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Historial del Club Deportivo Antequerano

 

DATOS GENERALES:

  • Nombre completo: Club Deportivo Antequerano
  • Ciudad: Antequera 
  • Provincia: Málaga
  • Comunidad Autónoma: Andalucía
  • Fecha de constitución: 8 de diciembre de 1939
  • Fecha de federación: 24 de enero de 1940

 

CAMBIOS DE NOMBRE:

  • Club Deportivo Antequerano (1939-1962)
  • Antequera Club de Fútbol (1962-1967)
  • Unión Deportiva Antequera (1967-1970)
  • Club Deportivo Antequerano (1970-1992)

 

TÍTULOS NACIONALES:

1 Liga de Tercera División:

  • 1980/81

 

ESTADIO:

  • Nombre: Estadio Municipal Nuevo El Maulí
  • Año de inauguración: 9 de agosto de 1983
  • Cambios de nombre:
  • Estadio Municipal Nuevo El Maulí (1983- )
  • Capacidad: 6.000 espectadores

 

OTROS ESTADIOS:

  • Campo Municipal El Maulí (1939-1983)
  • Estadio Municipal Nuevo El Maulí (1983-1992)

 

TRAYECTORIA EN LIGA:

ESCUDOS DEL CLUB DEPORTIVO ANTEQUERANO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

UNIFORMES DEL CLUB DEPORTIVO ANTEQUERANO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

ORÍGENES DEL FÚTBOL EN ANTEQUERA:

El municipio y ciudad de Antequera, situado al norte de la provincia de Málaga y distante en cuarenta y cinco kilómetros de la capital, contiene un extenso término municipal de setecientos cincuenta kilómetros cuadrados que lo convierten en uno de los más grandes del país. Fundado por los íberos y ocupado por varias culturas posteriores como la romana y árabe, su casco urbano está emplazado en la amplia llanura de una depresión rodeado de varias sierras y bañado por el río Guadalhorce, siendo su población de cuarenta y dos mil vecinos. Capital de la comarca homónima siendo su principal centro comercial, cultural y de ocio, la localidad cuenta con un rico patrimonio religioso y civil, varios asentamientos de relevancia arqueológica y un nutrido repertorio de muy antiguos dólmenes que la caracterizan. Con un número de hectáreas dedicadas a los tubérculos, olivar y cereales, todos de secano y cierta dedicación a la ganadería, la industria tiene también una gran presencia con varios polígonos muy bien comunicados.

Contando con algo más de treinta mil habitantes a principios del pasado siglo XX, el fútbol hizo aparición en el año 1907 cuando Alfonso Chacón Herrera, hijo del Marqués de Zela, tras pasar y practicar durante un tiempo este deporte en la localidad de Gibraltar, decidió junto a un grupo de amigos ofrecer un encuentro en el interior de la Plaza de Toros el 25 de agosto solapado al espectáculo taurino. Sin desatar muchas pasiones y, en medio de una época complicada, aquellos jóvenes practicantes todavía tuvieron que esperar cierto tiempo a asentar las bases para constituir una sociedad, hecho que se materializó el 27 de junio de 1915 con la constitución del Antequera Foot-ball Club. Vistiendo camiseta azulgrana con pantalón negro y presidido por Alfonso Chacón, su primer feudo estuvo en los aledaños del cuartel de la Guardia Civil, actual Plaza de Castilla donde se solía acomodar la Feria, dedicándose en lo sucesivo a contender con clubs de su entorno geográfico, especialmente de la ciudad de Málaga y conjuntos granadinos.

Con el cambio de década el fútbol empezó a tomar notoriedad en todo el ámbito nacional no siendo exenta Antequera cuyo principal representante, el Antequera F.C. presidido por Manuel López Pérez, decidió en 1922 formalizar su publicitación en el Registro de Asociaciones e ingresar el 7 de julio en la Federación Regional del Sur para poder contender frente a clubs federados quienes servían para conseguir mayores recaudaciones y, por lo tanto, ingresos para subsistir. Al margen de las competiciones regionales, en 1928 con Juan Villalba Troyano en la presidencia, el club decidió dar un paso más en su carrera y profesionalizar su estructura creando un Reglamento para todos sus socios, dotarlo con más servicios y luchar por conseguir un campo de deportes en condiciones, además de permutar sus colores a camiseta verdiblanca con pantalón azul.

El deseo de conseguir un nuevo campo pasó a ser imperioso para competir en condiciones dentro de los campeonatos regionales, anhelo que por fin se convirtió en realidad cuando, en 1931, un grupo de treinta aficionados aportaron mil pesetas cada uno para comprar unos terrenos en el por entonces titulado Paseo de la República. Inaugurado el Campo del Maulí, el club fue inscrito en el Campeonato de Tercera Categoría de la temporada 31/32 donde, junto a clubs malagueños y cordobeses, no estuvo brillante quedando quinto y último, ingresando en 1932 dentro de la Segunda Categoría Preferente consiguiendo, ahora sí con un gran plantel con mucho jugadores forasteros, destacar en el torneo 32/33 en el que, junto a malagueños y granadinos, terminó primero denegándose su merecido ascenso a Primera Categoría B al carecer, entre otras cosas, su terreno de hierba natural como marcaba el Reglamento federativo.

Contando con una plantilla totalmente profesionalizada, no ascender a Primera Categoría B ni tampoco ser atendida su solicitud para participar en las eliminatorias de Tercera División, supusieron para los verdiblancos sendos duros golpes difíciles de encajar que significaron su sentencia de desaparición pues, en una categoría como la Segunda Preferente, el tercer nivel de aquellos tiempos, no se garantizaba dinero con qué pagar a los jugadores renegándose a participar en el campeonato 33/34. Aunque en lo sucesivo hubo algunos conatos de reemprender la actividad, incluso en 1935 hubo un conjunto amateur que acudió a distintas localidades jiennenses y cordobesas para jugar encuentros amistosos bajo la denominación de Antequera F.C., lo cierto es que desde finales de 1933 Antequera se quedó sin fútbol a nivel federado.

HISTORIA DEL CLUB:

1939 – 1940

Acabada la guerra y sin un club organizado que representara al municipio dentro del fútbol regional federado, un grupo de aficionados decidió dar el paso de constituir una nueva sociedad quedando todo zanjado el 8 de diciembre de 1939 con el nacimiento del Club Deportivo Antequerano decidiéndose vestir como su antecesor, es decir camiseta verdiblanca con pantalón azul. Elegida en principio una Junta Gestora, el 24 de enero de 1924 quedó definida su primera Junta Directiva presidida por Antonio Morales Seco acompañado de Antonio Garzón García en la vicepresidencia, Juan Muñoz Avilés como secretario y Fernando Garzón García en el puesto de tesorero iniciando su carrera deportiva en la temporada 39/40 en Segunda Categoría desde donde pasó, una vez repartida la élite del fútbol andaluz en Primera y Segunda División, a formar parte de Primera Categoría.

1940 – 1950

El estreno en la máxima de las categorías administradas por la entonces titulada Federación Regional del Sur dejó a los verdiblancos en el tercer puesto de un reducido grupo de cuatro componentes, siendo segundo en la sesión 41/42 a tres puntos del Club Recreativo Onuba accediendo a la Fase Final por el título regional concluyendo tercero y no teniendo un buen año en la edición 42/43 al ser noveno y penúltimo por lo que perdió la categoría cayendo a Segunda Categoría. Después del bache y recuperarse, la temporada 45/46 resultó magnífica al proclamarse campeón de su grupo ya en Primera Categoría disputando la Promoción de Ascenso a Tercera División, resuelta favorablemente a sus intereses con un acceso que fue celebrado por todos sus seguidores.

Debutar en Categoría Nacional y en el tercer nivel nacional de la época exigió acondicionar el Campo de El Maulí y disponer de una plantilla profesional que se estrenó en la campaña 46/47 dentro del Grupo XII compuesto por andaluces y norteafricanos con un meritorio séptimo puesto de entre diez participantes, pasando en la sesión 47/48 al Grupo VIII también con andaluces y norteafricanos en el que no tuvo tanta fortuna concluyendo decimotercero de un total de catorce implicados perdiendo la categoría.

De regreso al grupo único de Primera Regional con clubs de toda la geografía andaluza, la sesión 48/49 fue destacada al ser séptimo clasificado en un torneo difícil con rivales de prestigio y otros en franco auge deportivo, mejorando un puesto en la edición 49/50 al ser sexto y asentar las bases para que, en la década siguiente, el club progresara intentando luchar por una plaza en Categoría Nacional.

1950 – 1960

A pesar de las esperanzas depositadas en obtener el ascenso a Tercera División, este no se materializó de inmediato y debieron pasar unas cuantas temporadas hasta conseguirlo pues, en una categoría tan complicada como la Primera Regional con rivales en su misma lucha y un acceso a la categoría de bronce lleno de trabas, todo se postergó más de lo deseado. Tras unos inicios dubitativos en el que fue octavo en la temporada 51/52, en la campaña 52/53 se hizo un gran esfuerzo sin recompensa al ser tercero consiguiéndose el ascenso al término de la sesión 53/54.

El debut en este segundo ciclo en Tercera División exigió de los verdiblancos un esfuerzo extra en la edición 54/55 tratando de evitar el descenso inmerso en el Grupo XII integrado por clubs del este andaluz al ser noveno y penúltimo, debiendo defender su plaza mediante una Promoción de Permanencia con resultado positivo al ser segundo de un grupo de diez componentes con aspirantes de Primera Regional incluidos. En la temporada 55/56 el club malagueño mejoró ostensiblemente no pasando tantos apuros al ser séptimo mientras que, en la campaña 56/57, habiendo pasado al Grupo XI con dieciséis integrantes, octavo fue su puesto final.

Continuando en el Grupo XI con clubs del este andaluz preferentemente a los cuales también se unieron puntualmente clubs cordobeses, gaditanos y melillenses, la trayectoria del conjunto verdiblanco en lo sucesivo no pudo superar la barrera del décimo puesto terminando decimosegundo en la sesión 57/58 y décimo en la edición 58/59, sufriendo en el curso 59/60 al rondar las plazas de descenso aunque finalmente, debido a la gran distancia cualitativa respecto a los últimos clasificados, logró la continuidad con más tranquilidad de la prevista en gran parte del campeonato. Durante este periodo es destacable el papel realizado por la Ag.D. Ferroviaria, modesto club que actuó en la Provincial malagueña a principios de los años cincuenta convirtiéndose en el segundo club de la localidad.

1960 – 1970

Con el cambio de década el C.D. Antequerano afrontó un periodo lleno de optimismo con la esperanza de, si había suerte, optar a una superior categoría, continuando en el Grupo XI constituido íntegramente por clubs andaluces más la suma de la U.D. Melilla teniendo una mediocre temporada 60/61 donde, sin embargo, acabó decimotercero más preocupado por no descender que por otros objetivos. En la campaña siguiente 61/62 se mejoró bastante pudiendo los verdiblancos concluir en séptimo puesto, resultando la sesión 62/63, en la que se cambió la denominación a Antequera Club de Fútbol, notable por cuando durante todo el campeonato tuvo opciones reales de quedar entre los dos primeros, incluso de ser campeón, debiendo conformarse finalmente con un inconsolable tercer puesto empatado a puntos con el Club Atlético Malagueño quien pudo promocionar y a tres del almeriense C.D. Hispania, líder del grupo.

Conservando todavía una buena plantilla, en la edición 63/64 se luchó nuevamente por alcanzar uno de los dos primeros puestos dentro de un grupo muy igualado en el que hubieron muchos candidatos al ascenso, terminando finalmente en quinto puesto a cinco y cuatro puntos respectivamente del Club Atlético Malagueño y Club Atlético Cordobés. Tras estas dos magníficas temporadas el conjunto malagueño retrocedió en sus aspiraciones convirtiéndose la campaña 64/65 en un torneo sin tanto interés al ser octavo y, contrariamente a lo que se esperaba, dramática la sesión 65/66 cuando, después de diversos problemas que le acarrearon una sanción federativa con retirada de puntos, terminó decimocuarto descendiendo a Primera Regional.

Con una economía maltrecha e inmerso en una categoría sin tanto atractivo deportivo, la edición 66/67 se presentó complicada encontrándose en el mismo grupo con otra sociedad local, la U.D. La Salle, un club ligado al colegio del mismo nombre con amplio arraigo en el municipio el cual, habiendo sido constituido en la década anterior, desde 1965 competía a nivel federado vistiendo camiseta blanca con pantalón azul y compartiendo el Campo Municipal de El Maulí con los verdiblancos. Después de una edición 66/67 en la que ninguno de los dos destacó siendo los lasalianos cuartos y el club decano octavo, ambos estrecharon relaciones consumándose en julio de 1967 su fusión adoptándose el nuevo nombre de Unión Deportiva Antequera, denominación con la que se compitió en la temporada 67/68 con gran acierto al quedar campeón de grupo, pero sin lograr el ascenso a Tercera División.

Después de tan buen resultado, la Federación Andaluza decidió en 1968 aplicar cambios en la categoría pasando la Primera Regional de grupos provinciales a interprovinciales, un paso que, de rebote, afectó sobremanera a la U.D. Antequera quien con un triste balance de cinco victorias y nueve empates, concluyó el torneo 68/69 decimoquinta y penúltima descendiendo a Segunda Regional. Los verdiblancos tocaban fondo y, en pocos años, pasaban de competir en Tercera División a hacerlo en una categoría provincial de donde no pudo salir en el curso 69/70 para desespero de sus seguidores.

1970 – 1980

Al empezar los años setenta la directiva de la U.D. Antequera que presidía Francisco Sánchez Sánchez, oyendo el sentir de los aficionados disgustados en su mayoría por la denominación del club, solicitó permiso a la Federación Malagueña cambiando y recuperando en septiembre de 1970 la de C.D. Antequerano consiguiendo en el campeonato 70/71 el retorno a Primera Regional, finalizando la temporada 71/72 en décimo puesto mientras en la campaña 72/73 fue séptimo acercándose a los puestos de cabeza en la sesión 73/74 donde resultó cuarto. El desarrollo de la edición 74/75 no fue el esperado y concluyó en decimosegunda plaza no superando el corte establecido por la Federación Andaluza quien estableció que sólo los diez primeros clasificados accederían a la nueva categoría denominada Regional Preferente, teniendo continuidad en Primera Regional pero con el agravante de ser el quinto nivel nacional y no el cuarto.

Perder un nivel sentó mal entre los aficionados, pero no hubo más remedio que aceptar la situación, transcurriendo la temporada 75/76 sin el ascenso esperado al finalizar sexto. En la campaña 76/77, paralelamente a la reestructuración que iba a aplicar la Federación Española en Tercera División, la Federación Andaluza anunció un ascenso masivo de clubs de Primera Regional a Regional Preferente consiguiendo los malagueños lo que se habían propuesto y, además, por la puerta grande al ser segundos en Liga empatados a puntos con el granadino Club Atlético Zaidín, regresando a esta categoría con la esperanza de crecer siendo noveno en la sesión 77/78. En el curso 78/79 la Federación Andaluza aumentó de dos a tres clubs los ascensos de Regional Preferente a Tercera División, oportunidad que no desaprovechó el C.D. Antequerano al ser tercero tras los pasos del marbellí U.D. San Pedro y del Martos C.D.

Regresar a Tercera División después de tantos años de ausencia fue una gratificación para los aficionados aunque conscientes de que el nombre era el mismo que el de los años sesenta pero no el nivel, cuarto a raíz de la implementación de la Segunda División B en 1977. No obstante, dada la composición y geografía de los participantes del Grupo VII, la categoría era suficientemente atractiva ocupando un discreto decimoquinto puesto aunque sin el temor de descender.

1980 – 1990

Siendo Diego Bros Mariné presidente del C.D. Antequerano, la temporada 80/81 que abría la nueva década resultó sensacional cuando nadie lo esperaba, menos aun después del mal puesto ocupado en el campeonato anterior. Partícipe del Grupo IX asignado a las provincias orientales de la Federación Andaluza más a los representantes de la Ciudad Autónoma de Melilla, el conjunto verdiblanco ocupó el primer puesto obteniendo el título con cuatro puntos de margen respecto al Martos C.D. por lo que, Reglamento en mano, se clasificaba para la Promoción de Ascenso a Segunda División B teniendo como rival en Semifinales al C.D. Colonia Moscardó a quien derrotó en Madrid 0-1 empatando una semana más tarde 0-0. Aupado a la gran Final, aunque se perdió ante la U.D. Telde por 1-0 en la localidad canaria, luego en casa el Campo Municipal de El Maulí fue atronador logrando remontar 4-2 y consiguiendo, de este modo, un histórico ascenso a la división de bronce.

La Segunda División B de los primeros años ochenta seguía manteniendo el formato inicial con dos grupos de veinte participantes respectivamente. Al C.D. Antequerano, en su debut de la campaña 81/82 dirigido por José Luis Monreal, le tocó competir en el Grupo II viajando por medio país al compartir destino con clubs canarios, norteafricanos, andaluces, extremeños, castellano-manchegos, murcianos, valencianos, catalanes, madrileños, baleares más el F.C. Andorra reforzándose la plantilla para garantizar su continuidad. El desarrollo del campeonato, a medida que fueron transcurriendo las jornadas, dejó entrever que incluso había opciones de ascender llegando estas inmaculadas hasta la última en la que, a pesar de vencer e igualar a puntos con el segundo clasificado, Cartagena F.C., quedando a dos puntos del Xerez C.D., finalmente fueron cuartos con la miel en los labios. En la sesión 82/83, siguiendo en el mismo grupo y dirigidos por José Luis Fuentes con gran parte de la plantilla anterior, el equipo realmente funcionó disfrutando de una nueva oportunidad de ascenso a la división de plata que se malogró en las últimas jornadas ocupando el cuarto puesto.

La edición 83/84 fue otro cantar a pesar de que empezó con la inauguración del nuevo Estadio de El Maulí el 9 de agosto de 1983 invitándose al brasileño América F.C., de Río de Janeiro con derrota por 1-3. Con un presupuesto más bajo y una plantilla debilitada, el técnico Benito Joanet aguantó las primeras dieciséis jornadas siendo relevado por Ben Barek en otras dieciséis ocupándose hasta el final José Luis Monreal quien no pudo evitar el descenso al terminar decimoctavo, a un punto de la salvación. Finalizado el campeonato, la fortuna se cruzó en su camino pues el descenso del Racing Club Portuense por impago, facilitó que la Federación Española lo repescase ocupando la plaza de los gaditanos, un gesto administrativo que le permitió asegurarse un torneo más en la categoría. Tocado económica y deportivamente, la temporada 84/85 en el Grupo II tuvo un triste desenlace al ser vigésimo y colista sumando ocho victorias y viendo la permanencia siempre de lejos no pudiendo evitar, ahora sí, perder la categoría tras pasar por el banquillo José María Negrillo, titular en treinta y do jornadas, ocupándose en las últimas seis Manuel Polinario «Poli».

Tras el descenso los verdiblancos iniciaron un nuevo ciclo en el Grupo IX andaluz oriental convirtiéndose en uno más de los participantes conscientes de que su gran época había concluido. Con deudas arrastradas de su militancia en la categoría de bronce, los presupuestos fueron bajando teniendo una tranquila campaña 85/86 en la que se terminó noveno para ser decimosegundo en la sesión 86/87 y decimocuarto en la edición 87/88 debiendo litigar con el descenso. En la temporada 88/89, a pesar de ser decimoquinto en Liga, su continuidad no se vio amenazada al existir varios clubs en peores condiciones, siendo la campaña 89/90 de nuevo un contante sufrimiento al finalizar decimoséptimo, a tres puntos de perder la categoría.

1990 – 1992

Al iniciarse la nueva década, la situación económica del C.D. Antequerano se agravó volviéndose casi insostenible pendiendo su futuro inmediato de un fino hilo. A trancas y barrancas se pudo componer una plantilla y salir a competir en la temporada 90/91 dentro del Grupo IX sabiéndose que, deportivamente, iba a ser duro como así fue pues, sumándose apenas cuatro victorias, el conjunto malagueño fue decimonoveno y penúltimo descendiendo a Regional Preferente, una categoría no tan atractiva en la que se iban a generar menos ingresos. En la campaña 91/92, con una plantilla muy justa, la adversidad deportiva se unió a la ya por de sí castigada financiera finalizándose en decimosexto puesto, a un punto escaso de lograr la permanencia por lo que se encadenó un nuevo descenso a Primera Regional que tuvo definitivas consecuencias.

Finalizado el torneo y en Asamblea Ordinaria acaecida el 19 de junio de 1992, los socios del club se enfrentaron a una difícil disyuntiva en la que se debatió de un lado seguir compitiendo y, de otro, empezar desde cero con el apoyo de otra sociedad. Las dos tendencias fueron recogidas por separado en dos candidaturas; una continuista representada por Rafael Bermúdez González y otra renovacionista liderada por Rafael López De la Torre que pretendía fusionarse con el malacitano C.D. Puerto Malagueño quien disponía de un equipo amateur en Regional Preferente y una excelente cantera. Sometidas ambas opciones a votación salió vencedora la renovacionista por veintinueve votos frente a cinco de modo que, ese mismo día, finalizaba la historia del C.D. Antequerano y nacía la del recién constituido Antequera Club de Fútbol llamado a ser su sucesor.

Copyright Texto historiales LaFutbolteca.com

BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:

  • Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
  • Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
  • Álbum gráfico del fútbol en Antequera. Francisco de Paula Gálvez (2007).
  • Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
  • Anuarios de la RFEF.
  • Archivo privado de Miguel Santos.
  • Diario de Córdoba. Diario.
  • El Noticiero Gaditano. Diario.
  • La Voz. Diario.
  • El Liberal. Diario.
  • El Sol de Antequera. Diario.
  • www.diariosur.es Diario.
  • www.laopiniondemalaga.es Diario.
  • www.elsoldeantequera.com Diario.
  • www.as.com Diario.
  • www.marca.com Diario.

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