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La esferomaquia La clasificacion historica de Primera Division titular

por Vicent Masià

miembro de La Futbolteca 

 

Desde que en 1928 la R.F.E.F. estableció el Campeonato Nacional de Liga de Primera División para clubs profesionales cuyo arranque oficial tuvo lugar el 10 de febrero de 1929 por cuestiones de calendario con gol inicial del españolista José Prat en la victoria perica como local ante el Real Unión Club, hasta la pasada temporada 2015/16 en la que concluyó la última jornada de Liga el 15 de mayo, un total de 85 campeonatos bajo este título hoy en día conocido por todos, han transcurrido.

Ochenta y cinco torneos, con el negro paréntesis del trienio correspondiente a la Guerra Civil que imposibilitó la disputa de tres ediciones más, dan para mucho y, ciertamente, un buen número de circunstancias, unas positivas y otras no tanto, desde aquella entonces han alimentado las ilusiones y pasiones de cerca de cinco generaciones de españoles.

Desarrollar todas las vicisitudes acaecidas desde 1928 presta no para un libro, sino para varios y de extenso contenido cada uno, algo que varios analistas han realizado en el pasado aportando respectivamente sus puntos de vista con la mejor de sus voluntades llenando cientos de páginas pero que, en este preciso instante, no es la finalidad del actual artículo.

Este trabajo, con su planteamiento, desarrollo y desenlace va encaminado directamente y sin tapujos a una parte concreta del fútbol concerniente a la Primera División de la que nadie es esquivo y casi todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos reparado en ver qué dice: la estadística. Y, concretamente, a un capítulo que atrae nuestra atención: la Clasificación Histórica.

Clasificaciones históricas hay muchas: de goleadores, de porteros, ránkings de goles marcados, encajados, de goles totales sumados en una temporada, de número de goles sumados por un mismo equipo, incluso últimamente de pases dados bien a la primera, de pérdida de balones o hasta balones chutados entre los tres palos por si alguien le importa. Toda estadística tiene sus adeptos y siempre, aunque a veces prescindamos de ella, tiene una lectura de la cual, bien examinada, se desprenden muchos detalles de cierto interés.

Sin embargo, aunque clasificaciones hay muchas y variadas, cuando mencionamos las palabras mágicas y unimos Clasificación-de-Primera-División, en la mente de todos sin distinción aparece la idea e imagen de un listado con los nombres de todos los clubs que han tenido la oportunidad de jugar, al menos, una temporada en el caso de los menos afortunados o todas, como Real Madrid C.F., F.C. Barcelona y Athletic Club en el caso de los que más.

Prestos a elaborar un listado de estas características tendremos siempre en cuenta en primer lugar, y de forma irrenunciable, todos los equipos participantes desde el primer campeonato y, en segundo lugar, el número respectivo de participaciones y puntos sumados para, jugando con ellos y haciendo las combinaciones que nos interesen, una clasificación histórica basada en el número de participaciones o una histórica basada en el número de puntos sumados en esas participaciones. Lógicamente estas clasificaciones las podremos engordar aportando más valores como número de encuentros disputados, ganados, empatados o perdidos, tantos a favor y en contra y, si se quiere, como hace la L.F.P., indicando qué club ha quedado primero, segundo o tercero en cada uno de los torneos disputados.

Hasta aquí, todo claro. O no. Y digo o no porque para lo que para mí y muchas personas que habitualmente trabajamos con estadística descriptiva está claro, al parecer para la L.F.P. no está tan claro y voy a descubrir por qué motivo.

La estadística descriptiva, sea expresada en números o en gráficos, para que sea efectiva y realmente funcione es necesario que emplee datos lo más homogéneos posible. No es lo mismo hacer un sumatorio de personas nacidas en España en todo el Siglo XX donde se persigue una cantidad total, sin importar el sexo, como una pirámide poblacional de hombres y mujeres distribuidos por edades y década de nacimiento en el Siglo XX donde se persigue un recuento por sexo y décadas. En el mundo del fútbol tampoco es lo mismo hacer una clasificación tomando como valor preferente el número de temporadas disputadas como hacer otra tomando como valor el sumatorio de puntos.

Sea un ejemplo u otro, en lo que sí coincidimos es que si se toman en cuenta el número de temporadas, se excluirá cualquier otro valor y, por el contrario, si se toma en cuenta exclusivamente el número de puntos, igualmente se dejarán de lado otros valores que sean ajenos. Eso sí, los datos o valores tomados han de ser siempre, en cualquier circunstancia, lo más unitarios e inequívocos posible. Y aquí es, bajo mi punto de vista, donde yerra la L.F.P.

Como es sabido, el valor en puntos asignado a las victorias, empates y derrotas a lo largo de estas ochenta y cinco temporadas no ha sido uniforme, no ha permanecido inalterable. Por cuestiones atinentes a la competitividad, el Campeonato de Liga español tiene históricamente dos valoraciones: una acordada desde la temporada inicial 1928/29 mantenida hasta la temporada 1994/95 en la cual una victoria equivalía a dos puntos, un empate a un punto y una derrota a ninguno y; una segunda valoración aplicada desde la temporada 1995/96 en la cual se respetan los empates y derrotas pero, en lo concerniente a las victorias, a ésta se les concede un valor de tres puntos.

Esta alteración acordada de mutuo acuerdo por todos los participantes, lejos de parecer inocua para los torneos futbolísticos, tiene su profunda trascendencia porque, en función de las victorias obtenidas, la clasificación en un campeonato de Liga se puede ver transformada beneficiando, claro está, a quien más de ellas obtenga.

Teniendo en cuenta todo esto y sabiendo que desde la temporada 1995/96 el valor atribuido a las victorias asciende a tres y no dos puntos, todo cambia, nada es como antes y ha de ser, si se persigue una rectitud y efectividad en la lectura de la estadística, como se ha mencionado líneas arriba, unánime. Mezclar temporadas de dos puntos por victoria con otras de tres puntos es, para mí, un significativo error. Es el equivalente a mezclar churras con merinas, un batiburrillo donde todo se lía y cuyo resultado ofrece demasiadas incoherencias.

La L.F.P., en su Clasificación Histórica de Primera División, basa su listado definitivo en los puntos conseguidos por cada equipo independientemente de si en una temporada la victoria otorgaba dos o tres puntos al vencedor. ¿Qué consecuencias tiene este procedimiento?

1. Establece dos varas de medir juntando temporadas con victorias valoradas en dos puntos y otras valoradas en tres.

2. Se crea una discriminación con los clubs que, con anterioridad a la temporada 1995/96 y no después, tuvieron la oportunidad de competir en Primera División. Estos, lógicamente sumaran siempre menos puntos.

3. A los clubs que han competido antes y después de la citada temporada, se les aplica un doble rasero puesto que sus victorias no valdrán siempre lo mismo y, en función de ello, habrá una época de dos puntos y otra, más reciente, de tres. Todo un estropicio.

4. Aquellos clubs que hayan participado con posterioridad a la temporada 1994/95 se verán inevitablemente beneficiados puesto que sus victorias valdrán siempre tres puntos. No es lo mismo sumar de tres en tres que de dos en dos. Los números no engañan.

5. Con este método arbitrario donde se aplican dos varas de medir los resultados, como se desprende, serán confusos e irreales puesto que unos clubs serán beneficiados al aplicárseles valores de tres puntos, otros saldrán netamente perjudicados al contabilizarse sus victorias con dos puntos y, un tercer grupo que haya nadado entre ambas aguas, ni fu ni fa, perderá en unas ocasiones y ganará en otras.

Aplicando el sentido común, el método en cuestión aplicado por la L.F.P. no es de fiar por sus defectos de forma, demasiado evidentes y cuestionables.

¿Qué alternativas hay? Varias, estudiémoslas.

a) La más fácil de todas pero, a la vez, contraproducente porque nos impide tener conocimiento de un resultado que nos interesa y perseguimos: renunciar a hacer una clasificación histórica porque existen dos escalas valorativas las cuales, siendo respetuosos con ambas, no se pueden mezclar por dar origen a errores.

b) Igualar por abajo, es decir, con victorias valoradas en dos puntos, todas las temporadas disputadas desde 1928/29 con el fin de que no haya discriminación entre los participantes y sí paridad y unanimidad con el criterio. Todos los clubs serían vistos con el mismo rasero y la estadística sería apta. Como punto negativo se estaría empleando un método desfasado desempleado desde la temporada 1994/95.

c) Igualar por arriba. Es la opción que mejor valoración me significa puesto que conceder tres puntos por victoria a ambas épocas iguala a todos los participantes y no hace distinciones empleando un método en activo aplicado desde la temporada 1995/96. Es la que aplicaremos pues, de ahora en adelante, en La Futbolteca.

Abajo: imagen con la Clasificación Histórica de Primera División elaborada por la L.F.P.

La esferomaquia La clasificacion historica de Primera Division 1

Si esta es la clasificación perteneciente a la L.F.P, veamos a continuación la Clasificación Histórica de Primera División elaborada por La Futbolteca a partir de los mismos datos manejados por la L.F.P. pero con la importante salvedad de asignar 3 puntos por victoria a todos los encuentros disputados desde la temporada inicial 1928/29.
La esferomaquia La clasificacion historica de Primera Division 2

Expuestas ambas clasificaciones, una correspondiente a la L.F.P y la segunda elaborada por La Futbolteca, veamos la importancia, comparativamente hablando, entre una y otra. Las diferencias, mínimas o insignificantes en unos casos, más importantes en otros y neutras en el resto, tienen más relevancia de lo que a simple vista pueda parecer puesto que, en el caso de la clasificación de la L.F.P. hay clubs los cuales en la actualidad, con menos participaciones y encuentros disputados que otros, son beneficiados por un método mixto de puntuación que perjudica directamente a aquellos con participaciones anteriores a la temporada 1995/96.

La esferomaquia La clasificacion historica de Primera Division 3

Finalmente, y para acabar, veamos la correcta Clasificación Histórica de Primera División basada en puntos desde otro modo de representación.

La esferomaquia La clasificacion historica de Primera Division 4

 

 

© LaFutbolteca.com. Diciembre 2016.