiendo en diciembre de 1940 dos hechos significativos como son, de un lado la adopción el día 1 del nuevo nombre de Educación y Descanso Toledo y, de otro, la creación de una Delegación Territorial de la Federación Castellana en Toledo con sede en la calle Nueva, 16, donde el club imperial establece su hogar.

Dentro mismo de la temporada 40/41, el E. y D. Toledo se proclama Campeón de la Copa Primavera al imponerse a doble encuentro a la A.D. Rayo Vallecano: victoria por 5-1 en el Campo de Palomarejos y, de regreso en Madrid, nueva victoria por 2-4. El éxito de la campaña llena de ilusión a los aficionados quienes, detrás de la directiva, desean competir abiertamente en los torneos organizados por la Federación Castellana, solicitándose el ingreso oficial el 1 de julio tras modificarse el nombre y adquirir el de Club Deportivo Toledo. El día 11 la Federación Castellana acepta los cambios y ubica al flamante C.D. Toledo en el Grupo II de Primera Categoría acorde a su campo y rango, tomando la presidencia el capitán Federico Inglés Sellés, delegado provincial de E. y D., con quien se es quinto dentro de un grupo de seis participantes. El gran éxito de la campaña llegará al obtener nuevamente la Copa Primavera tras superar en una igualada Final al C.D. Castilla, un conjunto madrileño que viste camisa verdiblanca con pantalón blanco y usa el Campo del Cerro del Pimiento.

Durante esos años en la ciudad castellana no sólo existe el C.D. Toledo, cohabitando temporalmente con otras sociedades como la Unión Deportiva Toledana, una sociedad que no prosperará, el Imperial Toledo, conjunto establecido en 1941 que, inscrito en Tercera Categoría, actúa como filial del Club Deportivo y comparte sede en la calle Nueva, además de otros de menor nivel como el Minerva, fomentado por el Colegio de los HH. Maristas, el Júpiter, arropado por la Fábrica de Armas, la Ferroviaria, sita en el barrio de Santa Bárbara que se reorganiza, el Imperial de Santo Tomé, el equipo militar Regimiento 44 ó el Betis de las Covachuelas.

En la campaña 42/43 el C.D. Toledo pasa a formar parte del Grupo I de Primera Categoría, consiguiendo el primer puesto y, por ende, el pase a Tercera División, una categoría reorganizada por la Federación Española cuyo primordial interés reside en la creación de una plataforma donde participen los clubs humildes más destacados, los representativos de la capitales o ciudades más importantes de cada provincia, así como clubs profesionales venidos a menos. El ascenso viene acompañado de su tercera Copa Primavera, estrenándose durante la edición 43/44 en el Grupo VI donde concluye séptimo compartiendo destino con clubs castellano-manchegos, madrileños, extremeños y castellano-leoneses. Destacar que en este torneo, en un encuentro ante el C.D. Cacereño en casa, el público invade el terreno de juego y agrede al colegiado siendo a continuación clausurado Palomarejos y su presidente, Federico Inglés, moralmente obligado a dimitir por las circunstancias. Andrés Marín Martín, alcalde de la ciudad, será quien tome las riendas hasta que en la campaña 44/45 Aurelio López Camarasa le sustituya.

En la sesión 45/46 se es tercero en Liga y se accede a la Fase Intermedia, no sobrepasándola al quedar cuarto mientras que en la edición 46/47, ya con Vicente Labandera en la presidencia, con distinta vara de medir en el desarrollo del torneo se termina tercero sin premio adicional, para ser séptimo en la edición 47/48. En la temporada 48/49, bajo el mandato de Pedro Rueda, el club experimenta una carrera ascendente que le lleva a ser cuarto, resultando exitosa la siguiente 49/50 cuando se obtiene el primer puesto dentro del Grupo IV. Esta posición le permite disputar la Fase de Ascenso a Segunda División a la que acceden los dos primeros clasificados de cada uno de los cinco grupos existentes, no teniendo demasiada suerte los toledanos al resultar quintos dentro de un grupo de seis aspirantes en el que termina ascendiendo la U.D. Melilla.

1950 – 1960

Iniciados los años cincuenta, el C.D. Toledo empieza a tener más dificultades para acceder a los primeros puestos siendo que la competencia con los clubs madrileños, muy fuertes y de la región, se hace más patente. Durante los primeros años de la década se invierten notables cantidades de dinero en costosos fichajes que no darán resultado, siendo en la temporada inicial 50/51 decimocuarto y décimo en la 51/52 para ser sexto en la edición 52/53. Por el club se suceden las presidencias con el paso de Antonio Losada, Manuel Martínez, Alejandro Viñuales y Mariano Díaz que coinciden con estas temporadas y las siguientes como la 53/54 en la que son decimoprimeros y 54/55 con un discreto octavo puesto. Los grandes dispendios en tratar de conseguir un mejor puesto pasan factura y en 1955 la deuda se establece en torno a las doscientas cincuenta mil pesetas de la época.

Con Luís López Ortega en la presidencia, puesto en el que se mantiene durante tres temporadas, el club solventa su deuda en parte gracias a la promoción de la cantera, escuela donde se forjan buenos jugadores como López Rico y su gran estrella, Cortés, que suben al primer plantel donde ejercen una gran labor, especialmente en la campaña 55/56 donde son terceros, siendo más discretas las temporadas 56/57 con el noveno puesto y la 57/58 con una poca atractiva decimotercera plaza. En 1959 Teodoro Torrijos asumirá la presidencia de la entidad verde, resultando la primera plantilla décima en un torneo donde los rivales siguen siendo, al igual que sucede con el resto de la década, clubs enrolados en las federaciones Castellana y Extremeña.

1960 – 1970

La etapa de Torrijos concluye en la campaña 60/61 con el decimocuarto puesto abriéndose en 1961 un periodo de decadencia donde Miguel Martínez, su nuevo presidente, es incapaz de mantener el club en Categoría Nacional y, después de un mal año, se desciende a Primera Regional tras ser decimoquinto dando cerrojo a casi veinte años de presencia continua entre lo mejor del fútbol nacional.

El titubeante fútbol toledano parece entrar en crisis y el momento, propicio para crear alternativas, es aprovechado por otros clubs para dar cuerpo a una sociedad que, dada de alta en la Federación Castellana el 1 de abril de 1960, aglutina a aficionados que defienden la presencia exclusiva de jugadores locales bajo la forma de Unión Deportiva Santa Bárbara, entidad resultante de la fusión producida entre el Carlos III, un club forjado en la Escuela de Aprendices de la Fábrica de Armas y el Alcázar Club de Fútbol, entidad constituida en 1953 que, federada, jugaba hasta esos momentos en Primera Regional empleando el Campo de Palomarejos. Con el paso de los años la amateur U.D. Santa Bárbara donde sus jugadores no cobran sueldo se convertirá en un club importante paseando sus colores íntegramente azules por su feudo, el Campo de Carlos III y el resto de los terrenos de juego castellano-manchegos, alcanzando la Tercera División en varias ocasiones hasta que la Fábrica de Armas, su principal valedor, cierre puertas en 1996 y se lleve consigo parte de la historia del balompié imperial.

Tras el fracaso de la campaña anterior en el principal representante local, el C.D. Toledo, en 1962 Martín Juanes-Quartero toma el testigo con la imperiosa necesidad de devolver a los verdes a Categoría Nacional, objetivo que finalmente se cumple de forma rápida formalizando su reingreso en Tercera División durante la temporada 63/64 con una plantilla renovada que, lejos de realizar un papel discreto, es capaz de ser subcampeona en el Grupo XIV tras la A.D. Plus Ultra. Esta plaza le permite promocionar para tratar de ascender a Segunda División, pero en la primera eliminatoria es barrido por el Xerez C.D.: derrota por 3-0 en el Estadio Domecq y empate infructuoso 2-2 en casa.

Con Emilio Gálvez, a este campeonato le suceden otros en los que tan pronto se ocupan posiciones cercanas a la Promoción, caso de la campaña 64/65 con el cuarto puesto, como se ven relegados al décimo puesto, caso de la edición 65/66, accediendo en la temporada 66/67 Mariano Rey con el que son quintos. Durante los últimos años de los sesenta la Tercera División Nacional sufre grandes cambios motivados por la cada vez más significativa creación de clubs y la necesidad de darles una conveniente salida deportiva. Las reestructuraciones son consecutivas y el C.D. Toledo sufre sus consecuencias realizando un deficiente torneo 67/68 que le lleva a Primera Regional por segunda vez en breve tiempo. Miguel Bajo es sustituido por Fernando Carrasco consiguiéndose retornar a Categoría Nacional, pero los cambios previstos para los primeros años setenta determinan que la RFEF establezca en la temporada 69/70 unas premisas para seguir en la categoría que los toledanos no superan al ser decimonovenos y terminan encadenando así un nuevo descenso.

1970 – 1980

Los años setenta van a ser bastante complicados tocando fondo deportivamente en una década donde el fútbol pasa a un segundo plano ante la existencia de alternativas para el ocio. Emilio Gálvez retoma el mando como ya hiciera un lustro antes pero, en esta ocasión, los resultados serán diferentes. En la campaña 70/71, dentro de la Primera Regional, se es decimocuarto, produciéndose la debacle en la campaña siguiente 71/72 cuando, decimoséptimo, se desciende a Segunda Regional. Martín Juanes-Quartero, presidente en una anterior etapa, es el elegido para reflotar la nave verde y llevarla a buen puerto, teniendo que trabajar duramente para recuperar un club que en los últimos años ha caminado hacia la deriva y a una afición que ha abandonado las gradas de Palomarejos ante la ausencia de incentivos.

En la temporada 72/73 se es segundo tras los pasos de la A.D. Alcorcón y se consigue retornar a Primera Regional coincidiendo con las obras en marcha de un Estadio del Salto del Caballo que se encargará de relevar al vetusto Campo de Palomarejos. Desde enero de 1972 hasta diciembre de 1973, el Campo de Carlos III de su vecino la U.D. Santa Bárbara será su destino como local, siendo básico para proclamarse Campeón en la edición 73/74 donde consigue ascender a Regional Preferente, una categoría de nuevo cuño a caballo entre la Primera Regional y la Tercera División. Para la inauguración del nuevo Estadio del Salto del Caballo, hecho sucedido el 23 de noviembre de 1973, se contratan los servicios del Club Atlético de Madrid, sociedad deportiva ante la cual se pierde por 1-3 anotando Luis Aragonés el primer gol.

Durante las temporadas 74/75, 75/76 y 76/77 el C.D. Toledo compite en Regional Preferente intentando dar el salto a Tercera División, un objetivo que se le resiste año tras año y que cambiará finalmente de tendencia en esta última edición gracias a los cambios realizados a nivel nacional con la creación de la Segunda División B, remodelación que causa por arrastre significativos cambios en las categorías inferiores en donde los toledanos salen beneficiados al ser impulsados para jugar en una superior competición.

De nuevo en Tercera División, primero con José Félix Ballesteros y luego con Francisco Barrientos en la presidencia se viven complicados y, a la vez, intensos momentos por cuando la composición de los distintos grupos de este nivel nacional presenta grandes problemas para los clubs al abarcar grandes áreas geográficas que ocasionan grandes dispendios. Lejos de las competiciones de los años sesenta donde los clubs castellano-manchegos jugaban con clubs extremeños, en esta ocasión se determinan grupos donde a los toledanos les toca jugar con canarios, castellano-leoneses, murcianos y aragoneses, siendo muchos los kilómetros recorridos. No obstante, los resultados deportivos son excelentes destacando la campaña 78/79 con un brillante cuarto puesto, cerrando la década con el noveno puesto en la sesión 79/80.

1980 – 1990

Con el cambio de década la Tercera División sufre una nueva remodelación aumentándose el número de grupos y participantes. A la Federación Castellana le es concedido un grupo único para sus asociados, concretamente el VII pero, paradójicamente, dichos cambios coinciden con un bajón deportivo del conjunto verde y la temporada 80/81 concluye con el vigésimo puesto y el descenso a Regional Preferente.

De nuevo en Categoría Regional, la campaña 81/82 es decepcionante al ser decimotercero clasificado, mejorando significativamente en la edición 82/83 al ser sexto y 83/84 con el tercer puesto, pero volviendo a realizar un pésimo torneo en la temporada 84/85 donde se es decimosegundo. La llegada de Manuel Torres a la presidencia en enero de 1986 será fundamental para recuperar el terreno perdido y, tras una mediocre temporada 85/86 en la que no se puede evitar repetir el decimosegundo puesto, en la edición 86/87 se refuerzan todas las líneas conscientes de que la Tercera División va a ser remodelada por enésima vez a consecuencia de la ampliación de la Segunda División B a cuatro grupos y existen serias opciones de ascender, al constituirse la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha en 1986 y otorgar la RFEF un grupo para este neonato organismo. El C.D. Toledo no logra su objetivo en primera instancia al ser séptimo, consiguiéndolo en la Promoción al superar cómodamente al C.D. La Roda: 4-1 en casa y victoria a domicilio en la localidad albaceteña por 1-3.

Con Manuel Torres el conjunto verde experimenta una progresión ascendente, consiguiendo en la temporada 87/88 un excelente tercer puesto que le deja muy cerca del ascenso directo a Segunda División B, objetivo que sí se logra en la campaña 88/89 cuando se obtiene la primera plaza y el acceso a la categoría de bronce, categoría antes nunca alcanzada. El estreno en el tercer nivel nacional se efectúa en la campaña 89/90 con José María Martínez como entrenador, consiguiendo un meritorio noveno puesto que place a la afición.

1990 – 2000

Si difícil es llegar a esta categoría, más difícil es mantenerse, no perdurando demasiado la alegría al realizar en la campaña siguiente 90/91 una discreta participación en la que concluyen decimoséptimos descendiendo a Tercera División. El conjunto toledano lejos de amilanarse por este receso deportivo, afronta con ilusión la temporada 91/92 proclamándose nuevamente Campeón. En esta ocasión ha de disputar la Promoción para tratar de ascender, consiguiendo liderar un grupo en el que oposita con: Algeciras C.F., Moralo C.P. y C.D. Mármol Macael llevándose el premio final. De nuevo en Segunda División B, durante la campaña 92/93 se realiza un excelente torneo en el que es la revelación del grupo y consigue la tercera plaza con el cacereño Paniagua como máximo anotador. Dicho puesto le permite promocionar para posibilitar su salto a Segunda División A y la oportunidad, afortunadamente no la desaprovecha pues contra todo pronóstico supera a históricos como Deportivo Alavés, Real Jaén C.F. y U.E. Sant Andreu consiguiendo un merecido ascenso a la categoría de plata, el segundo nivel nacional, por vez primera en su historia.

Con el técnico madrileño Gonzalo Hurtado y el exitoso mandato del presidente Emiliano Carballo, los mismos que consiguen el ascenso, el C.D. Toledo realiza un extraordinario campeonato 93/94 de debut dentro de la categoría de plata en el que a punto está de dar la sorpresa y ascender a Primera División encadenando un segundo ascenso, no siendo así al ser cuarto en Liga y perder todas sus opciones en la Promoción de Ascenso cuando juega como aspirante ante el Real Valladolid C.F.: 1-0 en casa con gol de Paniagua y derrota por 4-0 en Pucela. De esta histórica temporada formada por una gran plantilla cabe destacar jugadores como: Villalvilla, Toño Castro, el venezolano Abel, el ruso Moj, Lolo, Camarasa, Parada, Moreiras, Dani, Catali, Paniagua, Sigüenza, Pardina o Marina. En la temporada 94/95 el equipo pierde efectividad y pese al acierto del delantero De Diego se retrocede al undécimo puesto.

Coincidiendo con el cierre de la temporada 94/95, la segunda de los toledanos en categoría profesional, en cumplimiento con la normativa establecida por el Consejo Superior de Deportes finalmente y tras muchas dificultades para que el club se transforme en Sociedad Anónima Deportiva, se reúnen los 298 millones de pesetas fijados como capital social presentándose el 30 de junio de 1995 las escrituras de constitución en el Registro quedando estas aprobadas el 6 de julio por el CSD, trámite por el cual acaba convirtiéndose en Club Deportivo Toledo, S.A.D. En la campaña 95/96, mediados el campeonato, García Calderón sustituye a Hurtado y el equipo queda finalmente noveno destacando de la plantilla jugadores como Víctor y Urban, siguiéndole una decepcionante campaña 96/97 en la que con Juan Casuco en primer lugar y Emilio Cruz a continuación, la plantilla no rinde y son decimocuartos. En el Campeonato de España realiza un digno papel al caer en octavos ante el R.C.D. Mallorca, tras eliminar previamente a: Racing Club de Ferrol, Real Murcia C.F. y Real Valladolid C.F.

En la temporada 97/98 el club verde afronta su quinta campaña en la categoría de plata resultando duodécimo con Sergio Egea en el banquillo y jugadores como Rufete y Jurado como más destacados. De exitosa puede considerarse la campaña 98/99 con el técnico Gregorio Manzano en la dirección técnica, pues se es séptimo en Liga y se realiza un meritorio fútbol con Quini y Losada como máximos estiletes. Sin embargo todo tiene un fin y en la temporada 99/00, apurando el final de siglo, el C.D. Toledo pierde la categoría tras no solventar ni Miguel Ángel Portugal ni Sánchez Duque la complicada papeleta de obtener la permanencia con una plantilla bastante ajustada que ha perdido potencial respecto a las antecedentes y que, en gran parte del campeonato, ocupa el farolillo rojo. Al final es vigésimo segundo y colista, descendiendo a Segunda División B y cerrándose el ciclo más glorioso del club toledano de la verde águila.

2000 – 2010

Descendido a Segunda División B, el nuevo milenio lo estrena con Fernando Jerez en la presidencia consiguiendo el cuarto puesto con una plantilla que aún destella rastros de calidad tras su paso por la categoría de plata. Sin embargo, el objetivo del ascenso no se consigue pues en la Promoción será tercero superado por Xerez C.D. y Cultural y Deportiva Leonesa, siendo colista la U.D. Atlético Gramanet. En la edición 2001 del Campeonato de España se alcanzan los dieciseisavos de Final siendo eliminados por el Rayo Vallecano de Madrid al caer 0-1, pero habiendo dado la campanada en la anterior ronda tras superar por 2-1 con goles de Cidoncha e Israel González al potente Real Madrid C.F.

A este malogrado intento de recuperar la categoría de plata le sigue una etapa en la que el club va a menos en el aspecto deportivo retrocediendo paulatinamente a los puestos noveno en la edición 01/02 y decimosegundo en la sesión 02/03, siendo esta negativa tendencia culminada con el descenso a Tercera División una vez concluida la campaña 03/04 en la que es decimoctavo.

Con Ramón García Samaranch desde 2003, el club verde intenta regresar lo antes posible a la categoría de bronce, siendo sus tentativas frustradas durante varias temporadas pese a que oportunidades no le faltan. Tras una decepcionante campaña 04/05 en la que son décimos, en la temporada 05/06 consiguen ser terceros en Liga pero en la Promoción, donde todo se juega a una carta, tras eliminar en Semifinales a la A.D. Cerro de Reyes Badajoz Atlético: 3-2 en casa y 0-2 en Badajoz; son eliminados por el Racing Club Portuense en la Final: 0-1 en casa y 1-0 en El Puerto de Santa María. En la campaña 06/07 repiten tercer puesto en Liga y los mismos pasos en la Promoción, pues en este caso eliminan en Semifinales al Coruxo F.C.: 2-0 en casa y 2-2 en Vigo; y caen en la Final ante el Algeciras C.F.: 0-1 en casa y 1-1 en el Nuevo Mirador. En la campaña 07/08 se incorpora Pedro Pablo Gómez Ovejero a la presidencia consiguiendo proclamarse Campeones de Liga. Cuando todo parecía encaminado a obtener el éxito, en la Promoción de Ascenso después de eliminar en Semifinales al Vélez C.F.: 1-0 en la ida y 1-0 en casa con triunfo en los penaltis; son eliminados en la Final por el Sangonera Atlético C.F.: 1-1 en la pedanía murciana y 1-2 en El Salto del Caballo ante la tremenda decepción de sus seguidores.

Confiados en sus fuerzas, el ansiado ascenso a Segunda División B llega en la campaña 08/09 con el técnico alcalaíno Luis Díaz tras ser Campeones nuevamente en Liga y conseguir en la Promoción imponerse al C.D. San Roque de Lepe: 0-0 en la localidad onubense y 3-0 en casa; cerrando un ciclo de cinco años alejado de la élite futbolística. Sin embargo, el retorno y reestreno de la temporada 09/10 no cumple con la expectativa inicial cual es conseguir la permanencia, mostrándose el conjunto imperial dubitativo y ocupando puestos rezagados durante todo el torneo, trayectoria que finalmente le hace ser decimosexto. Este puesto le obliga a defender su plaza en la Promoción de Permanencia frente al C.D. Roquetas, perdiendo la categoría tras ser derrotado 1-0 en la localidad almeriense y empatar 1-1 en casa, con gol forastero obtenido en el último minuto del encuentro.

2010 – 2020

La nueva década empieza con buen pie pues en el aspecto deportivo el club imperial no tarda mucho en recuperar su plaza en la categoría de bronce ya que de excelente puede considerase la campaña 10/11 en la que se proclama Campeón del grupo castellano-manchego y además obtiene el ascenso directo en la Promoción de Campeones tras eliminar al Náxara C.D. con un asequible 4-0 en casa y empatando 1-1 en la localidad riojana de Nájera. El reestreno en Segunda División B de la temporada 11/12 no será tan halagüeño, pasando por el banquillo dos técnicos como Manolo Alfaro y Antonio Acosta que se ven incapaces para evitar enmendar una plantilla descompensada que concluye decimoséptima a dos puntos de la hipotética salvación.

Nuevamente en el Grupo XVIII castellano-manchego de Tercera División, el comportamiento de los toledanos se identifica como el de un equipo ascensor que en el cuarto nivel compite muy cómodo cambiando radicalmente la situación cuando lo hace en el tercero. Así pues, ajustándose a su papel, en la temporada 12/13 conquista la primera plaza de su grupo con bastante holgura respecto al segundo clasificado, obteniendo el pase a la Promoción de Campeones donde se enfrenta como rival al Extremadura U.D., de Almendralejo. En el encuentro de ida el resultado ofrece tablas 3-3, consiguiendo el ascenso de categoría al empatar nuevamente en casa, pero en esta ocasión 0-0 con el valor doble de los tantos obtenidos a domicilio.

La temporada 13/14 se juega en el Grupo II de Segunda División B junto a clubs vascos, castellano-manchegos, madrileños, canarios, navarros y aragoneses con el técnico Imanol Idiakez en el banquillo consiguiéndose un meritorio tercer puesto tras Sestao River Club y C.D. Leganés que le permite soñar con el ascenso a Segunda División A, pero este no se logra al ser incapaz de superar en Cuartos de Final al Club Lleida Esportiu: 1-1 en casa y derrota por 2-1 en la capital catalana. Pasados a la campaña 14/15, el club verde ficha como técnico a Josip Visnjic con el cual se pretende dar el salto de categoría pero, tras tener bastantes opciones para finalizar entre los cuatro primeros clasificados, una mala fase durante el último cuarto liguero les lleva a ser novenos.

Copyright Texto historiales LaFutbolteca.com

BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:

  • Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
  • Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
  • C.D. Toledo: 70 años de historia. Ángel Friginal y Julián Cano. Jer Publicaciones (1999).
  • Fútbol en Castilla-La Mancha. Juan Jiménez Ballesta. Ediciones Llanura (2005).
  • Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
  • Anuarios de la RFEF.
  • Archivo privado de Enrique Sánchez Lubián.
  • Heraldo Toledano. Diario.
  • El Castellano. Diario.
  • El Alcázar. Diario.
  • www.elmundodeportivo.es/hemeroteca Diario deportivo.
  • www.diariotoledo.com Diario.

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