Historial del Club Polideportivo Villarrobledo
DATOS GENERALES:
- Nombre completo: Club Polideportivo Villarrobledo
- Ciudad: Villarrobledo
- Provincia: Albacete
- Comunidad Autónoma: Castilla-La Mancha
- Fecha de constitución: 8 de mayo de 1971
- Fecha de federación: 1971
CAMBIOS DE NOMBRE:
- Club Polideportivo Villarrobledo (1971- )
TÍTULOS NACIONALES:
1 Liga de Tercera División:
- 2011/12
ESTADIO:
- Nombre: Estadio Municipal Nuestra Señora de la Caridad (La Virgen)
- Año de inauguración: 19 de marzo de 1958
- Cambios de nombre: Estadio Municipal Nuestra Señora de la Caridad
- Capacidad: 5.500 espectadores
OTROS ESTADIOS:
- Estadio Municipal Nuestra Señora de la Caridad (1971- )
TRAYECTORIA EN LIGA:
ESCUDOS DEL CLUB POLIDEPORTIVO VILLARROBLEDO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
UNIFORMES DEL CLUB POLIDEPORTIVO VILLARROBLEDO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
ORÍGENES DEL FÚTBOL EN VILLARROBLEDO:
El municipio de Villarrobledo, situado en el extremo noroeste de la provincia de Albacete y colindante con las provincias vecinas de Cuenca y Ciudad Real, abarca un extenso término en el cual predomina el cultivo de vid siendo en la actualidad considerado como el mayor productor del mundo. Relacionado con este producto, existen en la localidad un buen número de bodegas y una tradicional industria tinajera transformada en fábricas caldereras de cisternas y depósitos de gran capacidad, conservándose además importantes fábricas de harina que abastecen todo el territorio nacional. Recientemente, debido al auge del vino y su cultura, se ha advertido un notable incremento en el sector turístico.
Con cerca de quince mil habitantes a finales de los años diez, atraídos por un deporte que empezaba a crear fervor entre las masas y especialmente en la juventud, jóvenes aficionados a los sports de moda que solían reunirse en el Casino Artístico y Literario decidieron en 1919, siguiendo la corriente que otras localidades manchegas habían iniciado pocos años antes, constituir una sociedad de fútbol que recogiese la voluntad de los vecinos interesados. Titulado Villarrobledo Foot-ball Club, vistiendo camisa blanquiazul con pantalón azul, sus socios y al mismo tiempo jugadores habilitaron un terreno de juego para desarrollar la actividad en el interior de una bodega situada junto al paso de nivel de la carretera de Munera, el denominado Campo de Sedano, siendo inaugurado y con él la sociedad el domingo 28 de septiembre en encuentro ante el Deportivo Manchego, de la vecina localidad de El Provencio. Para tal efeméride, Leopoldo Sandoval Domingo, socio del club y propietario de una central eléctrica que empezaba a generar un gran rendimiento, ofreció en disputa una copa, yendo la victoria finalmente a parar al conjunto conquense.
A resultas del match, la afición por esta práctica deportiva se incrementó en Villarrobledo surgiendo a principios de los años veinte diversos clubs donde sus protagonistas se agrupaban mayormente en torno a un oficio. De este modo, reservado el Campo de Sedano para el club más representativo, las eras de Santa Lucía y Paulino Díaz, ésta última convertida en fábrica de harinas de Román Escudero, fueron testigo del avance de aquellos muchachos parapetados en iniciativas gremiales como el Club de los Sastres, el Club de los Tinajeros, el Club de los Ferroviarios y los más independientes La Estrella y El Palustre.
Sobrepasado 1922, la actividad del Villarrobledo F.C. fue nula después de un periodo donde el cansancio hizo mella en sus componentes hasta el punto de desaparecer la sociedad, quedando el fútbol relegado a los gremios quienes mantuvieron viva la llama hasta que en 1923, fruto de la aportación de todos, quedó constituida la Unión Deportiva Villarrobledo. Presidido por Ramón Gimena Herreros y vistiendo camiseta blanquiazul con pantalón azul, este conjunto en el que todos sus miembros eran nacidos en la localidad y ejercían de socios como también de jugadores siguiendo los cánones amateurs de la época, adquirió un nivel notable enfrentándose a clubs de su entorno geográfico cosechando importantes victorias frente a los representantes de las localidades vecinas interesadas en concertar encuentros amistosos con los roblenses. Sin embargo, como ya sucediera en la anterior ocasión, su trayectoria no se alargó mucho y, a pesar de estar plagada su corta historia de multitud de anécdotas como consecuencia de su total amateurismo, tan pesada carga en la que los jugadores debían costear uniformes, botas, desplazamientos y el arrendamiento del Campo de Sedano, supuso su desaparición en 1926 ante la ausencia de un mecenas y a consecuencia entre otras cosas de jugar en un terreno entonces abierto, sin posibilidad de hacer taquillaje.
Comoquiera que la voluntad de la juventud local era seguir practicando este deporte, a finales de la década surgieron más iniciativas, mermadas todas ellas de nacimiento, caso del Deportivo Foot-ball Club, quien vestía camiseta blanquinegra con pantalón negro teniendo apariciones furtivas y la Unión Sporting, sociedad plagada de juveniles que siguió por los mismos derroteros.
Existiendo todavía estas dos sociedades, a principios de 1931 aficionados de antaño y futbolistas que empezaban a destacar decidieron dar el paso de constituir una nueva entidad que representara a la localidad, no ya dentro del marcado contexto geográfico en el que habitualmente se habían movido los distintos clubs nacidos en Villarrobledo, sino en el regional. El proyecto, ambicioso, adquirió personalidad el 20 de abril en forma de Villarrobledo F.C. sin tener éste nada que ver con el desarrollado diez años antes, quedando la flamante sociedad presidida por Isidoro Pozuelo mientras vicepresidente era Francisco Martínez, tesorero Fernando Beneito, secretario Mariano Moreno, vicesecretario José Melero y contador Avelino Torrente. Estrenada su vida deportiva el 1 de mayo ante el C.D. San Clemente en casa de éste con contundente victoria por 0-7, los roblenses establecieron su feudo en el popular Campo de Sedano cuyo usufructo se mantuvo en régimen de arrendamiento, vistiendo camisa con pantalón blanco, colores con los que ingresaron en la Federación Murciana.
En dicho organismo territorial, que por entonces comprendía las provincias de Albacete, gran parte de Alicante, parte de Almería y Murcia, fue considerado de Tercera Categoría siendo éste su destino oficial en la temporada 31/32, concertándose para reenganchar a la afición y crear un ambiente futbolístico que se mantuviera fiel al equipo en lo sucesivo, un encuentro frente al Valencia F.C. que tuvo una gran repercusión. Tomando nota de lo sucedido en experiencias anteriores, el Campo de Sedano quedó vallado en 1932 pudiéndose hacer recaudaciones por taquillaje, siendo sin embargo la evolución del club bastante diferente con el correr de los años a la planeada tras su nacimiento. El Villarrobledo F.C. quedó estancado en Tercera Categoría sin poder ascender en su breve carrera de los años treinta, pasando el tiempo sin alegrías deportivas y superando, incluso, los hechos revolucionarios de octubre de 1934 cuando, en una tentativa armada, campesinos locales iniciaron un levantamiento que terminó con varios muertos y temporalmente con la paz social.
El movimiento balompédico no se redujo al Villarrobledo F.C. y en 1933 se constituyó otra sociedad, el Athletic Club Villarrobledo vistiendo camisa rojiblanca con pantalón negro, conjunto que apenas careció de importancia transcurriendo plácidamente la vida de los blancos en Tercera Categoría hasta que, en julio de 1936, llegó el levantamiento de parte del Ejército que ocasionó la Guerra Civil, tremenda desgracia que arruinó a muchos hogares, amén de dejar a la población socialmente fracturada y con muchas penurias.
Terminada la guerra, el fútbol y otros menesteres pasaron a un segundo plano hasta que en 1941 se organizó el Frente de Juventudes local. Una de las prioridades de aquel movimiento era la educación y, dentro de ella, el fomento de la actividad deportiva, por lo que se reacondicionó rápidamente el Campo de Sedano para albergar tanto al Villarrobledo Frente de Juventudes, nueva sociedad constituida en 1942, como al Club Deportivo Villarrobledo, entidad creada a la par y llamada a ser la representativa al sumar jugadores locales de antaño y forasteros también veteranos. Las escasas condiciones del Campo de Sedano quedaron pronto manifiestas y tanto jugadores como aficionados reclamaron un nuevo terreno, interviniendo el Frente de Juventudes local ante las autoridades para materializar un recinto que, en abril de 1943, fue aprobado su construcción. A finales de año se estrenó el Campo de San Antón, propiedad cedida en usufructo por la familia Giménez de Córdoba sita en la calle de San Ildefonso, compartiendo ambas sociedades que vestían camisa blanca con pantalón azul su tierra hasta que en 1945 la economía dijo basta y el C.D. Villarrobledo se retiró de la competición oficial.
A partir de este instante el Villarrobledo F.J. asumió la gerencia de todo el fútbol local quedando en él integrados los jugadores que ya poseía y muchos de los del hasta entonces C.D. Villarrobledo debiéndose adaptar dos equipos, los conocidos como Villarrobledo F.J. “A” y Villarrobledo F.J. “B”, llegando en más de una ocasión a competir ambos entre sí dentro del mismo campeonato, curiosa situación que se prolongó hasta finales de década.
Iniciada la nueva década, el fútbol roblense adquirió solera y, desde el Frente de Juventudes, se fue poco a poco potenciando los equipos con el fin de dar forma a un equipo único que pudiera competir, por fin, a nivel federado. Este paso, sin embargo, debido a que el Campo de San Antón no reunía las condiciones necesarias para ser catalogado de Primera Categoría, tardó algo en llegar retrasándose al 11 de septiembre de 1956, fecha en la que se inscribió al Villarrobledo F.J. en la Federación Castellana considerando ésta que, dada su situación geográfica, debía ser tutelado por la Delegación de Ciudad Real. Catalogado como de Primera Regional, esta categoría fue su destino en la temporada 56/57 vistiendo desde entonces el club camisa roja con pantalón azul, los colores de la Selección Nacional, haciendo un buen papel que prometía mejores logros para la campaña siguiente.
Al término de la edición 57/58 y haciendo uso del nuevo Campo Municipal de la Virgen, un recinto más espacioso con capacidad para cerca de siete mil espectadores, el hasta entonces conocido como Villarrobledo F.J. ascendió a Tercera División cambiando sus Estatutos para adoptar la nueva denominación de Club Deportivo Villarrobledo, iniciando una andadura por Categoría Nacional que desembocó en un extraordinario ascenso a Segunda División una vez concluida la temporada 60/61. El periplo del club rojillo por la categoría de plata del fútbol nacional se extendió un solo curso pues, colista del Grupo II o Sur de inicio a fin en la campaña 61/62, regresó a Tercera División donde, a pesar de sus esfuerzos, ya no tuvo más oportunidades para regresar al fútbol profesional. A los costes deportivos se les unieron los económicos quedando, a medida que avanzaba la década, progresivamente el primer equipo relegado a puestos más alejados de la cabecera hasta que en la temporada 67/68, sin apenas dinero, se hizo una plantilla que no estuvo a la altura en un año en el que, precisamente, se iba a empezar una amplia reestructuración en el fútbol español. Sumando cinco victorias y dos empates el equipo quedó sumido en un desagradable decimoséptimo y penúltimo puesto que le condenaba a despedirse de Categoría Nacional.
Relegado a Primera Regional, al empezar la temporada 68/69 la directiva roblense se planteó en cambiar de federación ante lo poco atractiva que le resultaba la competición castellana corriendo con fluidez comentarios en prensa donde se hablaba de ingresar en la Federación Murciana. Con un futuro incierto, el club endeudado y sin perspectivas de generar ingresos en Regional, nadie quiso tomar el testigo a una directiva que finalmente presentó la dimisión originándose la desaparición de una sociedad histórica que había alcanzado la Segunda División.
HISTORIA DEL CLUB POLIDEPORTIVO VILLARROBLEDO:
1971 – 1980
En 1969, tras una temporada sin fútbol, el que fuera secretario de la última directiva rojilla, José García Moya, constituyó junto a otros aficionados el Atlético Villarrobledo con jugadores netamente juveniles participando durante la campaña 69/70 en el campeonato de la O.J.E. -antiguo Frente de Juventudes- bajo la presidencia de Bernabé Díaz del Amo. Vistiendo camiseta rojiblanca con pantalón azul, en 1970 se presentó un equipo para competir en la Segunda Regional de la Federación Murciana con malos resultados pues, decimotercero y penúltimo, pocos fueron los aficionados que acudieron al Campo Municipal de la Virgen.
El fútbol en Villarrobledo tocaba fondo y la crisis, lejos de eliminarse se afianzaba. A nivel local había llegado la hora de tomar una decisión y, con la ayuda de la O.J.E, que necesitaba debido a la demanda de la juventud disponer de un club con secciones para deportes pujantes como el baloncesto y el balonmano, el 8 de mayo de 1971 quedó constituido el Club Polideportivo Villarrobledo. Vistiendo camiseta roja con pantalón azul, los colores que había lucido el desaparecido club más representativo del fútbol róblense, la nueva sociedad fue dada de alta en la Federación Murciana y el equipo inscrito para competir en Segunda Regional en la temporada 71/72 pero, con el calendario trazado, finalmente se declinó participar debiendo esperar el estreno todavía un par de años hasta que el club hallase el momento indicado.
En 1973, aprovechando que la Federación Murciana había creado la campaña anterior un grupo en Segunda Regional dedicado íntegramente a la provincia de Albacete, se buscó formar un equipo para competir en el fútbol federado e iniciar una nueva carrera que devolviese a la ciudad en un futuro próximo al lugar perdido en 1968. Para ello se incorporaron viejas glorias como Aurelio Fernández Torres, exjugador que ocupó la presidencia de la sociedad pudiendo empezar desde la última de las categorías siendo durante la temporada 73/74 el Grupo V su destino donde, con un plantel repleto de muy jóvenes jugadores, se concluyó decimotercero con malos números. Este resultado no desalentó al club rojillo y para la campaña 74/75 se reforzó el plantel con nuevos jugadores más experimentados que pudieran ayudar a ascender. En esta ocasión se jugó en el Grupo I consiguiéndose la cuarta plaza tras C.P. Tarazona y C.P. La Roda quienes ascendieron directamente, mientras C.P. Madrigueras y C.P. Villarrobledo debían jugarse una plaza en categoría superior jugándoselo todo a una carta en la Promoción. El rival de los roblenses fue el C.D. Bala Azul, conjunto del Puerto de Mazarrón al que se venció en casa por 3-0 y se perdió a domicilio por 1-0.
Conseguido el ascenso, Manuel Bonillo Jiménez pasó a ocupar la presidencia en 1975 compitiendo durante la sesión 75/76 en el Grupo II de Primera Regional junto a clubs albacetenses, alicantinos y murcianos. Pese a haberse preparado concienzudamente para estar arriba, el noveno puesto fue lo mejor que se pudo alcanzar debiendo esperar a la edición 76/77 para dar el salto a Regional Preferente. En 1976, después de varios años de titubeo, había otra vez ganas de fútbol entre la afición y con una Primera Regional reducida a un grupo único, el C.P. Villarrobledo salió a por todas proclamándose campeón de Liga con bastante holgura respecto a sus perseguidores. El ascenso estaba bajo el brazo y en la temporada 77/78 por fin el Estadio de la Virgen volvía a ofrecer el aspecto de antaño con gran parte de las gradas repletas de seguidores.
Para el debut en Regional Preferente se incorporaron nuevos jugadores para asegurarse la permanencia lográndose ésta con la decimosegunda plaza. Aunque la intención era militar algún día en Tercera División, había que ir poco a poco, sin prisas mientras se conseguían ingresos que garantizaran tal objetivo. En la campaña 78/79 se mejoró ostensiblemente siendo séptimos, anunciando en 1979 la Federación Murciana que, debido a una reestructuración del fútbol nacional, la Federación Española le adjudicaba para la próxima campaña 80/81 un grupo propio de Tercera División y gran parte de los participantes en Regional Preferente tendrían plaza en Categoría Nacional. Los rojillos pese a ello compitieron a un buen nivel y, cuartos, desde los despachos consiguieron parte de su sueño.
1980 – 1990
La Tercera División de los años ochenta había perdido la condición de tercer nivel nacional en 1977 con la creación de la Segunda División B, pero aun así resultaba atractiva para los albacetenses. Designado el Grupo XIII para los clubs pertenecientes a la Federación Murciana, en la sesión 80/81 los roblenses se estrenaron con un decimoprimero puesto que tranquilizó a la afición, pero no la contentó demasiado. El club, que seguía presidido por Manuel Bonillo, se estabilizó en la edición 81/82 con el noveno puesto potenciándose el plantel en la temporada 82/83 para ser quinto después de un buen torneo.
En las temporadas siguientes la vida deportiva del C.P. Villarrobledo transcurrió sin grandes cambios y con la tranquilidad de no tener que temer por el descenso. Octavo en la campaña 83/84, en las ediciones 84/85 y 85/86 repitió el quinto puesto siendo esta última su despedida de la Federación Murciana al constituirse en 1986 la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha que iba a englobar los clubs pertenecientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Siendo que la mayor parte de estos clubs hasta la fecha pertenecían a la Federación Castellana y los albacetenses a la Federación Murciana, de forma provisional los clubs castellano-manchegos -albacetenses incluidos- compitieron durante la temporada 86/87 en el Grupo VII junto a los madrileños, esforzándose los rojillos para ser décimos en un duro torneo que conquistó la A.D. Parla.
Pasado el curso de transición, en la campaña 87/88 la Federación Española asignó un grupo propio a la Federación de Castilla-La Mancha, pasando los clubs afectados al Grupo XVII donde el Tomelloso C.F. se llevó el primer puesto y el ascenso a Segunda División B de forma directa tras lucha enconada con el C.P. Villarrobledo al que aventajó en tres puntos. Los rojillos, quienes cedieron tres derrotas en toda la competición, se quedaron con la miel en los labios lamentando tan magnífica oportunidad desaprovechada. El conjunto tinajero contaba por entonces con una gran plantilla y en la sesión 88/89 volvió a disputar el título regional de la categoría siendo, en esta ocasión, el C.D. Toledo quien le arrebató el ascenso al superarle en cuatro puntos. La marcha de algunos jugadores importantes tentados por otras sociedades con aspiraciones bajó el potencial del club en la edición 89/90, quedando el C.P. Villarrobledo relegado al octavo puesto, lejos del campeón C.D. Valdepeñas.
1990 – 2000
Durante los años noventa el C.P. Villarrobledo se asentó definitivamente en Tercera División compitiendo a lo largo de toda la década en el Grupo XVII perteneciente a la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha con la gran novedad, implementada por la Federación Española en 1990, de que los cuatro primeros clasificados tendrían derecho a participar en una Promoción de Ascenso a Segunda División B donde sólo el campeón obtendría plaza en la categoría de bronce. Con este aliciente los rojillos intentaron quedar lo más arriba posible en las temporadas 90/91 y 91/92 contándose en ambas ocasiones con un plantel capacitado para ello, pero sin premio final pues respectivamente, por escasos puntos, se terminó sexto y quinto.
En la campaña 92/93 el C.P. Villarrobledo perdió elementos muy importantes que ficharon por otros clubs mientras los jugadores recién llegados no dieron la talla comprometiendo la continuidad de la sociedad albacetense en la categoría. Tras un torneo lleno de dudas y con el agua al cuello, una victoria en la última jornada en Guadalajara ante el titular y la derrota del C.F. La Solana permitieron obrar el milagro concluyendo decimosextos. El mal trago alertó a la directiva quien se puso manos a la obra para no repetir tal despropósito, incorporándose nuevos jugadores que en la edición 93/94 lograron el tercer puesto precedidos por los dos clubs de la capital ciudadrealeña, C.D. Manchego y el sorprendente Atlético Ciudad Real. El conjunto troyano se clasificó por primera vez en su historia para la disputa de una Promoción originándose una gran ilusión entre la afición que finalmente quedó frustrada al ser primero el C.P. Almería mientras segundo fue la U.D. Los Palacios. Terceros en la liguilla, cuarto resultó el C.D. Don Benito. En la sesión 94/95 se intentó colarse en los puestos de cabeza, pero algunas derrotas inesperadas le relegaron al quinto puesto quedando a cuatro puntos del objetivo.
La temporada 95/96 discurrió en cauces similares pero conscientes de que la Promoción era inalcanzable, certificándose las previsiones con un notable sexto puesto que impulsó a reforzarse de cara a la campaña venidera. En el torneo de la edición 96/97 el equipo sí estuvo afortunado y con una buena defensa se obtuvo la tercera plaza en Liga tras Tomelloso C.F. y C.D. Torrijos, lográndose un pasaporte para la Promoción de Ascenso donde se realizó un pésimo papel terminando colista con dos empates superado ampliamente por C.D. Isla Cristina, Jerez C.F. y Úbeda C.F.
A pesar de que entre las distintas directivas rojillas hubo interés en tratar de ascender, lo cierto es que cada temporada siempre concurrieron clubs históricos que le ofrecieron una dura competencia y clubs revelación que, con presupuestos esporádicamente más altos, fueron capaces de reunir mejores jugadores, ocupándose el sexto puesto en las sesiones 97/98 y 98/99. En la temporada 99/00 el primer equipo estuvo afortunado y terminó tercero en Liga consiguiendo su tercer pase en la década a la Promoción de Ascenso, fase en la que con un plantel muy competitivo se hizo todo lo que estaba en sus manos para ascender topándose con un superior C.D. Linares que le arrebató tan merecido premio. C.P. Mérida “B” y Racing Club Portuense serían los otros dos participantes.
2000 – 2010
Con el cambio de siglo Marcos Alarcón se mantuvo en la presidencia del club apostando cada año por un ascenso con el que se soñaba pero, por una serie causas u otras, no llegaba. De este modo a Villarrobledo llegaron jugadores significantes para reforzar la plantilla, iniciándose la década con una temporada 00/01 en la que los rojillos fueron segundos a tres puntos del C.D. Quintanar del Rey. Clasificado para la Promoción, en este torneo se fue de más a menos quedando finalmente colista con dos victorias y un empate superado por C.D. Diter Zafra, Club Atlético Lucentino y C.P. Granada 74, esperándose en la campaña siguiente, 01/02, tener más fortuna. Tercer clasificado tras Tomelloso C.F. y Albacete Balompié “B”, nuevamente la Promoción se cerró como colista sumando ahora una victoria y dos empates, siendo los compañeros de eliminatoria C.D. Linares, Real Club Recreativo de Huelva “B” y C.D. Don Benito.
Después de la edición 02/03 en la que el C.P. Villarrobledo quedó quinto a dos puntos de la Promoción, en las temporadas siguientes los rojillos perdieron competitividad y quedaron al margen de los puestos cabeceros siendo octavos en la sesión 03/04 y novenos en la Liga 04/05. Después de una ligera remontada en la temporada 05/06 donde se finalizó en séptimo puesto, en 2006 José Antonio Duro Cruz relevó en la presidencia a Marcos Alarcón empezando con mal pie pues, decimocuarto a la conclusión del torneo en el recién estrenado Grupo XVIII, a pesar de no temerse por la continuidad del club dicha posición no gustó a la afición.
En la temporada 07/08 la directiva renovó a gran parte de la plantilla y como resultado se logró el subcampeonato de Liga tras un inalcanzable C.D. Toledo, apoyando la sufrida afición al equipo ante la disputa de otra Promoción en la cual el formato original había cambiado. En Semifinales el C.P. Villarrobledo obtuvo una importante victoria a domicilio imponiéndose por 0-1 al C.D. Teruel pero, una semana más tarde, cuando todos creían en alcanzar la Final, los aragoneses barrieron a los manchegos por un contundente 0-4. Después de tan brillante torneo la campaña 08/09 fue un desastre dentro de una competición muy igualada donde la supervivencia se mostró cara. El C.P. Villarrobledo, sorprendido por los hechos, garantizó su continuidad en el último encuentro jugándoselo todo a una carta ante el C.D. Torpedo 66, también implicado en el descenso, saliendo beneficiados los albacetenses al imponerse por 1-2 en la localidad toledana de Cebolla. Llegados a la sesión 09/10, el plantel experimentó muchas altas y bajas mejorándose ostensiblemente la clasificación al quedar sextos.
2010 – 2020
Con el cambio de década el C.P. Villarrobledo sufre un resbalón en la temporada inicial 10/11 ocupando la decimocuarta plaza, produciéndose numerosos cambios en la plantilla de la campaña 11/12 que catapultan al club manchego hacia su primer título liguero de Tercera División, conseguido de forma brillante después de veintiséis victorias, ocho empates y cuatro derrotas. En la Promoción, conscientes de haber sacado una gran ventaja a sus rivales en Liga, se depositan muchas ilusiones que pronto serán borradas ya que, en la Eliminatoria de Campeones, caen ante el C.D. Constancia al empatar 0-0 en casa y ser derrotados en la localidad balear de Inca por 2-1. Clasificados para Semifinales según el sistema competitivo, esta ronda será la última pues el C.D. Tudelano, al imponerse 2-1 en la localidad navarra y empatar 2-2 en el Estadio de la Virgen, les apea de la Final.
Acostumbrados a los altibajos deportivos, en la sesión 12/13 el C.P. Villarrobledo cayó a la sexta plaza perdiendo la ocasión de estar entre los cuatro primeros clasificados, objetivo que sí se materializó en la edición 13/14 al ser tercero precedido por U.D. Puertollano y U.D. Socuéllamos C.F. En la Promoción, sin embargo, el equipo no superó los Cuartos cayendo eliminado por la S.D. Formentera al empatar 0-0 en la localidad balear y 1-1 en casa pasando los isleños por el valor doble de los goles obtenidos a domicilio.
En las temporadas siguientes, 14/15 y 15/16 con la novena y octava plaza respectivamente, el club rojillo dio un paso atrás en sus aspiraciones tras dos torneos descafeinados redimiéndose en la campaña siguiente 16/17 cuando, con renovadas esperanzas, se ocupó el tercer puesto precedido por C.F. Talavera de la Reina y U.B. Conquense. En la Promoción se empezó fuerte eliminando en Cuartos al C.D. Cortes después de perder 2-1 en la localidad navarra y vencer por 3-0 en casa, no superando la Semifinal ante el Náxara C.D. al empatar 1-1 en casa y, de nuevo, en la localidad riojana 1-1 después de terminar el tiempo reglamentario, disputar una prórroga y caer desde el lanzamiento de penas máximas.
En la edición 17/18, con Antonio Calle en el banquillo, los rojillos alcanzan el segundo puesto quedando a un solo punto de la U.B. Conquense por lo que disfrutan de una nueva Promoción, superando en Cuartos a la U.D. Lanzarote al empatar 1-1 en las Islas Canarias y vencer en casa por 2-0. Después de eliminar en Semifinales a la U.M. Escobedo al imponerse por 0-3 en la localidad cántabra y empatar 1-1 en casa, los rojillos acceden a la Final donde les espera la U.D. Almería “B”, equipo dependiente con el que protagonizan un desgraciado encuentro en casa en el cual pierden 3-6 perdiendo todas sus opciones de ascenso mientras en la vuelta, ceden la victoria a los rojiblancos por 2-0.
Al iniciarse la temporada 18/19 el C.P. Villarrobledo que preside José Antonio Duro en un segundo ciclo se hace con los servicios de Jesús Castellanos para el puesto de entrenador. La plantilla, que anda en la parte alta de la clasificación y no percibe sus emolumentos desde hace meses, denuncia a la directiva y ésta presenta su dimisión en bloque la primera semana de febrero descubriéndose una deuda de doscientos cincuenta mil euros. Con los hermanos Bernardo y Alfonso De la Cruz como nuevos presidente y vicepresidente respectivamente, el club consigue liquidar algunas deudas y comprometer el pago de otras mientras, en el aspecto deportivo, se logra el tercer puesto en Liga tras U.D. Socuéllamos C.F. y Villarrubia C.F. Cargados de ilusión y en una huida hacia adelante, los rojillos eliminan en Cuartos al C.D. Olímpic de Xàtiva al empatar en casa 1-1 e imponerse en tierras valencianas por 0-3, haciendo lo mismo en Semifinales ante la Gimnástica Segoviana C.F., conjunto al que se vence en casa por 2-1 y en la capital castellana por 0-1. Clasificados para la gran Final, el rival es el C.D. Lealtad de Villaviciosa que ha resultado imbatido en el Grupo II asturiano, venciendo los forasteros en el Estadio de la Virgen con un 0-1 que presagia un probable adiós de los rojillos al ascenso. Sin embargo, las previsiones no se cumplen y, una semana después, los roblenses se imponen en la localidad asturiana con un sorprendente 1-2 con goles de Nacho Huertas consiguiendo un merecido ascenso a Segunda División B que pocos imaginaban.
BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:
- Villarrobledo y su fútbol. Lorenzo Moreno Nava (1983).
- Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
- Anuarios de la RFEF.
- Vida Manchega. Semanario.
- Heraldo Manchego. Diario
- Lanza. Diario
- Luz. Diario
- Ahora. Diario
- La Voz. Diario
- Gol. Diario deportivo
- La Nación. Diario
- La Libertad. Diario
- Murcia Deportiva. Semanario
- www.elmundodeportivo.es/hemeroteca Diario deportivo.
ENLACES RELACIONADOS CON EL CLUB:
- www.cpvillarrobledo.net (Web oficial).