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por Vicent Masiá

Cuando a finales de los años ochenta del pasado siglo los clubs de fútbol, todos por entonces sociedades deportivas propiedad de sus respectivos socios, empezaron a acumular grandes deudas con Hacienda y la Seguridad Social, amén de con los jugadores y proveedores, ante la magnitud de las cifras alcanzadas el Gobierno decidió, como medida de contención, atajar la sangría que se estaba produciendo mediante la redacción de una Ley que, correctamente aplicada, paliara en la medida fuese posible una situación que se estaba descontrolando a pasos agigantados.

La presión popular con prácticamente toda la ciudadanía preocupada por las desorbitantes cifras generadas por las deudas que, a menudo, leía en prensa o escuchaba en los informativos de radio y televisión, desde hacía años había ido creciendo en distintos foros sin encontrar respuesta hasta que el mundo político, tarde como es habitual, tomó conciencia de ello especialmente espoleteada no por el clamor de la calle, sino por el gran agujero que iba generándose en las arcas del Estado.

Evidentemente había que adoptar algún tipo de solución y el Gobierno, después de trabajar en distintos borradores, cercado el origen del problema llegó a la conclusión de que era necesario mejorar de algún modo la transparencia económica y jurídica de las sociedades deportivas que, a modo de empresa, actuaban profesionalmente en España. Llegaba el momento de las S.A.D.

Nacidas a través de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, las hoy en día conocidas por todo el mundo como S.A.D. eran y son un tipo especial de sociedad anónima de carácter mercantil con responsabilidad limitada cuyos titulares lo eran en virtud de una participación en el capital social mediante la adquisición en propiedad de títulos o acciones. Los accionistas, bien fuesen personas físicas o grupos de personas unidas en torno a una persona jurídica como una empresa o fundación, al tener la S.A.D. responsabilidad limitada, no responderían con su patrimonio personal, sino con el capital aportado únicamente.

Impuesta como obligatoria, coincidiendo con el momento de entrada en vigor de la Ley, a aquellas sociedades deportivas profesionales que no hubiesen tenido pérdidas en los cuatro ejercicios anteriores para dejar una puerta abierta a Real Madrid C.F., F.C. Barcelona y Athletic Club, de Bilbao, que los tres aprovecharon colándose el Club Atlético Osasuna, de Pamplona, ésta echó a rodar a principios de los años noventa afectando a todos los clubs de Primera y Segunda División de la época quienes, de repente, tuvieron que disolverse y transformarse en S.A.D. envueltos entre el desconocimiento de los hasta entonces socios quienes, sorprendidos, en la mayoría de los casos no sabía cómo actuar ni qué resultado iba a dar aquella medida

Pasadas ya cerca de tres décadas y desde la perspectiva que proporciona el paso del tiempo, aquella Ley fue un rotundo fracaso y lo que en un principio pretendía reducir una deuda estimada en 172 millones de euros, hoy en día supera los 5.000 habiéndose multiplicado por treinta su tasación inicial. Todo ha ido progresivamente a peor pero, tras su aplicación, en donde sí ha cambiado algo es en la gerencia de los clubs que se aplicaron a esta Ley gubernativa y en su modo de administrarse, dejando como herencia bastantes sociedades en manos de unos pocos, incluso en las de uno solo quien tiene toda la capacidad y derecho de hacer lo que le venga en gana.

Desde los años noventa muchos son los dirigentes que han pasado por el fútbol profesional español, con mayor o peor fortuna y numerosas son las S.A.D. que han ido cambiando de propietario propiciándose un mercadeo con distintos resultados en función del éxito o fracaso de sus gestores, pero también como consecuencia de los intereses económicos de quienes deciden adquirir un club haciéndose con la mayor parte del paquete accionarial. Y es que en el fútbol, como en cualquier otro campo, la administración de una S.A.D. no tiene porqué ir ligada al sentimentalismo, a una cultura o a la pasión por unos colores sino que, en un mundo tan globalizado como el que vivimos, la propiedad perfectamente puede recaer en una persona o grupo de personas con intereses más allá de los deportivos siendo su lugar o lugares de procedencia, incluso muy lejanos y sin raíces previas que le identifiquen con la S.A.D. que adquieren. Profundizando en este último argumento, pasemos a continuación a analizar en manos de quién está el fútbol profesional español tratando, uno a uno, los cuarenta y dos clubs que esta temporada 2019/20 participan en Primera y Segunda División.

CLUBS DE PRIMERA DIVISIÓN

ATHLETIC CLUB

Constituido en 1898, el club bilbaíno es junto a Real Madrid C.F., F.C. Barcelona y Club Atlético Osasuna uno de los que en su día fueron exentos de transformarse en S.A.D. conservando, desde el siglo XIX, su carácter de sociedad deportiva en la que corresponde a todos los socios, alrededor de cuarenta y cinco mil, la responsabilidad de proceder a su gestión.

Caracterizado por disponer en sus plantillas de jugadores nacidos o formados en Vasconia desde prácticamente sus inicios, su amplia implantación y tradición en toda Vizcaya, donde es muy popular, ha impedido cualquier atisbo de conversión en S.A.D. transcurriendo los años sin que nadie, si quiera, haya planteado un posible cambio en la forma jurídica de la sociedad. Titular en el campeonato de Liga de Primera División desde la temporada inicial 1928/29, está en manos de españoles.

CLUB DEPORTIVO LEGANÉS S.A.D.

Constituido el 23 de junio de 1928 y transformado en S.A.D. el 21 de septiembre de 1995 durante su segunda estancia en Segunda División, el empresario transportista Jesús Polo González fue su máximo accionista durante años manteniendo una excelente racha en Segunda División hasta que, en 2003, el promotor musical Daniel Grinbank adquirió el 86% de las acciones en una compra que, no se oficializó al no haber traspaso de las mismas por parte de Jesús Polo, iniciándose desde entonces un importante declive económico y deportivo.

En 2009, estando en Segunda División B, el promotor inmobiliario Felipe Moreno Romero adquiere el 51% del paquete accionarial en un momento delicado del club pepinero en el vual los jugadores no cobran sus emolumentos. La apuesta es sanear la sociedad y ascender a Segunda División, objetivo que se alcanza al término de la temporada 13/14. La exitosa gestión del club es evidente y dos temporadas más tarde se asciende a Primera División ampliando Felipe Moreno sus títulos hasta el 97,8%. El Estadio de Butarque es reformado y el club. A base de esfuerzo, sobrevive entre la élite.

CLUB ATLÉTICO DE MADRID S.A.D.

Constituido el 26 de abril de 1903 y transformado en S.A.D. el 30 de junio de 1992, Jesús Gil Gil junto a Enrique Cerezo se hicieron con el 94,5% de las acciones en un polémico proceso que terminó en los juzgados y la intervención del club hasta el año 2004 por apropiación indebida. Sin embargo, declarada prescrita al haber transcurrido dos años desde que la querella fue presentada, la Audiencia Nacional devolvió el control a Jesús Gil para controlar el 85,5% y Cerezo con el 9%.

A finales de 2017 queda redefinido el paquete accionarial conservando Miguel Ángel Marín el 50,15%, Wang Jianlin propietario de Wanda el 17% al igual que el productor Enrique Cerezo mientras que el empresario israelí Idan Offer adquiere el 15% que, poco después ascenderá hasta el 32%. En los últimos años el club colchonero ha experimentado un importante crecimiento deportivo y social llegando a disputar dos finales de Champions League, conquistar varios títulos europeos y nacionales, además de levantar un imponente nuevo estadio.

CLUB ATLÉTICO OSASUNA

Constituido en mayo de 1919, el club pamplonés fue el gran beneficiado con la exención que se aplicó a Real Madrid C.F., F.C. Barcelona y Athletic Club, de Bilbao, a la hora de aplicar la Ley del Deporte. Presionado el Gobierno por los dirigentes de Real Madrid C.F. y F.C. Barcelona para que no se les obligase a convertirse en S.A.D., el Athletic Club no quiso ser menos subiéndose al carro por lo que, para exentar a los tres, hubo que improvisar una excusa tan peregrina como el requisito de tener un balance de gastos positivo en las últimas cuatro temporadas. Tal medida permitió que el abanico se ampliase a cuatro clubs puesto que los navarros, por entonces en Primera División y con las cuentas en sintonía, cumplían con lo exigido.

Librado en aquellos tiempos de asumir la transformación en S.A.D., el club rojillo a los pocos años descendió a Segunda División donde permaneció seis temporadas hasta regresar a la élite para iniciar un nuevo ciclo de catorce temporadas, entrando en números negativos sin que ninguno de sus alrededor de trece mil socios planteasen la idoneidad de una probable conversión en S.A.D. puesto que las sociedades de fútbol pagan menos impuestos que las sociedades anónimas deportivas. En la última década el club viene alternando la Primera con la Segunda División.

DEPORTIVO ALAVÉS S.A.D.

Constituido el 1 de julio de 1920 y transformado en S.A.D. casualmente setenta y seis años después el 1 de julio de 1996 militando en Segunda División, el club vitoriano se ha movido tradicionalmente entre las categorías de plata y bronce aunque, desde que es S.A.D., ha tenido algunas incursiones en Primera División, incluso muy brillantes algunas llegando a plantarse en una final europea.

Administrado por distintas personas a lo largo de estos años, en 2011 el propietario del Saski Baskonia S.A.D., uno de los grandes referentes de la Liga A.C.B. de baloncesto, Josean Querejeta, junto a otros socios tomó el control del Deportivo Alavés S.A.D. consiguiendo en 2016 reunir bajo su poder el 83% de las acciones. Bajo su dirección el club vasco se ha instalado en Primera División, ha mejorado sus cuentas y, para el futuro, espera ampliar su estadio en cerca de ocho mil nuevas localidades para crecer todavía más.

FUTBOL CLUB BARCELONA 

Constituido el 29 de noviembre de 1899, el club catalán es junto a Real Madrid C.F., Athletic Club y Club Atlético Osasuna uno de los cuatro clubs profesionales que fueron exentos de transformarse en S.A.D. La presión que azulgranas, merengues y rojiblancos ejercieron sobre el Gobierno dio sus frutos sumando, de rebote, a los navarros, contando como los citados con unas ventajas fiscales que el resto de S.A.D. no disfrutan.

Con algo más de ciento cuarenta mil socios que no caben juntos en el recinto azulgrana, el club barcelonés desde la temporada 1928/29 es junto a Real Madrid C.F. y Athletic Club uno de los tres clubs que siempre han militado en Primera División estando la sociedad en manos de españoles.

GETAFE CLUB DE FÚTBOL S.A.D.

Constituido el 1 de septiembre de 1976 y transformado en S.A.D. el 28 de junio de 1996 cuando el club madrileño acababa de descender a Segunda División B, fue el ayuntamiento local el primer máximo accionista con el 47,7% del total de las acciones hasta que la empresa Getafe Sports. S.L., con Ángel Torres y dos socios más, se hizo con el control en 2003 al adquirir esa cantidad al consistorio y elevarla al 97,6%.

Desde entonces el club getafense experimentó un enorme crecimiento que le llevó a alcanzar la Primera División llegando, incluso, a disputar dos finales del Campeonato de España y competición europea. En el año 2011 Ángel Torres acordó la venta del club azulón a Royal Emirates Grup, consorcio que se destapó con una estafa debiendo seguir Torres al frente. Tras una accidentada temporada 15/16 en la que se descendió como colista a Segunda División, el club recuperó su plaza en la élite que sigue manteniendo hasta la fecha.

GRANADA CLUB DE FÚTBOL S.A.D.

Constituido el 6 de abril de 1931 y transformado en S.A.D. el 2 de agosto de 2011, al Granada C.F. S.A.D. le pilló la implementación de la Ley del Deporte inmerso en Segunda División B en un periodo donde, por cuestiones económicas y deportivas, la categoría de plata le era esquiva aunque, pese a ello, en 1997 se legó bastante lejos en una frustrada conversión en S.A.D.. Iniciado el nuevo siglo la deriva deportiva empeoró y el club nazarí naufragó hasta la Tercera División donde permaneció cuatro duras temporadas hasta abandonarla en la 05/06.

Tras ascender a Segunda División al término de la temporada 09/10, en 2011 se convirtió en S.A.D. estando el 99% del paquete accionarial en manos del italiano Gino Pozzo, hijo del presidente del Udinese Calcio y Watford F.C. En junio de 2016 Pozzo vende todas sus acciones al empresario chino Juang Lizhang dedicado al marketing deportivo cambiando por completo la forma de gestionar un club muy habituado a realizar profundos cambios en su plantilla cada año.

LEVANTE UNIÓN DEPORTIVA S.A.D.

Constituido a finales de 1908 y transformado en S.A.D. el 13 de mayo de 1995, al Levante U.D. S.A.D. la aplicación inicial de la Ley del Deporte lo pilló en Segunda División B en unos años de crisis deportiva y de afición. Puesto en manos de Pedro Villarroel, con su empresa Cofiser S.L. que controlaba más de la mitad de las acciones y la cartera de jugadores, el club sobrevivió llegando incluso con el cambio de siglo a ascender a Primera División. Sin embargo, el modelo de gestión hacía agua por todas partes y a punto estuvo de desaparecer.

A finales de 2009 la Fundació Levante U.D. Cent Anys, creada para revertir la crítica situación del club granota, adquiere el 74,71 de las acciones de Villarroel iniciando un lento pero seguro camino que, en pocos años, debido a su excelente gestión, recupera la tranquilidad y el optimismo de la afición consiguiendo en los años diez asentar la sociedad en Primera División. A mediados de 2019 la Fundació Levante U.D. Cent Anys vende un importante paquete con el saldar una deuda por un préstamo con Bankia quedándose con 54,71% del capital social.

REAL BETIS BALOMPIÉ S.A.D.

Constituido el 12 de septiembre de 1908 y transformado en S.A.D. el 30 de junio de 1992 militando en Segunda División, el club sevillano suele encadenar en los últimos tiempos rachas en Primera División con repentinos deslices en los que pierde la categoría para recuperarla de inmediato. Propietario del 51,34% del capital social en 1992, Manuel Ruiz de Lopera fue el máximo accionista durante casi dos décadas en las cuales, bajo su gestión, deportivamente se alcanzaron momentos de esplendor en Primera División conjugados con otros, no tan buenos, en Segunda División siendo protagonista de una tensa relación con la afición. En julio de 2010 Manuel Ruíz de Lopera vende el 51,34% de las acciones a Luis Oliver, cabeza de la sociedad Bitton Sport quien pasa a ser el nuevo máximo accionista heredando un club intervenido judicialmente y un Concurso de Acreedores.

Con una masa social considerable y un número de simpatizantes extendidos por todo el país, en 2017 se conoce el resultado de las demandas interpuestas por varias plataformas de aficionados y club contra Manuel Ruiz de Lopera por apropiación indebida y diversas irregularidades llegándose al acuerdo de devolver el 51,34% de las acciones al Real Betis Balompié S.A.D. Puestas al servicio de la afición, a partir de ese año el club verdiblanco cuenta con un reparto accionarial donde sólo dos personas, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, suman respectivamente un 10% del total, existiendo ocho familias o particulares que poseen más de un 1% mientras que el resto, la gran mayoría, se encuentra muy atomizado. Lejos del absolutismo de otros clubs, el predominio de los minoritarios puede cambiar el Consejo de Administración en cualquier momento dependiendo de los resultados, siendo el presente próspero con la culminación de la reforma de un gran estadio.

REAL CLUB CELTA DE VIGO S.A.D.

Constituido el 10 de agosto de 1923 y transformado en S.A.D. el 30 de junio de 1992 con el club olívico recién ascendido a Primera División, la sociedad deportiva viguesa contó tradicionalmente con un nutrido reparto accionarial y unos cuantos accionistas de peso estando su vida deportiva llena de altibajos con presencias intermitentes entre Primera y Segunda División, destacando el exitoso periodo comprendido entre final y principio de nuevo siglo cuando se reunieron unas notables plantillas.

Años después, tras diversas vicisitudes, en octubre de 2014 el elegido como presidente en octubre de 2006, Carlos Mouriño, con hasta entonces el 26,72% de las acciones, adquiere el paquete de Abanca y pasa a controlar el 51,29%, manteniéndose los celestes dignamente en Primera División con resultados dispares y un estadio que, recientemente, ha sufrido una profunda remodelación y fue protagonista de fondo de una agria polémica entre el Consejo de Administración y el consistorio local.

REAL CLUB DEPORTIVO MALLORCA S.A.D.

Constituido el 27 de febrero de 1916 y transformado en S.A.D. el 29 de junio de 1992 coincidiendo con un descenso a Segunda División, varios han sido los máximos accionistas desde entonces como Miquel Dalmau, Bartolomé Beltrán con el Grupo Zeta, Bartolomé Cursach, Vicenç Grande, Mateu Alemany y Lorenzo Serra Ferrer, todos ellos caracterizados por su brevedad al mando de un club difícil de gobernar.

En noviembre de 2010 el empresario alemán Utz Claassen adquiere el 10% del club entando en el Consejo de Administración para, en 2015, hacerse con el control de la mayoría de acciones. Su pésima gestión hace peligrar el futuro de la sociedad y, a la desesperada, en enero de 2016 el empresario estadounidense Robert Sarver adquiere el 98% de las acciones a Utz Claassen que más tarde quedarán en el 99,8%, iniciando un tortuoso camino deportivo que pronto cambia de signo ascendiendo los bermellones dos categorías hasta situarse en Primera División.

REAL MADRID CLUB DE FÚTBOL

Constituido en octubre de 1900, el considerado como mejor club del siglo XX por sus éxitos deportivos es uno de los cuatro clubs exentos, tras la implementación de la Ley del Deporte, de transformarse en S.A.D., decisión que se ha mantenido imperturbable hasta fecha de hoy.

Con algo más de noventa y nueve mil socios, el Real Madrid C.F. presenta un particular artículo en su Reglamento por el cual, para opositar a ser presidente del club, el aspirante debe ser socio con un mínimo de veinte años de alta. Presente en el campeonato de Liga de Primera División desde su creación en la temporada 1928/29, está en manos de españoles.

REAL SOCIEDAD DE FÚTBOL S.A.D. 

Constituido el 7 de septiembre de 1909 y transformado en S.A.D. el 29 de junio de 1992, el club donostiarra desde el primer momento en saber que debía cumplir con la nueva Ley del Deporte se puso a trabajar para que sus daños colaterales fuesen los mínimos posibles y, con toda la conciencia del mundo, trazó un plan para que ningún accionista pudiera controlar más del 2% de las acciones.

Bajo esta premisa se pretendían varias cosas como, que el club no fuese controlado por una sola persona o grupo reducido en contra de una institución entendida como patrimonio de San Sebastián y, en segundo lugar, asegurar que no abandonase la ciudad ante cualquier crisis futura. Acomodado en Primera División con un traspiés a finales de la primera década del siglo XXI, el club blanquiazul logró superar brillantemente este bajón deportivo y hoy, con un magnífico estadio, goza de buena salud en la élite del fútbol nacional.

REAL VALLADOLID CLUB DE FÚTBOL S.A.D.

Constituido el 20 de junio de 1928 y transformado en S.A.D. el 26 de junio de 1992 coincidiendo con una temporada en la que la entidad pucelana acabó descendiendo a Segunda División, después de tener sus altibajos deportivos y pasar por distintas manos con grupos accionariales que no sobrepasaban el 20%, en 2011 el exjugador de baloncesto Carlos Suárez adquirió el 58,1% de las acciones pasando a ser presidente.

Club tradicionalmente a caballo entre la Primera y Segunda División, en agosto de 2018, con los pucelanos recién ascendidos a Primera División, el exfutbolista internacional brasileño Ronaldo Luiz Nazario de Lima adquiere el 51% de las acciones pasando a ser el máximo accionista y, de paso, presidente del Consejo de Administración.

REIAL CLUB DEPORTIU ESPANYOL DE BARCELONA S.A.D.

Constituido en el mes de marzo de 1902 y transformado en S.A.D. el 1 de julio de 1992, el club barcelonés pasó por una delicadísima situación financiera inmediatamente posterior a la conversión que le llevó a finales de los años noventa a vender el Estadio de Sarriá y pasar a jugar en el Estadio Olímpico de Montjuïch hasta que en 2012, con una situación más tranquila, inauguró su nuevo y flamante estadio.

Club dotado con una gran infraestructura y cantera que le han permitido mantenerse firmemente en Primera División, la familia Lara, propietaria del Grupo Planeta, fue la que mantuvo la mayor parte del accionariado durante décadas hasta que en enero de 2016 el empresario juguetero chino Chen Yanseng se hizo con el control del 45,1% de los títulos, ampliados después hasta alcanzar el 85%. Con Yanseng, residente en China para atender todos sus negocios, el club perico ha estabilizado sus cuentas pero deportivamente anda lejos de la promesa de competir en Champions League.

SEVILLA FÚTBOL CLUB S.A.D.

Constituido el 25 de enero de 1890 y transformado en S.A.D. el 29 de junio de 1992 estando en Primera División, el club hispalense sufrió una crisis deportiva a finales de los años noventa que le condujo a Segunda División. Sobrepasada con la llegada del nuevo siglo, el Sevilla F.C. S.A.D. vive entre 2006 y 2016 diez años mágicos en los que conquista varios títulos nacionales y hasta cinco U.E.F.A. Europa League, tres de ellos consecutivos.

Acomodado en Primera División, su administración está muy repartida existiendo diversos grupos y personas a título individual que poseen importantes cantidades de acciones. Tras estos, quienes van tomando la gestión directa del club en los últimos tiempos, existe hasta un 39% de acciones que se hallan atomizadas entre la afición. A raíz de sus éxitos internacionales, que no han pasado desapercibidos para los inversionistas internacionales, el club andaluz ha recibido varias ofertas para pasar a manos extranjeras produciéndose debates a favor y en contra en este sentido.

SOCIEDAD DEPORTIVA ÉIBAR S.A.D.

Constituido el 30 de noviembre de 1940 y transformado en S.A.D. el 26 de junio de 1992 cuando el club guipuzcoano militaba en Segunda División, la azulgrana es una sociedad distinta dentro del panorama futbolístico nacional y una de las que mejor funcionan. Escrito en sus Estatutos que ningún accionista debe poseer más del 5% de los títulos, estos se hallan muy repartidos en todo el país donde tiene miles de simpatizantes, incluso en el extranjero.

Tradicionalmente acomodado en un hábitat que discurre entre la Segunda División y la Segunda División B, su excelente gestión, puesta como modelo a seguir y modo de actuar le ha llevado a escalar recientemente hasta la Primera División para lo que ha reformado íntegramente su estadio y acoplado a la perfección siendo obligado destacar que se trata del club de una localidad que no alcanza los treinta mil habitantes. En la actualidad afronta su sexta temporada consecutiva en la élite.

VALENCIA CLUB DE FÚTBOL S.A.D.

Constituido el 1 de marzo de 1919 y transformado en S.A.D. el 13 de julio de 1992, el club levantino es uno de los más afectados con dicha conversión. Inicialmente muy repartidas sus acciones entre miles de aficionados, a mitad de los años noventa el empresario Paco Roig adquirió la mayoría accionarial terminando con un club muy socializado. Su posterior venta al constructor Juan Bautista Soler fue muy sonada, pero no tanto como la ineptitud de éste al implicar al club en la construcción de un faraónico estadio para el que no había liquidez.

Endeudado y con su futuro comprometido, gracias a su notable patrimonio el club fue tirando hasta que el presidente Amadeo Salvo, en una venta escasa de transparencia y repleta de oscuridad, malvendió la S.A.D. al inversor singapurense Peter Lim quien prometió el oro y el moro. Sin ejecutar sus promesas y con un negocio fallido que pretendía formar jóvenes jugadores extranjeros en el club para luego venderlos como estrellas, el empresario asiático, dueño del 80,2% del accionariado, cierra cada temporada con pérdidas granjeándose, además, un rechazo cada vez más creciente de una afición harta de sus estrafalarias decisiones.

VILLARREAL CLUB DE FÚTBOL S.A.D.

Constituido en 1942 y transformado en S.A.D. el 31 de diciembre de 1993 estando el club en Segunda División, el empresario de la cerámica Fernando Roig se hizo en 1997 con el control de la mayor parte del paquete accionarial tas conseguir el 70% de la acciones de Pascual Font de Mora, ascendiendo al término de la temporada 97/98 a Primera División. Tras una temporada mal rematada que le llevó a la categoría de plata, el club regresó rápidamente a la élite con un proyecto firme y personalizado donde predominaba la profesionalidad.

Subcampeón de Liga en la temporada 07/08, el crecimiento del club castellonense fue imparable reformando todo su estadio además de inaugurar unas magníficas instalaciones deportivas para su cantera, la mejor de todo Levante. Tras un traspiés en la temporada 11/12 subsanado de inmediato, Fernando Roig lo es casi todo en el club contando con el 98,8% de las acciones lo que le convierten en uno de los propietarios con más dominio del fútbol nacional.

 

» Ver ¿Quiénes son los propietarios de los clubs profesionales? (II Parte)

» Ver ¿Quiénes son los propietarios de los clubs profesionales? (III Parte)

 

©Vicent Masiá. Noviembre 2019.