Incumplimiento a la ley de veto en las apuestas de fútbol.
28/02/2020.
Las reglamentanciones con respecto a la publicidad de las casas de apuestas en eventos deportivos se han puesto más estrictas, tanto en su normativización como en su puesta en práctica. Esto está enmarcado en el plan del reciente acuerdo entre el PSOE y Podemos para establecer una alianza en el gobierno. Uno de los puntos más relevantes de ese programa incluye la modernización del juego: por un lado, la disposición de los casinos tradicionales; por el otro, la regularización de los casinos online.
Ocurre que el mundo de los eventos deportivos, y, en España, sobre todo del fútbol, está muy ligado a las casas de apuestas. Esto se debe al público masivo que atraen estos juegos, además del atractivo de los premios ofrecidos. Así pues, no es extraño que proliferen sitios engañosos de todo tipo, diseñados para estafar a los usuarios y extraer información. Se debe recordar que los servidores autorizados presentan el logo de la DGOJ (Dirección General de Ordenamiento del Juego, entidad reguladora en el país), además del link al sitio web oficial de la organización. Se puede investigar las más seguras apuestas de fútbol en estafa.info, fuente especializada en la información sobre los juegos online y las novedades de la industria.
En este marco es que se descubrieron seis casos de incumplimiento con las leyes aragonesas de la Actividad Física y el Deporte y de la Infancia y la Adolescencia. Esto se dedujo a partir del estudio realizado por la Justicia de Aragón junto con la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza. El relevo, que se desarrolló a lo largo de seis meses de investigación, constata que al menos seis entidades deportivas de la región incumplen las reglamentaciones, al presentar publicidad de casas de apuestas deportivas en sus instalaciones. La citada ley aragonesa prohíbe la inclusión de este tipo de sponsors tanto en los patrocinios principales como en las vallas de los complejos deportivos. Esto está orientado, especialmente, a mantener a los deportistas menores al margen del mundo de las apuestas, ya que se los considera más vulnerables al estímulo negativo de los juegos de azar.
A pesar de que esta reglamentación no es nueva, se encontraron incumplimientos en complejos deportivos como La Romareda y el Príncipe Felipe, en Zaragoza; el campo de fútbol municipal de Tarazona; el José Guzmán, de Zuera; San Íñigo, de Calatayud; y el de Villar de los Navarros. Las casas de apuestas promocionadas incluían a William Hill, 888 Sport, Maratonbet, Arabet, Alea o Serrano Gaming. La anomalía no es casual, si se tiene en cuenta que las casas de apuestas suelen ser los patrocinadores más redituables de las entidades deportivas; ejemplos de ello pueden verse en las prendas de los clubes más famosos de la actualidad. Por eso es que los complejos menores se quejan de la discontinuidad normativa y de la nula igualdad de oportunidades.
Al tiempo que el gobierno español se vuelve más estricto en materia de casinos, los gigantes de las apuestas expanden sus dominios sobre los eventos deportivos internacionales, como es el caso de Efbet, que extendió su licencia al mercado italiano. Pareciera ser que las dos variables se cotejan en mutuo intercambio: cuanto más crecen las corporaciones, más se esfuerzan los estados nacionales en controlar los efectos negativos de esa expansión, para así garantizar las libertades individuales.
En el panorama nacional, ya ha habido cruces de opiniones entre los representantes del sector de la banca y los funcionarios oficiales. Por un lado, el gobierno se compromete a mantener a los menores lejos de las apuestas, sobre todo de las deportivas, que suelen ser las que más proliferan, y a hacerse cargo de los desórdenes psicológicos producidos por el uso indebido del juego; por el otro, la industria de los casinos exigen libertad para ofrecer un servicio legal que depende del uso responsable de los usuarios y de la oferta leal de los servidores. Los sectores tienen argumentaciones opuestas, y el progreso de las negociaciones mostrará los cambios en las apuestas deportivas.
En medio de esa puja por el poder, el fútbol se convierte en un capital de discordia, pues puede ser usufructuado por la industria para producir rédito irresponsablemente, así como puede ser apropiado por las entidades oficiales para censurar ciertas prácticas publicitarias. Como siempre que su nombre entra en juego, el fútbol se vuelve mucho más que un deporte de masas, sobre todo cuando se trata de instituciones manejadas por empresas.