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Historial del Club Atlético Antoniano

 

DATOS GENERALES:

  • Nombre completo: Club Atlético Antoniano
  • Ciudad: Lebrija 
  • Provincia: Sevilla
  • Comunidad Autónoma: Andalucía
  • Fecha de constitución: mayo de 1963
  • Fecha de federación: 27 de julio de 1963

CAMBIOS DE NOMBRE:

  • Club Atlético Antoniano (1963- )

TÍTULOS NACIONALES:

1 Liga de Tercera RFEF:

ESTADIO:

  • Nombre: Estadio Municipal de Lebrija
  • Año de inauguración: 29 de mayo de 1955
  • Cambios de nombre:
  • Estadio de La Victoria (1955-1986)
  • Estadio Municipal de Deportes (1986-2023)
  • Estadio Municipal de Lebrija (2023- )
  • Capacidad: 3.500 espectadores

 

OTROS ESTADIOS:

  • Estadio Municipal de Lebrija (1963- )

 

TRAYECTORIA EN LIGA:

ESCUDOS DEL CLUB ATLÉTICO ANTONIANO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

UNIFORMES DEL CLUB ATLÉTICO ANTONIANO. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:

ORÍGENES DEL FÚTBOL EN LEBRIJA:

El municipio sevillano de Lebrija, situado en la comarca del Bajo Guadalquivir y lindante con la provincia de Cádiz, distante con la capital provincial en 65 kilómetros y con Jerez de la Frontera en treinta, dispone de un extenso término de 375 kilómetros cuadrados donde predomina la marisma habiendo un gran espacio para la campiña dedicada al secano y regadío. Lugar de residencia de veintiocho mil vecinos, su economía gira alrededor de la agricultura destacando el cultivo de algodón, remolacha, vid, cereales, olivar y diversos productos hortofrutícolas habiendo sido sus tierras paso de distintas culturas que dejaron un profundo rastro.

Contando con cerca de doce mil habitantes recién iniciados los años veinte del pasado siglo y teniendo a la sociedad ciclista Veloz Club de Lebrija presidida por José Martínez como máximo exponente deportivo, la eclosión del fútbol en esta época provocó que en 1922 muchos de los hasta entonces atrevidos velocistas dejaran la bicicleta y pedales de un lado, cambiándolos por un balón y un par de porterías. Alrededor de la bodega familiar y sus empleados, José Martínez Calderón se convirtió en presidente y pionero del Lebrija Foot-ball Veloz Club S.D., vistiendo camiseta blanca con pantalón y medias negras por poco tiempo porque apenas un año más tarde, en 1923, aquella incipiente sociedad desapareció, aunque no el fútbol.

Plantada esta semilla entre la juventud local, ese mismo año de 1923 quedó constituido el primer club netamente futbolístico que no fue sino una evolución del anterior al contar con muchos de sus exintegrantes, el Lebrija Foot-ball Club, presidido por Joaquín Marchena y otros aficionados quienes buscaron y consiguieron asentar brevemente un deporte que empezaba a contar con muchos seguidores. Disponiendo de un terreno de juego en el denominado Llano de Zancarrón, junto a la carretera de Trebujena, aquellos muchachos estuvieron limitados a jugar entre si al carecer de medios económicos para desplazarse, un requisito indispensable para la supervivencia de la sociedad, abandonando la actividad en 1925 a la espera de la llegada de tiempos mejores.

Cinco largos años debieron de transcurrir hasta que, a principios de 1930, gracias a la labor del farmacéutico cordobés Rafel Gutiérrez Cisterna, quedase reorganizado el Lebrija F.C. vistiendo en esta ocasión camiseta rojiblanca con pantalón blanco, fijando su terreno de juego en una explanada junto a la Venta del Rey. El paso dado por este nuevo grupo de aficionados no cayó en saco roto surgiendo al poco tiempo la Unión Balompédica Lebrijana, sociedad que, vistiendo camiseta celeste con pantalón blanco, quedó presidida por Ceferino Mendaro estando acompañado por Francisco Ruiz en la secretaría y Alfonso Guzmán en el puesto de tesorero inaugurando un terreno cedido por el ayuntamiento en la Avenida de Canalejas.

Iniciada la rivalidad entre ambos clubs, el ayuntamiento en más de una ocasión cedió en disputa una copa al mejor de los dos quedando la afición dividida a partes iguales. Ajenos ambos a ser inscritos en la Federación Regional del Sur debido a sus carencias económicas, las respectivas carreras deportivas se vieron compensadas con la disputa de encuentros amistosos frente a representantes de los municipios próximos y de la capital provincial, Sevilla, así como de la cercana Jerez de la Frontera y Cádiz hasta que, a finales de 1931, Ceferino Mendaro dimitió como presidente de la U.B. Lebrijana siendo sustituido por Francisco Ruíz Torres. La trayectoria del club lebrijano fue a menos reduciéndose progresivamente la actividad hasta que, a mediados de 1932, el club desapareció ingresando parte de sus exfutbolistas en la U.B. Lebrijana que se quedó como club representativo en adelante.

Alternando la camiseta celeste con otras temporadas en albiceleste, la U.B. Lebrijana cerró en 1934 su campo con el ánimo de hacer taquilla y así poder recaudar fondos con los que autofinanciarse, pasando el tiempo sin novedad hasta que en julio de 1936 su actividad quedó definitivamente interrumpida a causa del estallido de la Guerra Civil llegando una época donde el fútbol pasó, al menos en el municipio, a mejor vida hasta que pudiera reanudarse en un futuro sin fecha establecida.

Finalizada la contienda, Lebrija atravesó por una de sus peores épocas quedando el fútbol completamente en un segundo plano desapareciendo el antiguo campo del Lebrija F.C. y el de la Avenida de Canaletas cuyas tablas de madera fueron empleadas para las casetas de la popular feria local. Careciendo de un recinto en condiciones para la práctica futbolística, este significativo obstáculo significó toda una piedra en el camino para la reorganización de los viejos clubs o la constitución de uno nuevo cayendo en saco roto las reclamaciones para la construcción de un moderno campo de deportes.

Pasados los años y sin solución en el horizonte a corto plazo, es a principios de los años cincuenta cuando un grupo de jóvenes aficionados reorganizaron modestamente la U.B. Lebrijana procurándose un terreno en el Llano de la Calzada, junto al denominado Huerto Vicario que, más delante fue reemplazado por el Campo de El Egido, junto al puente de tres ojos situado en la carretera de El Cuervo donde se levanta el actual Polideportivo Municipal, actuando en ocasiones bajo el nombre de «Phillips» en reconocimiento a la prestigiosa marca de electrodomésticos.

Llegados al año 1954 y necesitados de la total recuperación del fútbol en el municipio del Bajo Guadalquivir, surgió una nueva propuesta en forma de Club Deportivo Juventud Lebrijana, sociedad dirigida de forma momentánea por Manuel Herrera y Fernando Vega que, vistiendo camiseta roja con pantalón blanco y haciendo uso del Campo de El Egido, comandó un proyecto que llegaba para ser una realidad. La irrupción de este novel club no hizo sino consolidar el regreso de la por entonces titubeante U.B. Lebrijana que consiguió, gracias a la labor del gerente de la fábrica de harina La Albinilla -sita en la actual Plaza de la Amistad-, la cesión de un terreno junto a la empresa reconvertido en campo de fútbol donde poder jugar, estableciéndose una rivalidad que, casi de inmediato, se trató ese mismo año solventar en octubre con la fusión de ambas sociedades. El pretendido acuerdo no se pudo alcanzar al ser irreconciliable el nombre de la futura sociedad abogando los balompédicos por mantener su denominación tradicional completa al considerarse decanos en firme oposición a los juventistas, partidarios de denominarse Juventud Balompédica Lebrijana.

Rotas las negociaciones, cada uno continuó por su lado manteniendo la independencia hasta chocar ambos clubs seriamente antes de Navidad de 1954 a resultas de consentir el propietario de la harinera, Manuel Pacheco, el traslado del C.D. Juventud Lebrijana al Campo de La Albinilla, hasta la fecha feudo balompédico. No teniendo más remedio que compartir el mencionado campo, dada la creciente afición y contando con dos clubs, los gestores de la U.B. Lebrijana decidieron poner tierra por el medio destinando fondos para construir su propio campo de deportes, obras que se iniciaron a principios de 1955 culminando con la inauguración oficial del Campo de La Victoria en fecha 29 de mayo ante el equipo amateur del Real Betis Balompié, por entonces en Primera Regional perdiendo los locales por 2-4.

El nuevo recinto supuso una inyección de moral para los balompédicos siendo contrarrestada rápidamente por el C.D. Juventud Lebrijana, presidido por Antonio Muñoz, al ser el primero en formalizar su alta en la Federación Andaluza en abril de 1955, no tardando mucho más la U.B. Lebrijana, presidida por Francisco Cárdenas García, quien lo hizo casi de inmediato. Tras competir ambos clubs en la Copa Primavera de 1956, llegó la hora de estrenarse en Segunda Regional durante la temporada 56/57 siendo la U.B. Lebrijana subcampeona precedida por el C.D. Osuna ascendiendo a Primera Regional, mientras el C.D. Juventud Lebrijana concluyó séptimo desapareciendo al final del campeonato. Debutantes en Primera Regional con un gran equipo, los balompédicos realizaron un gran campeonato 57/58 estando a un paso de ascender a Tercera División al ser segundos por un margen de dos puntos respecto al onubense Bollullos C.F., consiguiendo a falta de una jornada para la conclusión de la campaña 58/59 el ascenso a Tercera División al finalizar primeros ante la alegría de sus seguidores.

Concursar en el tercer nivel nacional fue un auténtico desafío para un club que apenas unos años antes renacía de sus cenizas quedando, de cara a la sesión 59/60, ubicado en el Grupo XII compartiendo destino junto a clubs gaditanos, onubenses, sevillanos y norteafricanos. Con una plantilla profesional e invirtiendo una gran suma de dinero para los gastos de la categoría, el club albiceleste pudo deportivamente conservar la categoría terminando en decimoprimero puesto, pero no económicamente pues, debiéndose dinero a cuerpo técnico, jugadores y treinta mil pesetas a la Federación Andaluza, los gestores balompédicos desistieron de seguir compitiendo, desapareciendo otro club en el balompié lebrijano.

Finalizando el verano de 1960, Lebrija carecía de representantes federados por lo que distintos aficionados establecieron las pautas necesarias para constituir una nueva sociedad titulada Lebrija Club de Fútbol cuya presidencia recayó en José Caballero. Iniciando su carrera deportiva en la Primera Regional sevillana, plaza teóricamente reservada para la U.B. Lebrijana, vistiendo camiseta blanca con pantalón azul, bastantes jugadores foráneos y empleando el Campo de La Victoria, la temporada 60/61 fue positiva ocupándose el quinto puesto, nada parecido a la campaña siguiente 61/62 en la que, con mucha juventud en sus filas y poco dinero cambiando al grupo gaditano, terminó colista destacado perdiendo la categoría y comunicando su Junta Directiva tras la finalización del torneo el abandono del proyecto.

HISTORIA DEL CLUB:

1963 – 1970

Desaparecidos U.B. Lebrijana, C.D. Juventud Lebrijana y Lebrija C.F. en un cortísimo espacio de tiempo, el año 1962 se hizo muy largo sin fútbol federado estando éste sustituido por clubs representativos de asociaciones locales como la Juventud Antoniana y la Juventud de Acción Rural Católica que entretenían a los aficionados. Pasados los meses y siendo habitual en los salones del Convento de los Padres Franciscanos que se formaran corrillos entre jóvenes aficionados pertenecientes a la asociación Juventud Antoniana debatiendo cuál iba a ser el futuro futbolístico del municipio, sin apenas medios, pero con mimbres suficientes para llevar adelante el proyecto, los Padres Franciscanos pusieron todos los recursos posibles a su alcance concertando el 11 de mayo de 1963 un encuentro ante el titular de Guadalema de los Quintero, localidad utrerana donde perdieron 4-1. Ilusionados por lo sucedido y bajo el nombre de Club Atlético Antoniano en honor a San Antonio de Pádua, principal adalid de la Orden Franciscana, el recién constituido club tuvo en Francisco Martínez Arjona, hijo del que fuera presidente del Lebrija F.V.C., a su primer presidente vistiendo enteramente de blanco.

Jugando en el Campo Municipal de la Victoria, los gestores del club decidieron inscribirse en la Federación Andaluza el 27 de julio empezando su carrera deportiva en Categoría Provincial, la más baja de las existentes, compitiendo junto a los clubs gaditanos por proximidad geográfica y estrenándose en Primera Regional la temporada 63/64 con un octavo puesto al que le sucedió una cuarta plaza en la edición 64/65, pero en la Primera Regional sevillana, repitiendo cuarto puesto en el campeonato 65/66 de vuelta a la Primera Regional gaditana. Contando con buenos mimbres en la campaña 66/67, como subcampeón de Liga promocionó para dar el salto a Tercera División siendo eliminado en Cuartos por el C.D. Algabeño tras vencer 3-0 en casa y caer derrotado en la vuelta por el mismo resultando perdiendo en los penaltis.

Desaprovechada esta magnífica oportunidad, antes de iniciarse la sesión 67/68 sucedió un hecho extraordinario como fue la discusión mantenida entre los futbolistas veteranos del club y los Padres Franciscanos al insistir los jugadores en ser titulares negando tal posibilidad a los jóvenes, situación que desembocó en la no participación en Liga tras el excelente torneo anterior quedando los aficionados desamparados y circunspectos por lo sucedido. En medio de tan anómala situación, el 29 de julio de 1968 los propietarios del Campo de La Victoria vendieron el recinto a la Federación Andaluza por un millón doscientas cincuenta mil pesetas, siendo este organismo regional a partir de la fecha el nuevo gestor.

Desde el punto de vista deportivo, en 1968 se pudo reorganizar el Club Atlético Antoniano con jóvenes del municipio compitiendo en Segunda Regional tras suprimir la Delegación de Cádiz la Primera Regional al implementar un grupo único de Regional Preferente, vuelta a la normalidad que vino acompañada por la constitución de una nueva sociedad, la Cultural Lebrijana C.F. presidida por Andrés Sánchez López vistiendo camiseta rojiblanca con pantalón azul de modo que ambos participaron en el mismo grupo de la temporada 68/69 consiguiendo los culturales ser quintos mientras los antonianos fueron sextos remontando posiciones tras un mal inicio. En la siguiente campaña, 69/70, las dos sociedades lebrijanas siguieron compitiendo en la provincia de Cádiz finalizando los antonianos en un meritorio tercer puesto mientras que los rojiblancos ocuparon el decimosegundo lugar.

1970 – 1980

Al empezar los años setenta el Club Atlético Antoniano accedió a Primera Regional formándose un grupo de aficionados que, descontentos con la marcha del club, decidieron reorganizar en 1971 la U.B. Lebrijana creando con ello un problema de cara al futuro pues, además de dividirse la afición local, también planteaban dos posibles salidas a los jugadores en crecimiento formativo. Ubicado en Segunda Regional donde reinició su actividad en la temporada 71/72, la U.B. Lebrijana fue tomando cuerpo y notoriedad toda vez que el Club Atlético Antoniano sufría el proceso contrario perdiendo cada día más potencial hasta que, concluida la sesión 73/74, se descendió a Segunda Regional encontrándose ambos clubs en la edición 74/75 resultando los antonianos octavos y los balompédicos decimoprimeros.

En la temporada 75/76 la U.B. Lebrijana participó en Primera Regional quedando los antonianos en Segunda Regional y sumiéndose en una crisis deportiva de la cual les costó bastante salir observando de paso cómo su más directo rival estaba una categoría por encima. Esta situación, lejos de arreglarse, se prolongó unos años al finalizar los blancos séptimos en la campaña 76/77, terceros en la sesión 77/78 y sextos en la edición 78/79, viendo la salida del túnel al término del campeonato 79/80 cuando siendo primeros en Liga con bastante holgura, lograron el ascenso a Primera Regional donde no pudieron verse las caras ante sus más directos rivales al ascender los balompédicos a Regional Preferente siguiendo, deportivamente, una categoría por encima.

1980 – 1990

La década de los años ochenta empezó con el club antoniano en Primera Regional siendo quinto en la temporada 80/81, pero no pudiendo conservar su plaza en la categoría al resultar decimoséptimo en la campaña 81/82, por lo que descendió junto a otros cinco participantes a Segunda Regional. El jarro de agua fría fue soportado como se pudo siendo séptimo en la sesión 82/83, esperando en lo sucesivo corregir tal tropiezo. Este no se hizo demasiado de rogar al concluir en primer puesto el campeonato 83/84, no sin esfuerzo, ascendiendo a Primera Regional. En la sesión 84/85 los dos clubs lebrijanos se vieron de nuevo las caras quedando los blancos segundos en Liga tras el Castilleja C.F. materializando su ascenso a Regional Preferente, mientras los balompédicos, al quedar entre los cuatro últimos clasificados, perdieron la categoría.

El Club Atlético Antoniano encontró rápidamente acomodo en Preferente finalizando la edición 85/86 en un digno séptimo puesto, terminándose en agosto de 1986 la remodelación del Campo de la Victoria que pasó a denominarse Campo Municipal de Deportes.

Mirando de reojo la posibilidad de ascender a Tercera División, en la temporada 86/87 los antonianos reforzaron su plantel consiguiendo ser subcampeones a un solo punto del Écija Balompié, accediendo a una Promoción de Ascenso en la que fueron quintos quedándose a las puertas de lo que era su objetivo. No obstante, siendo que la Segunda División B pasaba a disponer de ochenta participantes al ser ampliada, al club lebrijano todavía le restó una última oportunidad jugándose el todo por el todo como aspirante ante el C.D. Pozoblanco, de Tercera División, eliminatoria a doble encuentro con victoria antoniana por 0-3 en la localidad cordobesa y 2-1 en casa que certificaron el ascenso por primera vez en su historia a Categoría Nacional.

Debutante en Tercera División y en el Grupo X occidental, el Club Atlético Antoniano realizó un notable campeonato 87/88 finalizando en quinto puesto precedido por Algeciras C.F., C.D. San Fernando, Bollullos C.F. y Cádiz C.F. «B». Su gran rival local, la U.B. Lebrijana que había sido segunda en su grupo de Regional Preferente, tuvo un frustrado ascenso de categoría al quedar segunda en la Fase de Ascenso por detrás del Puerto Real C.F., siendo a continuación eliminada por el Chiclana C.F. Ante la posibilidad, no consumada, de que ambos pudieran enfrentarse en Tercera División, desde el consistorio se promovieron una serie de reuniones entre los dos respectivos presidentes para tratar de avanzar en una posible fusión, algo que no gustó en principio dada la enconada rivalidad existente, pero se entendió como posible salida que resultase en la constitución de un club más potente.

El 12 de julio de 1988, después de ceder y limar diferencias, mediante Asamblea General celebrada en la Casa de la Cultura de Lebrija con la asistencia del alcalde Antonio Torres, los respectivos presidentes de ambos clubs firmaron la constitución del Lebrija Club Deportivo siendo su primer presidente Tomás González Conde y aprobándose vestir enteramente de blanco con detalles celestes para lucir los colores de los clubs fusionados, esperándose iniciar una carrera que se extendiera en el tiempo y trajese muchos éxitos deportivos.

Ocupando la plaza en Tercera División que mantenían los antonianos, el Lebrija C.D. compuso una plantilla cualificada para la temporada 88/89 que fue a por el título perdiéndolo por dos puntos ante el C.D. Utrera en dura pugna, segundo puesto que les apeó de un merecido ascenso a Segunda División B y les dejó con la miel en los labios, yéndole peor la campaña 89/90 al finalizar séptimo y alejado de los primeros puestos.

1990 – 2000

En la tercera temporada tras la fusión, 90/91, el Lebrija C.D. ocupó un nada esperanzador decimosegundo puesto que destapó el tarro de las diferencias entre antonianos y balompédicos dándose ambos un respiro en la campaña 91/92 para ver cómo evolucionaban las cosas arreglándose a medias al concluir en octavo puesto, pero incrementándose sustancialmente en la sesión 92/93 cuando se terminó en decimoquinta plaza saltando todo por el aire.

La fusión, más política que deportiva y fundamentalmente económica, quedó para la historia como un gran error al no comulgar del todo ambas aficiones y no ser el momento oportuno, abandonando gran parte de los que fueran balompédicos la fusión para restablecer en el verano de 1993 la Unión Balompédica Lebrijana que, debido a sus cinco temporadas de ausencia, tuvo que partir desde Segunda Regional. La salida de este importante sustento más el dramático descenso de abonados que se venían sumando últimamente, dejó sentenciado casi de muerte al Lebrija C.D. que fue vigésimo y colista destacado al término de la edición 93/94 descendiendo a Regional Preferente.

Con el club descendido a una categoría inmediatamente inferior, poca masa social y números rojos, la directiva del Lebrija C.D. comunicó el 5 de julio de 1994 a la Federación Andaluza la retirada del equipo amateur siendo su plaza ocupada por la U.D. Rinconada, emprendiéndose de inmediato la reorganización del Club Atlético Antoniano bajo la presidencia de Antonio Calvo Yuste que, en iguales circunstancias que la U.B. Lebrijana, tuvo que reorganizarse partiendo desde Segunda Regional siendo primero en Liga al término de la temporada 94/95 y primero en la Promoción, por lo que ascendió a Primera Provincial.

En la campaña 95/96 el club antoniano fue subcampeón tras el Puebla de Cazalla C.F. pero patinó en la Promoción al ser tercero, obteniendo el primer puesto en la sesión 96/97 y también en la Promoción por lo que ascendió a Regional Preferente. Con el objetivo en mente de volver a Tercera División y hacer borrón y cuenta nueva con lo sucedido en la triste experiencia del Lebrija C.D., en la edición 97/98 se reforzó la plantilla coincidiendo en el mismo grupo con la U.B. Lebrijana, siendo los celestes decimonovenos descendiendo a Primera Provincial mientras los antonianos ocuparon una cómoda novena plaza. En la temporada 98/99 los blancos fueron campeones con suficiencia siendo cuartos y colistas en la Fase de Ascenso con un paupérrimo punto en seis encuentros disputados ante Real Club Recreativo de Huelva «B», Córdoba C.F. «B» y Cádiz C.F. «B», repitiendo el primer puesto en la campaña 99/00 con más diferencia si cabe, pero sin botín al empatar con el Jerez Industrial C.F. en la Promoción yendo el ascenso a los gaditanos por diferencia en el gol average.

2000 – 2010

Con el cambio de siglo los gestores del Club Atlético Antoniano realizaron su tercera tentativa consecutiva por conseguir el soñado ascenso a Tercera División obteniendo su tercer título liguero de Regional Preferente en la temporada 00/01 a la espera de ver qué les deparaba la temida Promoción de Ascenso, fase donde al fin tras cuatro victorias y dos empates alcanzó tan deseada meta. Manteniendo el bloque del curso anterior a la que se sumaron algunos fichajes, la campaña 01/02 fue muy productiva hasta el punto de ser tercero y disputar el título a C.D. Villanueva de Córdoba y Jerez Industrial C.F., a tres y dos puntos respectivamente colándose sorprendentemente en la Promoción de Ascenso a Segunda División B. Con toda la ilusión del mundo el conjunto antoniano afrontó esta liguilla con la esperanza de ascender a la categoría por entonces de bronce llegando a la última jornada con ventaja, pero debiendo jugarse su futuro más inmediato ante el C.P. Cacereño, rival con su mismo propósito que le derrotó en la capital extremeña por 4-1 llevándose el premio dejando a los sevillanos terceros mientras Málaga C.F. «B» fue incluso segundo y el C.D. Quintanar del Rey cuarto y colista.

Después de tan notable torneo, el club lebrijano perdió a parte de sus más destacados jugadores y su nivel competitivo se resintió siendo decimoprimero en la sesión 02/03 y decimotercero en la edición siguiente 03/04, no pudiendo mantener su plaza en la categoría una vez terminada la temporada 04/05 al resultar decimonoveno ante la desilusión de sus seguidores. Mientras esto sucedía, la U.B. Lebrijana compitió en Regional Preferente, una categoría por debajo de Primera Andaluza donde compitió el Club Atlético Antoniano no pudiendo verse las caras ambos clubs, finalizando los blancos la campaña 05/06 en octavo puesto y la sesión 06/07 en la décima plaza.

En la edición 07/08 los antonianos dominaron su grupo proclamándose campeones a la par que obtuvieron el pase directo a Tercera División sin mediar Promoción, desaprovechando su estancia en el Grupo X del campeonato 08/09 al sumar apenas cinco victorias y diez empates, deficientes guarismos que le dejaron en decimonoveno puesto y con los dos pies en Primera Andaluza nuevamente. En el curso 09/10 se intentó estar arriba, pero la plantilla no dio para más concluyendo en cuarta posición.

2010 – 2020

Nada más empezar la nueva década, el Club Atlético Antoniano se proclamó campeón de su grupo en la temporada 10/11 consiguiendo el ascenso directo a Tercera División, regresando al Grupo X occidental andaluz donde tuvo que luchar duro para conservar la categoría en la campaña 11/12 obteniendo gratificación al resultar decimotercero. Siguiendo con la misma tónica, el desarrollo de la sesión 12/13 fue muy similar salvo que, en esta ocasión, la fortuna pasó de lejos, terminando en decimoctavo puesto empatado a puntos con el Ayamonte C.F. por lo que descendió a Primera Andaluza pasando el testigo a la U.B. Lebrijana quien, precisamente, acababa de recorrer el camino contrario ascendiendo a Tercera División.

Con este ascenso, los rivales celestes iniciaron un fructífero ciclo que les proporcionó ocho temporadas consecutivas en el cuarto nivel nacional siendo su mejor participación la campaña 17/18 en la que concluyeron en quinta posición, aventajando a los antonianos en el imaginario popular local de quién era el mejor de los dos durante cierto tiempo debiendo los blancos conformarse con competir en Primera Andaluza siendo noveno en la sesión 13/14, cuartos en la edición 14/15 y segundos en la temporada 15/16 a tres puntos del Club Atlético Espeleño por consiguieron el ascenso a Tercera División.

La campaña 16/17 fue extraordinaria al contemplar a los dos clubs lebrijanos compitiendo en el Grupo X de Tercera División estando durante todo el campeonato pendientes sus respectivos seguidores de la evolución y resultados de su propio club y del rival, empatando 0-0 con el conjunto antoniano como local y saliendo victoriosos los celestes en el encuentro de vuelta al imponerse 4-1. Llegados a la jornada final del torneo, los celestes fueron octavos y los antonianos decimoctavos perdiendo la categoría y descendiendo a División de Honor, el primer nivel regional andaluz anteriormente denominado Primera Andaluza.

Separados los caminos de ambos clubs, el club blanco se esforzó en la sesión 17/18 por regresar a Categoría Nacional debiéndose conformar con una quinta plaza, siendo diferente el camino de la edición 18/19 en la que, tras un gran duelo con el C.D. Rota quedando finalmente empatados los dos a puntos, el gol average favorable les hizo ser campeones obteniendo el pasaporte directo a Tercera División como ansiaban sus aficionados. La temporada 19/20 fue, por lo tanto, la segunda en la que se dieron cita los dos clubs locales en Tercera División, registrándose un empate 0-0 teniendo a la U.B. Lebrijana como local mientras el segundo encuentro no se pudo disputar al ser suspendido el campeonato a principios de marzo de 2020 a causa de la crisis sanitaria restando todavía por disputar nueve jornadas.

2020 – 2030

Siguiendo los dos clubs lebrijanos en Tercera División, la recién inaugurada década empieza con la voluntad por parte de la Federación Española de reestructurar las categorías nacionales que de ella dependen suprimiendo las tradicionales Segunda División B y Tercera División que, para la temporada 21/22, serán sustituidas por dos nuevas tituladas Primera RFEF y Segunda RFEF respectivamente a las que se añade una tercera denominada Tercera RFEF que se convierte en el quinto nivel. Para acomodar a los clubs en la nueva estructura y realizar la correspondiente criba, durante la temporada 20/21 se establece un complicado sistema competitivo en el cual el Grupo X andaluz-ceutí queda fraccionado en dos mitades participando tanto Club Atlético Antoniano como U.B. Lebrijana en el Subgrupo A siendo los blancos sextos y los celestes décimos. Descartados ambos del ascenso, los antonianos son sextos en la Segunda Fase accediendo a Tercera RFEF, decimosegundos en el cómputo general, mientras los balompédicos novenos en su grupo de permanencia, vigésimo primeros en la general, por lo que descienden a División de Honor.

Vuelta la competición a su formato original, el Club Atlético Antoniano sufre para conservar su plaza en la campaña 21/22 debiendo hacer un esfuerzo considerable en las últimas jornadas para resultar decimotercero, incorporándose multitud de jugadores en la sesión 22/23 con los que se espera no pasar tantos apuros. Más allá de lo esperado, el campeonato resulta espectacular situándose el conjunto blanco rápidamente en los primeros puestos apretando hasta el final para ser primero y conseguir el ascenso directo a Segunda Federación en franca disputa con el Córdoba C.F. «B», objetivo que se consigue con dos puntos de margen ante la alegría de la afición quien, casi sin esperarlo, se ve en una superior categoría. Paralelamente a este gran éxito, en mayo de 2023 finalizan las obras de remodelación completa del Estadio Municipal cambiándose de ubicación la tribuna que pasa a estar en la parte opuesta inicial.

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BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:

 

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