Historial del Sport Club de La Plana
DATOS GENERALES:
- Nombre completo: Sport Club de La Plana
- Ciudad: Castellón de La Plana / Castelló de La Plana
- Provincia: Castellón / Castelló
- Comunidad Autónoma: Comunidad Valenciana / Comunitat Valenciana
- Fecha de constitución: 26 de agosto de 1933
- Fecha de federación: 4 de septiembre de 1933
CAMBIOS DE NOMBRE:
- Sport Club de La Plana (1933-1936)
TÍTULOS NACIONALES:
0 Ligas de Categoría Nacional:
ESTADIO:
- Nombre: Campo de El Sequiol
- Año de inauguración: 3 de noviembre de 1923
- Cambios de nombre:
- Campo de El Sequiol (1933-1936)
- Capacidad: 8.000 espectadores
OTROS ESTADIOS:
- Campo de El Sequiol (1933-1936)
TRAYECTORIA EN LIGA:
ESCUDOS DEL SPORT CLUB DE LA PLANA. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
UNIFORMES DEL SPORT CLUB DE LA PLANA. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
ORÍGENES DEL FÚTBOL EN CASTELLÓN DE LA PLANA:
El municipio y ciudad valenciana de Castelló de la Plana, capital de la provincia homónima y de la comarca de La Plana Alta, situado junto a una gran planicie rodeada de un vergel de naranjos, frondosas huertas y bañada de cerca por las orillas del Mar Mediterráneo, con algo más de ciento setenta mil habitantes de los cuales unos quince mil residen en la localidad marítima de El Grau y hasta no hace muchas décadas un importante centro agrícola, en los últimos años ha sufrido una transformación espectacular habiéndose convertido gracias al asentamiento de varias instituciones en un considerable foco industrial, de servicios, ocio y cultural.
En cuanto a la implantación del fútbol, Castelló de la Plana es una de las localidades pioneras dentro del ámbito regional. Con poco más de treinta mil vecinos, cuenta la tradición que Enrique Beltrán, cultivado en Estados Unidos en el arte del rugby y del fútbol, a principios de 1906 intentando enseñar a sus convecinos de las maravillas del rugby se dio cuenta de que estos mostraban mayor simpatía por el fútbol, montando un equipo en la explanada del Campo de Tiro de Pichón -también denominado del Hospital-, que pronto tuvo renombre en la zona. En marzo de 1906 el denominado Club Deportivo Castellón que vistió camisa y pantalón blancos fue ya una realidad siendo que, con motivo de las fiestas patronales de la Magdalena, se concertó un encuentro frente al F.C. Valencia, el primitivo representante de la capital hermana, derby del cual se desconoce el resultado pero que, al parecer, dejó grato recuerdo en las huestes valencianas a tenor del recibimiento y trato ofrecido contando entre sus miembros a equipiers como Pere Viciano, Echevarría, Colón, Giles, Diberión y los hermanos Vedrí entre otros.
Del Club Deportivo se guardan noticias hasta mediados los años diez, surgiendo en 1912 el Sport Club Castalia, una entidad paralela con la que se mantuvo cierta rivalidad y que vistió camisa azulgrana con pantalón negro en sus inicios para luego cambiar a camisa verdiblanca con pantalón blanco. El Sport Club Castalia disputó sus encuentros en un recinto acomodado junto a la Carretera de Valencia y durante los años diez fue el club representativo de la ciudad, destacando sus enfrentamientos especialmente frente a clubs de la ciudad del Turia que solían arrastrar muchos aficionados a su campo de juego. Por sus filas, entre otros muchos, pasaron jugadores como Marino, Pere Viciano -que lo hizo también en las filas del Club Deportivo-, Benedito, Joaquín Ballester, Tirado, Juan Gallego, Pakintong, Sixto, Aguilar, Peña, Canós ó Pepe Dolz, todos de gran recuerdo.
Fruto del éxito de este deporte entre casi todos los vecinos castellonenses, haca el año 1916 en las calles y colegios de la ciudad muchos fueron los escolares y adolescentes que practicaron con asiduidad tan sana disciplina y así, pronto surgieron nuevos clubs para deleite de jóvenes y aficionados como el Obelisco F.C., la Cultural Deportiva, el Regional F.C., el Ribalta F.C., el Sevilla F.C., el Iberia F.C. o el Marino F.C., estos dos últimos recién iniciados los años veinte.
Junto a estos, en 1916 y al abrigo del Centro Republicano, nació el Cervantes Foot-ball Club, una entidad muy seria en su cometido que dispuso de varios equipos en función de la edad de sus componentes quienes, según crecían, iban pasando al primer equipo o bien recalando en otras sociedades. Formado por jóvenes adolescentes o muchachos en edad juvenil que recién empezaban a trabajar, el Cervantes F.C. se uniformó originariamente con una camisa tricolor a rayas verticales provista de los colores propios de la ideología que defendía el Centro Republicano, tomando con el paso del tiempo una gran consideración entre sus rivales al presentar plantillas capaces de conquistar el Campeonato Local de 1919 que organizaba la Federación Castellonense. El conjunto cervantino, con una estrella blanca de cinco puntas bordada como escudo, fue uno de los cinco asistentes junto a Ribalta F.C., Castalia F.C., Regional F.C., y Obelisco F.C. que acudieron a la reunión de Alicante del 28 de diciembre de 1919 en la cual se acordó dividir la recién creada Federación Regional Levantina de Clubs de Foot-ball en dos secciones: una Norte que acaparase las provincias de Teruel, Castellón y Valencia; y una Sur para Alicante, Murcia y Albacete, empezando desde ese preciso instante a ganar importancia a nivel regional.
En la temporada 20/21, dentro del primer Campeonato Regional organizado por la Federación Levantina, el Cervantes F.C. se impuso contra todo pronóstico en la Sección Norte al todopoderoso y gran favorito Gimnástico F.C., de Valencia, alcanzando la Final donde se las veía a doble encuentro con el campeón de la Sección Sur, el Levante F.C., de Murcia. El encuentro de ida, disputado el 20 de marzo de 1921 en el Campo Torre de la Marquesa, finalizó con un ajustado 1-0, disponiéndose que el encuentro de vuelta se llevase a cabo el día 27 en el Stadium Valenciano, sede del Gimnástico F.C., para así tener mayor taquilla. Finalmente se impusieron los verdiblancos por 0-2 llevándose a Murcia el Campeonato Regional y la participación en el Campeonato de España como premio adicional.
Registrado el 30 de agosto de 1921, los éxitos del Cervantes F.C. y la presencia cada vez más sensible del fútbol castellonense en el concierto regional, fomentaron en la ciudad la idea de que era necesario contar con un club fuerte que representase a todos los sectores. El club cervantino, el más notable de todos y provisto de los mejores jugadores, repentinamente se convirtió en el favorito de la prensa, formándose dos tendencias en la entidad totalmente contrapuestas: una a favor del cambio de nombre dispuesta a empezar desde cero al margen de ideologías políticas y otra, totalmente contraria, recelosa de perder su identidad y significativamente conservadora.
La suerte estaba echada y para el 20 de julio se convocó en el Centro Republicano de la calle Ruiz Zorrilla una asamblea extraordinaria donde ambas ideas debían pasar por las urnas. Tal y como se esperaba, expuestas las razones sobre la mesa por cada bando no hubo unanimidad, sino un tenso enfrentamiento donde los defensores del cambio liderados por Tadeo Mallach se impusieron por 46 votos a favor sumando los tradicionalistas de Rafael Farnós, 34. La ruptura se consumó y el Cervantes F.C. quedaba disuelto a la par que se constituía el Castellón Foot-ball Club según acordaban los socios fundadores presentes, eligiéndose a continuación una junta directiva donde Mallach resultaba presidente. Entre los acuerdos, al margen de la denominación, se preveía vestir una camisa tricolor con los tonos azul, naranja y verde en disposición horizontal que representaban respectivamente al mar, naranjos y huerta tan característicos de la ciudad. La rápida contratación del Cette F.C. francés para realizar el debut el viernes 28, futuro subcampeón de la Copa Charles-Simón y con el que perdió por 0-2, impidió confeccionar la nueva camiseta, adquiriéndose a toda prisa una blanca combinada con pantalón negro que resultaría definitiva. En cuanto al nombre, tampoco se siguió el acuerdo original y hechos los carteles se anunciaba la nueva sociedad como Club Deportivo Castellón en atención a las posibles nuevas disciplinas que pudieran practicarse.
El parto del C.D. Castellón como sociedad destinada a convertirse en más representativa de la ciudad no fue sencillo y, a finales de 1922, tuvo que superar la constitución de un nuevo Cervantes F.C. integrado por exsocios disconformes con la reciente disolución del añorado club del mismo nombre que vestían camiseta verde con pantalón negro y del Castellonense F.C., una sociedad que jugaba en el Campo de la carretera de Valencia con cierto nivel y vestía camiseta roja con pantalón azul. Fruto de su empuje, con el paso del tiempo dejó por el camino al propio Cervantes F.C. que languideció hacia 1925 y al S.C. Castalia, el hasta entonces decano que se diluyó hacia 1926 quedando expedito el camino para que los albinegros no tuvieran rival a nivel local.
Propietario del Campo de El Sequiol inaugurado el 3 de noviembre de 1923 ante el Real C.D. Español, de Barcelona con victoria forastera por 2-3, el C.D. Castellón fue creciendo en el panorama regional militando en la Serie A o Primera Categoría valenciana hasta el punto de proclamarse campeón absoluto de la temporada 28/29 y a partir de 1930 a nivel nacional disfrutando de una plaza en Segunda División. La categoría de plata en aquellos tiempos estaba compuesta por un grupo único de diez participantes representantes de toda la geografía española, muy exigente y con larguísimos desplazamientos que requerían de un amplio fondo de armario económico para sobrevivir, aguantando la entidad blanquinegra las campañas 30/31 y 31/32 con estoicismo hasta que llegó el verano de 1932.
Con una deuda de cuarenta y tres mil pesetas, entre junio y julio tuvo una Junta Gestora que responsabilizarse de mantener en activo al club, saliendo a principios de agosto Juan Traver elegido como presidente con quien, al menos, se recobró cierto orden consiguiendo concluir el club de La Plana el Campeonato Regional en segundo puesto tras el Valencia F.C. Sin embargo el Campeonato de Liga de Segunda División era otra cosa. Con una plantilla a la que le faltaba de todo, los albinegros salieron a competir el torneo 32/33 en inferioridad de condiciones respecto al total de sus rivales encajando, además de continuas derrotas, numerosas y dolorosas goleadas que dolieron y mucho a una afición que, poco a poco, fue incrementando su malestar.
El 29 de enero de 1933, coincidiendo con la disputa de la décima jornada en un encuentro en casa frente al Oviedo F.C. con 0-2 en el marcador, la afición muy molesta con la actuación del colegiado, Sr. Ostalé, empezó a increparle hasta saltar un grupo de energúmenos al terreno de juego para agredirle y requerir el trencilla de varios puntos de sutura. El Campo de El Sequiol, en aplicación de la normativa federativa, fue cerrado por tres meses obligando al club de La Plana a jugar en otro recinto que no fuese el titular barajándose la posibilidad de jugar en Burriana o Sagunto, algo que no era del agrado de la Federación Valenciana. Reunida ésta para analizar la situación, se determinó que fuese el valencianista Campo de Mestalla el indicado para soportar el castigo, una solución que no gustó nada en Castellón negándose los albinegros en redondo a desplazarse hasta la capital regional y no presentándose en el encuentro de Liga como local ante el Club Celta de Vigo.
Cerrada a cal y canto la voluntad de los gestores albinegros de no jugar en Valencia, el C.D. Castellón no se presentó como local en los restantes encuentros ante C.D. La Coruña, Sporting Club de Gijón y Club Atlético Osasuna concluyendo la Liga décimo y colista con cuatro puntos siendo adjudicados los dos puntos en disputa en cada encuentro a aquellos rivales con los que no jugó. Relevado Juan Traver por Francisco Doménech Casanova en la presidencia, la ruptura entre castellonenses y Federación Valenciana fue total interviniendo la Federación Española quien, Reglamento en mano, en abril impuso distintas multas a los castellonenses por incomparecer ante varios de sus rivales, enrareciéndose si cabe más el entorno albinegro cuando el 18 de mayo de 1933, muy enojada, dimitió en bloque la directiva de Doménech dejando al club sin dirección. Perdida la Segunda División, eliminados del Campeonato de España y sin relevo, una Junta Gestora se hizo cargo de una nave abocada al desastre no pudiéndose culminar la actuación deportiva emprendida en la Copa del Mediterráneo, un torneo en el que participó junto a clubs valencianos, catalanes y baleares, quedando prácticamente sin actividad.
Finalizada la temporada, en la Asamblea anual de la Federación Española de Fútbol que se celebró en Madrid el 21 de julio de 1922 y en la que se trató como punto importante en el acta del día la retirada del C.D. Castellón y sus consecuencias, los delegados de los clubs contra los que no se presentó el equipo castellonense en el Campeonato de Liga -Club Celta de Vigo, Sporting Club Club de Gijón y Club Deportivo de La Coruña-, a excepción del representante del Club Atlético Osasuna, exigieron una indemnización por los perjuicios ocasionados, sumándose a continuación el delegado del Athletic Club, de Madrid quien, entendiendo que no se podía actuar de este modo representando la actitud de los albinegros un desprecio a las normas y al resto de los clubs con quienes compartió destino, sugirió que el C.D. Castellón fuese expulsado y que, a partir de entonces en adelante, se procediese de igual modo con aquellos clubs que no acudiesen a competir una vez iniciado cualquier torneo por causas disciplinarias.
Gracias a la intervención de D. Antonio Cotanda, presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, no se decretó la expulsión inmediata del club y se le concedió un plazo de una semana que terminaron siendo más para que abonasen la deudas contraídas que ascendían a treinta y cinco mil pesetas, una fortuna por entonces, repartidas entre los impagos de sueldos de los jugadores, al exentrenador Ruete, al exmasajista Balsa, a la propia Federación Valenciana y a los clubs de Segunda División anteriormente mencionados. Vencido el plazo semanal el 28 de julio, la directiva dimitida, como era de suponer, no se presentó ni en Valencia ni en Madrid para abonar la deuda pendiente y automáticamente se le tramitó, con la supervisión del secretario D. Ricardo Cabot, labaja como club federado, amenazando con la retirada de sus derechos y pudiendo quedar, como se le había indicado, expulsado. En la Federación Valenciana, como órgano subordinado, protegiéndose los intereses del club más representativo de la provincia de Castellón se miró hacia otro lado y la expulsión quedó limitada a no concurrir en la Serie A como mal menor al no haber satisfecho los blanquinegros la deuda contraída con el organismo valenciano, quedando todos sus jugadores libres para tramitar sus fichas con otros clubs locales, de la región, incluso fuera de ella quienes los aceptaron encantados.
A principios de agosto la Federación Española dio un nuevo plazo de cuarenta y ocho horas para recaudar parte del importe de la multa y facilidades para pagar el resto antes del 31 de octubre, decisión que fue desconsiderada por la directiva blanquinegra que se sintió no representada por la nacional pensando inocentemente en que su futuro estaba reservado solo para competir en la Federación Valenciana. De hecho, se contrataron algunos jugadores para competir en la Serie B de la sesión 33/34, eligiéndose el 8 de agosto a Alfredo Bernat como nuevo presidente. Nada terminó como se imaginaba. El 16 de agosto, presionada por la Española, la Federación Valenciana decidió expulsar definitivamente al C.D. Castellón y al Sporting Club Sagunto, un club en similares circunstancias, de su seno originándose en Castellón un silencio estremecedor.
HISTORIA DEL CLUB:
1933 – 1936
Advertida la directiva blanquinegra de que la Federación Valenciana les había retirado los derechos federativos para competir en cualquiera de las categorías de la que ésta era titular, el C.D. Castellón convocó una Asamblea para el día 22 en la que se explicó a los socios la situación dramática en la que se hallaba la sociedad dándose un término de unos días para decidir cómo actuar. Trasladados algunos directivos hasta Valencia para conocer de primera mano cuál era su futuro, allí se les confirmó que su baja federativa había sido ordenada desde Madrid y que, en el caso de desear inscribir un nuevo club y empezar de nuevo, siempre que no constasen algunos de los directivos de la última etapa allí tenían las puertas abiertas beneficiándose de comenzar en la Serie B.
Comunicado el resultado del viaje al club, éste entendió que no había nada que hacer y, después de consensuarlo bien y antes de quedarse sin fútbol federado, con diferentes socios a los de la última directiva el 26 de agosto quedó constituido el Sport Club de La Plana, nueva sociedad con sede en la misma Calle González Chermá, 51. Aprobado el usufructo del Campo de El Sequiol y vestir camiseta blanquinegra con pantalón blanco como su antecesor del que era heredero, el día 31 fue presentado y depositado en el Gobierno Civil el Reglamento de la sociedad quedando, el día siguiente, inscrito en la Federación Valenciana con la estrecha supervisión de la Federación Española que deseaba evitar posibles trucos.
Considerado como de Serie B tal cual se le prometió unos días antes, presidido inicialmente por Miguel González a la espera de elegir una Junta más asentada en posterior fecha, el club albinegro debutó en el campeonato 33/34 con bastante acierto al proclamarse campeó del Grupo Norte por delante de Nules F.C., C.D. Villarreal y C.D. Almazora, celebrándose el 20 de octubre una Junta General en la que se eligió una nueva Junta Directiva presidida por Adolfo Vedrí en la cual Eduardo Marco era vicepresidente, Jesús Mezquita secretario y vocales los señores Miguel González, Enrique Gallego, Vicente Salvador y José Lara.
La plantilla, demasiado potente para competir en la Serie B y del montón para hacerlo en la Serie A, quedó formada por algunos exjugadores con contrato vigente en el C.D. Castellón, algunos más procedentes del Athletic Club de Castellón, conjunto amateur segundo en importancia dentro de la ciudad y otros de los más destacados que rendían en el campeonato local como la U.D. Grao, el Racing Club, la Peña Deportiva Ribalta, el Martinenc, el Gimnástico, el Levante, el C.D. Español y el C.D. Victoria, presentando un once competitivo que resultó exitoso ascendiendo a la Serie A.
Llegados al mes de diciembre y con vistas a ver qué club se proclamaba vencedor general de la Serie B, C.D. Gandía, Athletic Club Torrente y Sport Club de La Plana se enfrentaron en un mini torneo entre sí saliendo vencedor el club castellonense por lo que, en un breve espacio de tiempo, la ciudad volvía a recuperar el pulso futbolísticamente tras el fiasco reciente. Sin embargo, según el sistema competitivo que regía por entonces, para ascender a la Serie A era necesario la disputa de una Promoción en la que se medían los dos últimos clasificados de la Serie A y los tres campeones de los respectivos grupos de la Serie B. C.D. Republicano Burjasot y S.D. Burriana de la categoría superior y Sport Club de La Plana, C.D. Gandía, Nules F.C. y Athletic Club Torrente se vieron inmersos en un torneo en el cual, una vez finalizado en junio de 1934, ascendieron Sport Club de La Plana y Nules F.C. conservando su plaza la S.D. Burriana.
En la temporada 34/35 la Federación Española estableció los Campeonatos Superregionales mediante los cuales los más destacados clubs de Primera Categoría pasaban de competir en los históricos torneos regionales a estar implicados en torneos con clubs procedentes de regiones colindantes geográficamente. Esta decisión causó mucho daño en algunos clubs que quedaron privados de enfrentarse a los más destacados del panorama regional pero benefició a otros que, de repente, se vieron ante clubs nunca antes vistos además de con muchos kilómetros encima. Ausentes Valencia F.C., Levante F.C. y Gimnástico F.C. al participar en el Superregional, los tres restantes clubs de Primera Categoría o Serie A, es decir, Nules F.C., S.D. Burriana y Sport Club de La Plana jugaron un torneo en el que se proclamó campeón el Nules F.C. En cuanto al club albinegro, desde el 13 de julio de 1934 había variado su Junta Directiva siendo proclamado presidente Vicente Casabó Mus, vicepresidente Juan Recasens, tesorero Pascual Alonso y secretario Jesús Mezquita. Aprobado en agosto que se creara un grupo para determinar qué dos clubs jugarían en el campeonato de Segunda División, pertenecientes a la Federación Valenciana se presentaron Sport Club de La Plana, S.D. Burriana y Gimnástico F.C., de Valencia mientras que, por la Federación Murciana lo fueron Alicante F.C., Cartagena F.C. y Elche F.C. en un interesante torneo donde el Gimnástico F.C., muy superior y el Sport Club de La Plana, por un solo punto, consiguieron el billete para la categoría de plata.
El regreso de un club castellonense a Segunda División, sabido de sobra que C.D. Castellón y Sport Club de La Plana venían a ser lo mismo, no hizo gracia en la Federación Española y, especialmente, a su secretario Ricardo Cabot todavía molesto por la deuda no cancelada por los albinegros pero, jurídicamente se trataba de dos clubs distintos. Encuadrado en el Grupo III junto a Hércules F.C., Murcia F.C., Levante F.C., Elche F.C., C.D. Malacitano, Gimnástico F.C., de Valencia y Club Recreativo de Granada, por este orden pero con los castellonenses como colistas terminó el campeonato demostrándose sobre el terreno de juego, pese a los refuerzos, que entre éstos y el resto había un gran trecho.
Fuertemente goleado en la mayor parte de los encuentros sólo se venció uno ante el Club Recreativo de Granada y empató otro frente al Levante F.C. siendo un desastre en lo deportivo y en lo económico pues a los elevados gastos en desplazamientos se unieron unas débiles taquillas en El Sequiol confirmando que la afición estaba lejos del esfuerzo de los directivos. Al iniciarse la campaña 35/36 la Federación Española amplió los grupos superregionales y estableció uno conjunto para las federaciones valenciana y murciana donde tendrían cabida Valencia F.C., Levante F.C., Gimnástico F.C., de Valencia, Hércules F.C., Murcia F.C. y el vencedor de una eliminatoria entre Cartagena F.C., Elche F.C. y Sport Club de La Plana donde los castellonenses quedaron apeados.
En septiembre de 1935 Miguel González fue elegido presidente compitiendo los albinegros en el campeonato de Primera Categoría donde no estuvieron demasiado finos siendo sextos y colistas precedidos por C.D. Villarreal, Ag.D. Alcira, C.D. Alcoyano, C.D. Gandía y C.D. Olímipic, de Játiva. La ausencia de público y aficionados en las gradas del Campo de El Sequiol eran demasiado repetitivas, no había esperanzas en la gestión y poco a poco el club entró en una dinámica muy negativa máxime cuando, otro club integrado exclusivamente por jóvenes jugadores locales aficionados, el Athletic Club Castellón, pareció ser el gran favorito adquiriendo galones. En mayo el Sport Club de La Plana ya era historia.
BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:
- Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
- Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
- Y fuimos albinegros. José Luís Tirado Safont. Caja de Ahorros y M.P. Castellón (1984).
- Del Sequiol a Castalia: Historia del C.D. Catellón (1939-1987). José Luís Tirado Safont. Editorial Alfredo Fenollosa Mateu (1987).
- Libro de platino del C.D. Castellón. José María Arquimbau Montoliu. Coleccionable en fascículos: El Periódico Mediterráneo (1997).
- Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
- Anuarios de la RFEF.
- Heraldo de Castellón. Diario.
- Las Provincias. Diario.
- www.elmundodeportivo.es/hemeroteca Diario deportivo.
- www.lavanguardia.es/hemeroteca Diario.
- www.elperiodicomediterraneo.com Diario.
- www.superdeporte.com Diario deportivo.
ENLACES RELACIONADOS CON EL CLUB:
- www.cdcastellon.com (Web oficial).
- www.pampamorellut.com (Web no oficial).