Historial del Arosa Sociedad Cultural
DATOS GENERALES:
- Nombre completo: Arosa Sociedad Cultural
- Ciudad: Villagarcía de Arosa
- Provincia: Pontevedra
- Comunidad Autónoma: Galicia
- Fecha de constitución: 19 de diciembre de 1945
- Fecha de federación: 27 de enero de 1946
CAMBIOS DE NOMBRE:
- Arosa Sociedad Cultural (1945- )
TÍTULOS NACIONALES:
1 Liga de Tercera División:
- 1992/93
ESTADIO:
- Nombre: Estadio Municipal La Lomba
- Año de inauguración: 27 de enero de 1946
- Cambios de nombre:
- Estadio Municipal La Lomba (1946-)
- Capacidad: 6.000 espectadores
OTROS ESTADIOS:
- Estadio Municipal de La Lomba (1946- )
TRAYECTORIA EN LIGA:
ESCUDOS DEL AROSA SOCIEDAD CULTURAL. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
UNIFORMES DEL AROSA SOCIEDAD CULTURAL. EVOLUCIÓN HISTÓRICA:
ORÍGENES DEL FÚTBOL EN VILLAGARCIA DE AROSA:
Situada en la comarca pontevedresa del Salnés junto a la ría que la identifica, el denominado municipio de Villagarcía de Arosa y en gallego Vilagarcía de Arousa, es un importante centro portuario donde gran parte de la actividad económica gira entorno a esta labor. Apenas poblada en el siglo XVIII y fraccionado entonces su término en tres municipios; Carril, Villagarcía y Villajuan, el crecimiento del puerto de Carril primero y el de Villagarcía después impulsaron, sobre todo, a finales del siglo XIX, la conurbación de los tres municipios creándose industrias relacionadas con el puerto y un entramado comercial. Fusionados los tres municipios en 1913 para facilitar su gestión, el municipio cuenta hoy con algo más de treinta y siete mil vecinos manteniendo cierta actividad portuaria, industrial y comercial.
Convertida a mediados del siglo XIX la localidad de Carril en puerto hegemónico de la ciudad de Santiago de Compostela con la que le unía un gran vínculo sobre todo a partir de la inauguración en 1873 del ferrocarril entre ambas poblaciones, la construcción de un muelle de cuatrocientos metros a partir de 1880 en la localidad de Villagarcía decantó el favoritismo para esta última decretando el Gobierno mediante Real Orden del 30 de mayo de 1888 el interés general de su puerto. Esta medida, decisiva en su futuro, propició a partir de entonces su elección y designación oficial como lugar de reposo y abastecimiento para barcos de las flotas del Reino Unido, Alemania y Suecia, atracando en abril de 1891 el primer contingente de la Escuadra del Canal. El acontecimiento, celebrado con un gran recibimiento por parte de las gentes de Villagarcía por el montante económico que suponía para la localidad, fue el inicio de una gran relación que dio sus frutos en lo sucesivo siendo una o dos veces al año las ocasiones en la cuales parte de la flota se suministraba de víveres.
Disfrutando de horas de ocio durante sus estancias de alrededor de dos semanas en la localidad, la primera crónica escrita sobre práctica de fútbol se remonta al 31 de enero de 1895, fecha en la que los guardias marinas y oficiales de los acorazados H.M.S. Resolution y H.M.S. Repulse contendieron en los cuadros del relleno portuario. El encuentro, además de atraer la atención de numeroso público, sirvió para dar a conocer este popular juego británico entre los vecinos aunque su práctica por villagarcianos, exigente del dominio de una serie de reglas, todavía debió esperar unos años para materializarse. Conocida la debilidad de los británicos por el deporte, la actividad que sí causó sensación por las inmejorables condiciones del entorno de la Ría de Arosa fue la náutica surgiendo el 23 de noviembre de 1902 el denominado Club de Regatas Galicia donde el vicecónsul británico Reginald Cameron Walker que operaba en Vigo fue uno de los principales promotores consiguiendo, ya en mayo de 1905, el padrinazgo de S.M. El Rey Don Alfonso XIII por lo que adquirió el título de Real Club de Regatas Galicia.
Mientras el fútbol conseguía asentarse en Vigo, La Coruña, Pontevedra, Ferrol y Santiago de Compostela, su consolidación en Villagarcía tuvo que retrasarse a 1906 no siendo su autoría obra de los británicos, sino de un joven nacido en Carril llamado José María Abalo Abad quien había cursado sus estudios en un internado del Reino Unido. El joven Abalo, de regreso a Galicia en 1900, en 1901 se instaló en La Coruña para cursar estudios de comercio logrando a finales de año ser pionero de este deporte en la capital al constituir la sociedad Club Alfonso XII con asiduos del Café Universal. Aquella iniciativa que fraguó en el paseo central del Rellano coruñés atrajo la atención de parte de los socios del reconocido Gimnasio Sala Calvet, transformándose en el año 1903 en Foot-ball Corunna Club, anglófila denominación para el que se convirtió en uno de los principales clubs gallegos de la época.
De regreso a su localidad de nacimiento en 1906 con vistas a prepararse unas oposiciones en Madrid para ser profesor titulado de inglés, José María Abalo quiso reproducir el camino andado en La Coruña pero ahora en la próspera Villagarcía, municipio contiguo a Carril y anexo a Villajuan cuya conurbación, unión de intereses y futuro inmediato pasaba, como se recomendaba desde hacía décadas atrás, por la fusión de los tres municipios en uno solo. Rodeado de socios del Casino, en mayo de ese mismo año se iniciaron las prácticas en unos terrenos situados en la carretera de San Pedro de Cornazo conocido como La Lomba, quedando definitivamente constituido el Villagarcía Foot-ball Club en fecha 12 de octubre bajo la presidencia del todavía vicecónsul británico Reginald Cameron Walker siendo vicepresidente Charles Lessner mientras, en la parte que correspondía a los socios-jugadores, Abalo ejerció de capitán y Francisco Villaverde Rey de vicecapitán.
Vistiendo camiseta y pantalón blancos originariamente, una vez habilitado el Campo de La Lomba el club villagarciano se dispuso a jugar numerosos encuentros amistosos y otros con copas o medallas ofrecidas por patrocinadores, ingresando como miembro fundador en la Federación Gallega de Clubs de Foot-ball constituida el 13 de marzo de 1908. Previamente a este hito, en fecha 15 de febrero de 1907, con motivo de la visita de la Flota Atlántica de la Royal Navy representada por los barcos H.M.S. Exmouth, H.M.S. Russell, H.M.S. Albarmale, H.M.S. Albion y H.M.S. Arrogant al puerto de Villagarcía para aprovisionarse de víveres, aprovechando la oportunidad los locales para enfrentarse por primera vez a un representante británico se concertó un encuentro entre el Villagarcía F.C. y los oficiales de dicha flota, hecho que congregó a numeroso público en el Campo de La Lomba desconociéndose el resultado.
Habituales sus encuentros frente a otras sociedades futbolísticas primordialmente de la capital provincial Pontevedra, Vigo y de la comarca del Salnés como el Villajuan F.C. constituido en 1909, en 1911 le surgió un rival en la localidad al ser constituido el Victoria Sport Club, sociedad promovida por ciudadanos de origen británico con sede en la Calle Canalejas que no sólo le plantó cara sino que llegó a materializarse en un firme contrincante jugando también en el Campo de La Lomba. Condenados a entenderse, las relaciones entre ambos no fueron sin embargo demasiado cordiales estallando la tensión el 29 de agosto de 1912 cuando, una vez terminada la disputa de la Copa Seoane organizada por el Villagarcía F.C. en la cual el Victoria S.C. se impuso por 2-1, el presidente villagarcianista Gustavo Padín se ausentó negándose a hacer la entrega del trofeo al rival siéndole efectuado por la noche. A partir de este incidente el Villagarcía F.C. entró en una profunda decadencia no jugando más encuentros en lo que restaba de año ni en lo sucesivo.
En enero de 1913, con algunos exjugadores del Villagarcía F.C. y otros nuevos socios, quedó constituido el Alfonso XIII Foot-ball Club siendo registrado posteriormente en mayo, nueva sociedad que, vistiendo camiseta rojiblanca a rayas con pantalón negro, vino a ocupar el hueco dejado por el club recién desaparecido haciendo su encuentro de debut el 9 de febrero ante el Victoria S.C. con victoria alfonsina por 2-1. Coincidiendo con el año 1913 y cumpliendo una Real Orden de mayo de 1912, el 1 de marzo los municipios hasta entonces independientes de Villagarcía, Carril y Villajuan quedaron unificados en uno solo que recibió el nombre de Villagarcía de Arosa sumando un total de catorce mil vecinos, acuerdo histórico que cambió el destino de sus vecinos para siempre perviviendo hasta hoy. En cuanto al Alfonso XIII F.C., poco a poco fue remontando el vuelo dentro del fútbol regional solicitando y consiguiendo en 1918 de parte de la Mayordomía de la Casa Real el padrinazgo del S.M. El Rey Don Alfonso XIII por lo que pasó a denominarse Real Club Alfonso XIII, accediendo a la Serie B de la Primera Categoría gallega desde donde esperaba ascender en un futuro próximo a la Serie A donde competía la élite regional.
Ampliada la Serie A gallega a seis participantes para la temporada 20/21, el Real Club Alfonso XIII logró al fin estrenarse en esta tan deseada categoría aunque con poquísima fortuna pues, con una afición un tanto remisa a acudir al Campo de La Lomba y unos taquillajes muy flojos, apenas se pudo hacer un equipo competitivo para presentar batalla. Sumando un solo empate en los primeros cuatro encuentros, por si fuera poco en el encuentro disputado en casa ante el Real Vigo Sporting Club el 30 de enero de 1921 se agredió al árbitro siendo inmediatamente inhabilitado el Campo de La Lomba, decisión federativa que no gustó entre los directivos alfonsistas iniciándose una tensa lucha con la Federación Gallega en la que los villagarcianos salieron muy mal parados retirándose del torneo y dándose de baja, actuaciones que eran sinónimo de una muerte deportiva anunciada.
La desaparición del Real Club Alfonso XIII resultó traumática para Villagarcía de Arosa pues, además de quedarse sin un club de primer nivel que competía en lo más alto del futbol federado gallego, el propietario del Campo de La Lomba decidió eliminar el vallado de madera que rodeaba el perímetro del terreno de juego no pudiendo los futuros clubs que allí desearan jugar hacer taquillaje. Anunciada la venta de la madera en prensa durante el verano de 1921, afortunadamente el fútbol no se extinguió en la localidad surgiendo casi de inmediato nuevas sociedades coincidentes en el nombre pero sin nada que ver con sus precedentes como un segundo Villagarcía Sporting Club -hubo uno anterior en 1917 de breve recorrido- que se convirtió en el club más representativo llegando en 1922 a contender con un equipo británico de la Royal Navy que, de nuevo, atracó en el puerto villagarciano para aprovisionarse y un segundo Villagarcía F.C. que quiso sin fortuna convertirse en heredero del Real Club Alfonso XIII desapareciendo al poco tiempo. A la misma altura que los citados estuvo el Juventud Sporting Club que, con carácter polideportivo, entre 1922 y 1923 adquirió cierto protagonismo disponiendo de terreno propio como fue el Campo de La Junquera dedicándose sus miembros a la práctica de otras actividades deportivas como el pedestrismo, ciclismo, remo, beisbol, incluso natación.
Constituida en 1925, otra sociedad que representó al pabellón futbolístico local fue el Arosa Sporting Club, surgiendo en el verano de 1926 el titulado Club Sporting, sociedad polideportiva que pretendió con más ilusión que realidad aglutinar bajo una misma bandera la práctica de distintas disciplinas deportivas contando también con equipo de fútbol y, de forma paralela, el titulado Galicia F.C., sociedad quien vistiendo camiseta blanquiazul con pantalón blanco mantuvo una gran rivalidad con los anteriores teniendo como base el Campo de La Junquera compartido por todos.
También en 1926 y en plena efervescencia del fútbol villagarciano un grupo de exjugadores del Real Club Alfonso XIII junto a diversos aficionados emprendieron la labor de constituir una nueva sociedad que compitiera en los campeonatos organizados por la Federación Gallega tras cinco largos años de abstinencia. Titulado con el recurrido nombre de Villagarcía Foot-ball Club y vistiendo camiseta a cuadros blanca y roja con pantalón negro, el 25 de agosto quedó constituido este club teniendo como presidente a Eduardo García-González Reboredo y José Caamaño Ricoy como tesorero, iniciativa que, después de cerrar con muro de ladrillo el antiguo Campo de La Lomba, sorprendió en la localidad al desear contar con jugadores profesionales. Considerado como club de la Serie B de Primera Categoría, a efectos prácticos la segunda categoría regional gallega del momento, este club se estrenó en la temporada 26/27 tomando el impulso necesario para devolver a la afición local el prestigio de antaño no siendo el único club federado pues, en abril de 1927, el constituido como Galicia F.C. tras adquirir el nuevo nombre de Arosa Bay F.C. quedó inscrito en la Serie C gallega.
Empezados los años treinta el único club local que se mantuvo federado fue el Villagarcía F.C. continuando compitiendo en la Serie B que pasó a denominarse Segunda Categoría, persiguiendo los rojiblancos el ascenso al selecto grupo de seis elegidos que conformaban la élite del fútbol regional pero sin acierto pues cada temporada, por errores propios o aciertos de sus rivales, nunca alcanzaban a finalizar los torneos de Liga entre los dos primeros clasificados que tenían derecho a promocionar a superior categoría.
En la temporada 34/35, a raíz de la constitución de los Campeonatos Superregionales, la Primera Regional gallega abrió sus puertas a distintos clubs hasta entonces de Segunda Categoría teniendo el Villagarcía F.C. la fortuna de ser uno de ellos estando presidido por Manuel Del Oro, no teniendo un buen estreno al finalizar quinto con dos victorias y un solo empate, misma plaza que se ocupó en la campaña 35/36 sumando ahora tres victorias y dos empates. Llegados a julio de 1936 y en plena pretemporada 36/37, el estallido de la Guerra Civil privó a los villagarcianos de competir en el torneo de Primera Categoría donde se dieron cita los clubs de la élite gallega quedando relegados a un segundo plano para disputar encuentros amistosos con distintas motivaciones aguantando la vela hasta avanzado 1937, año en el que cesaron su actividad a la espera de tiempos mejores.
A partir de entonces el fútbol se politizó en gran medida pasando a manos del S.E.U. de Villagarcía, club que se apoderó del Campo de la Lomba para desarrollar sus actividades deportivas centrando sus miras en encuentros frente a otros conjuntos similares y equipos militares ocasionales donde, como fin, tenía cabida la recaudación de dinero para cuestiones militares o donaciones de sangre. La vida del S.E.U. de Villagarcía se mantuvo de forma ininterrumpida hasta julio de 1939, fecha en la que sus más destacados jugadores junto a otros jugadores de antaño formaron una selección de donde salió la primera plantilla del recién constituido Arosa Sporting Club, nueva sociedad que vino a recoger los anhelos de la localidad marinera por seguir en un primer nivel futbolístico. Vistiendo camiseta partida a dos mitades blanca y roja con pantalón negro y haciendo uso de un muy deteriorado Campo de La Lomba, estando el club presidido por Andrés García Durán la neonata sociedad quedó al margen del Campeonato Regional 39/40 haciendo presencia en la Primera Regional de la siguiente campaña 40/41 donde fue segundo en su grupo precedido por el Vigués F.C.
Primero en la sesión 41/42, el Arosa S.C. o Club Arosa como también era conocido a partir de 1941, promocionó para intentar entrar en la fase de Tercera División, torneo eliminatorio donde se disputaba una plaza para competir en Segunda División siendo cuarto y último quedando, por lo tanto, apeado. En la edición 42/43 después de ser quinto en su grupo, la directiva del Arosa S.C. fue advertida por la Federación Gallega de que, si quería seguir compitiendo a nivel federado, debía bien arreglar el Campo de La Lomba donde se había derrumbado parte del muro perimetral llegando los cascotes a la línea de yeso entorpeciendo a futbolistas y espectadores o bien construir un nuevo recinto ya que no se le permitía jugar en un campo sin cerrar prescindiendo de taquillajes además de pagar una deuda federativa. La decisión del máximo organismo regional, percibida como un ultimátum, no fue respondida por parte de los propietarios del recinto quienes se negaron a invertir una sola peseta mientras el consistorio declinó su ayuda al no disponer del dinero necesario para construir un nuevo campo, significando la desaparición del club arosano tras casi cuatro años de existencia.
HISTORIA DEL CLUB:
1945 – 1950
Contando con algo más de veintidós mil habitantes a mediados de los años cuarenta, el Campo de La Lomba fue alquilado por el Frente de Juventudes local a razón de tres mil pesetas anuales convirtiéndose en sede oficial del F. de J. Villagarcía a partir de la fecha para los encuentros de competición provincial donde se actuó teniendo también intervención en el mismo algunos combinados locales que, bajo el nombre de Arosa, disputaron encuentros amistosos frente a otros clubs de su entorno geográfico.
Transcurrido el año 1944 sin pena ni gloria al no haber movimiento por parte de los aficionados o del consistorio local, en primavera de 1945 un reducido grupo de aficionados de toda la vida formaron una Comisión Gestora en pro de constituir un nuevo club que representara a Villagarcía de Arosa en el panorama futbolístico regional con aspiraciones de poder competir, si llegaba el caso, en Tercera División. Puesta en marcha la actividad de esta comisión, una de sus primeras labores fue concretar dónde jugar llegando a un acuerdo con la propietaria del Campo de La Lomba, Desamparados Barrio, para alquilar el terreno a razón de cinco mil pesetas anuales a lo que accedió la dueña pero con la condición de que se comprara previamente por los comisionados la cosecha de maíz que se había plantado en parte de la finca.
Alcanzado el acuerdo se negoció con el ayuntamiento una futura compra de los terrenos para pasar a ser de propiedad municipal que se fraguó en 1946, buscándose una sede para la gestión de la sociedad y jugadores con los que reunir una plantilla. Alcanzado el mes de diciembre, el día 19 quedó constituido el titulado Arosa Sociedad Cultural al no poder ser empleado el nombre del anterior en primer lugar por deberse dinero a la federación y en segundo por emplear un nombre con extranjerismos, algo prohibido por el Gobierno años antes, tomando posesión de la presidencia Manuel Porto González mientras Celso Callón Loureiro era nombrado vicepresidente y Ramón Lapido Conde secretario. Aprobado vestir camiseta rojiblanca a cuadros o arlequinada con pantalón negro, las labores de la Junta Directiva se centraron en limpiar el terreno de escombros, retirar la cosecha y replantear la disposición del terreno de juego cambiando su orientación, trabajos que fueron desarrollados con celeridad para estar disponible lo antes posible. Dado lo avanzado de la temporada 45/46 y a pesar de reinaugurar el Campo de La Lomba el 27 de enero de 1946 en encuentro ante el Club Compostela con resultado de empate 1-1, el estreno en competición oficial se retrasó hasta la temporada siguiente 46/47 debutando en Primera Regional con un magnífico segundo puesto tras el vigués C.D. Coya y siendo tercero en la Fase de Ascenso a Tercera División tras C.D. Coya y Club Arenal, de Santiago de Compostela.
Mereciendo a todas luces el club vigués su ascenso a Tercera División, una circular federativa que negaba el ascenso a superior categoría de aquellos clubs pertenecientes a localidades con menos de doscientos mil habitantes que contasen ya con representación o bien se diera el caso de que descendiera el de superior categoría coincidiendo con el ascenso del de menor, de rebote el Arosa S.C. se vio beneficiado de un ascenso administrativo a Tercera División saliendo perjudicados el propio C.D. Coya, campeón al competir ya el Club Berbés y el compostelano Club Arenal, subcampeón al competir el Club Santiago. Con el club situado en el tercer nivel nacional, la directiva rojiblanca no escatimó en esfuerzos para disponer de un plantel potente para su estreno en el Grupo I compuesto de gallegos y leoneses a efectuar en la campaña 47/48, ocupando finalmente un cuarto puesto viendo las primeras plazas muy de cerca.
Siguiendo en el Grupo I, la sesión 48/49 se abrió compitiendo junto a clubs gallegos, asturianos y leoneses terminando en un extraordinario segundo puesto precedido por U.D. Orensana quien le aventajó en un solo punto mientras tercero fue la S.D. Gimnástica Lucense. El resultado obtenido según el Reglamento de la época le proporcionó el ascenso directo a Segunda División al ser ampliada esta categoría de un grupo único con catorce participantes a dos con dieciséis respectivamente, hito cumbre en un club que apenas contaba con apenas tres años largos de historia y fue convenientemente celebrado por una entusiasta afición que no terminaba de creer tan excepcional y fulgurante carrera.
Siendo presidente Luis Cordal y Carús, tras el ascenso a la categoría de plata se levantó la tribuna cubierta para la temporada 49/50 pasando el Campo de La Lomba de dos mil quinientos espectadores todos de pie a mil quinientos sentados y dos mil de pie, inaugurándose en 1950 la grada de preferencia que aumentó a casi seis mil las localidades del recinto. Contratados los servicios del entrenador Edelmiro Lorenzo Codesido, el conjunto arlequinado se estrenó en el Grupo I junto a clubs gallegos, vascos, catalanes, riojanos, navarros, aragoneses, cántabros y asturianos del norte peninsular con el objetivo de hacerlo lo mejor posible y tratar de conseguir la permanencia, complicadísimo reto que con el menor presupuesto de la categoría fue utópico al quedar decimosexto y colista pero demostrando profesionalidad sobre los terrenos de juego con siete victorias y tres empates en su haber. Aunque se perdió la categoría por la puerta grande, los resultados llevaron al club al descenso a Tercera División siendo parte de los protagonistas de aquel año los porteros Prego, Aizcún y Lozano, los defensas Ramírez, Villar, Moncho, Josechu, Venancio, Machicha y Pita, los centrocampistas Chiarroni, López Vázquez, Gómez, Ventura, Nolito, Besada, Taular, Sindo, Piñeiro, Millán y los delanteros Juan y Baltar.
1950 – 1960
De regreso a Tercera División, el Arosa S.C. volvió a competir en el Grupo I teniendo como rivales a clubs gallegos, asturianos y castellano-leoneses siendo el desarrollo de la temporada 50/51 complicado por cuando los arlequinados no lograron separarse de los puestos de descenso debiendo apurar al máximo para terminar decimoprimeros. Con una Tercera División dividida en seis grupos interregionales, la campaña 51/52 mostró otra cara siendo capaces los rojiblancos de escalar hasta el cuarto puesto yéndose, ya en la sesión 52/53 hasta la sexta plaza. En aquellos tiempos el fútbol de los domingos reunía a gran cantidad de aficionados em el Campo de La Lomba que apoyaban sin desmayo a su equipo, aliento estimable que le permitió ser decimocuarto en la edición 53/54 en la que no se estuvo a la altura de años precedentes aunque no hubo descensos a consecuencia de elevar la Federación Española el número de grupos en la categoría hasta dieciséis.
Tan elevada cantidad fue una solución para cumplir con los deseos de los clubs, aquejados de grandes dispendios económicos a causa de tan largos viajes y, por otra parte, para tratar de aproximar y hacer más cercanos los campeonatos ajustándose a razones geográficas que aumentaban la asistencia de públicos a los campos. Bajo este pretexto los clubs gallegos quedaron unificados en número de diez dentro del Grupo I teniendo los arlequinados un mal año para concluir novenos por lo que perdieron la categoría descendiendo a Primera Regional. De nuevo en una categoría donde fue inscrito apenas hacía diez años habiendo experimentado una progresión meteórica que le llevó hasta el fútbol profesional, en la temporada 55/56 cundió entre todos la necesidad de regresar a Tercera División lo antes posible, anhelo que no se materializó al concluir en el tercer puesto.
Afortunadamente para sus intereses la Federación Española aprobó en 1956 la ampliación del número de participantes en los grupos de Tercera División pasando de diez a dieciocho participantes, decisión que provocó la repesca de los arlequinados quienes de la noche a la mañana se vieron en el tercer nivel nacional. Con un equipo renovado, la campaña 56/57 se jugó con tesón alcanzándose un interesante cuarto puesto, decayendo sus prestaciones en la sesión 57/58 para concluir decimosegundo. Reducido el número de participantes a dieciséis, en la edición 58/59 los rojiblancos terminaron décimos cerrándose tan histórica década con un sexto puesto en la temporada 59/60.
1960 – 1970
Siguiendo en el Grupo I gallego de Tercera División, la temporada 60/61 se abrió con un octavo puesto en mitad de la tabla clasificatoria que tuvo una excelente continuación en la siguiente campaña 61/62 al ser capaces los rojiblancos de acercarse a los primeros puestos e intentar promocionar, algo que no sucedió al ser terceros tras C.D. Lugo y Club Ferrol. En la sesión 62/63 el Arosa S.C. intentó de nuevo acercarse a los primeros puestos, algo que no consiguió por pocos puntos terminando sexto, cambiando de largo la edición 63/64 en la que el equipo desentonó acabando en un peligroso decimosegundo puesto a escasa distancia de la cola.
La temporada 64/65 resultó especial por la gran igualdad reinante en el Grupo I donde más de la mitad de los participantes terminaron el campeonato en un auténtico puño. Las diferencias entre ellos, escasas, propiciaron que los puestos de cola no tuvieran dueño durante gran parte del torneo resolviéndose todo al final con hasta once clubs en peligro de perder la categoría. Un punto por encima del descenso, el Arosa S.C. concluyó octavo, siendo distinto el campeonato 65/66 en el que, a pesar de no jugarse bien, se concluyó séptimo. En la temporada 66/67, de nuevo en un puño, la competitividad fue la nota destacable por la escasa diferencia entre muchos de los participantes concluyendo los rojiblancos en un engañoso sexto puesto.
Siguiendo la estela de un país en franco crecimiento y una economía que empezaba a mostrar cierto potencial, quiso en 1967 la Federación Española reestructurar las categorías nacionales para adaptarse a los nuevos trazando una estrategia en la que se iban a producir muchos cambios. En la edición 67/68 se anunció la reducción de plazas en la categoría y número de grupos debiendo los rojiblancos de apretar para escapar de la quema con un noveno puesto, compitiendo los arosanos en la sesión 68/69 en un complicado Grupo I no exclusivo de los clubs gallegos, sino compartido con asturianos donde los dos últimos descendían. Un empate en la última jornada a domicilio ante el C.D. Praviano y los resultados obtenidos a lo largo del curso le privaron de conseguir la permanencia terminando vigésimo y colista. En la temporada 69/70, cerrando la década, el Arosa S.C. compitió en el fútbol regional tras muchos años de ausencia intentando recuperar la categoría recién perdida sin éxito pues, aunque luchó por ello, Club Lemos quien ascendió directamente y Club Arsenal, de Ferrol, quien promocionó, le cerraron la puerta a un posible retorno.
1970 – 1980
Coincidiendo con el inicio de los años setenta, la Federación Española estableció una Tercera División reducida a cuatro grupos de veinte participantes cada uno bastante potente y un nuevo sistema competitivo con Promociones tanto en la parte superior como inferior de la clasificación. En cuanto a la Federación Gallega, ésta creó una nueva categoría titulada Regional Preferente que vino a convertirse en el cuarto nivel nacional, compitiendo el Arosa S.C. en ella durante la temporada 70/71 con un decimoprimero puesto. En la campaña 71/72 se anduvo cerca del ascenso al finalizar quinto pero alejado matemáticamente de los puestos de cabeza, luchando con esmero durante la sesión 72/73 por terminar entre los dos primeros algo que se consiguió pero debiéndose conformar con la segunda plaza tras el C.D. Lugo quien ascendió directamente, pasando los arlequinados a disputar una Promoción de Ascenso donde como aspirante se enfrentó a la Real Balompédica Linense con mal desenlace al perder en casa 0-1 y en la localidad gaditana por 3-1.
Con suficiente presupuesto y equipo para ascender, la edición 73/74 fue una nueva desilusión al terminar cuarto en un torneo muy igualado en los puestos de cabeza, echando el resto en la temporada 74/75 cuando, en esta ocasión sí, tras un intenso duelo con la S.D. Compostela resuelta por solo dos puntos, los rojiblancos alcanzaron el primer puesto de la clasificación consiguiendo el título y el ascenso directo a Tercera División. Ubicado por razones geográficas en el Grupo I, al Arosa S.C. le tocó jugar durante la campaña 75/76 junto a gallegos, asturianos, vascos, cántabros y leoneses concluyendo en decimotercero puesto, plaza que según el sistema competitivo de la época le obligó a defender la categoría frente a un aspirante de Regional Preferente. Mediante sorteo el rival fue la S.D. Erandio Club ante la cual se empató en la localidad vizcaína 0-0 salvando la categoría en casa con victoria por 1-0.
En la siguiente sesión 76/77 el Grupo I conservó prácticamente los mismos participantes con la novedad de que la Federación Española dispuso poner fin al sistema inaugurado en 1970 decidiendo crear una nueva categoría titulada Segunda División B que vino a desplazar a la Tercera División al cuarto nivel nacional. Este cambio acarreó una intensa lucha por parte de todos los clubs para intentar pasar a la nueva categoría aunque en el caso del Arosa S.C. bien pronto se pudo comprobar que no sería uno de los beneficiados pues, con una plantilla ajustada, el decimoctavo puesto fue su destino siguiendo en Tercera División pero en un nivel inferior. Con esta premisa la edición 77/78 se abrió con una Tercera División dividida en seis grupos de veinte participantes compitiendo los gallegos en el Grupo I donde quedaron ubicados junto a asturianos, cántabros y castellano-leoneses concluyendo en decimoprimero puesto mientras en la temporada 78/79 se retrocedió a la decimotercera plaza. En la campaña 79/80 la Federación Española amplió la categoría a ocho grupos en un intento de aproximar a los participantes a su respectiva área geográfica siguiendo los arlequinados en el Grupo I reducido a gallegos y asturianos finalizando el Arosa S.C. en octavo puesto.
1980 – 1990
Al empezar la década de los años ochenta la Federación Española siguió y amplió la nueva política de asignar respectivamente un grupo de la categoría a cada federación territorial siendo asignado íntegramente el Grupo I a la Federación Gallega. Para completar el total de veinte participantes, en el curso anterior se aprobó el ascenso de los diez primeros clasificados de Regional Preferente siendo uno de los beneficiados el San Martín C.F., una sociedad constituida el 4 de mayo de 1951 en Villajuan que, vistiendo camiseta roja con pantalón blanco, buscaba tener unos años de gloria en el cuarto nivel nacional. Presidido por Luis Loureiro Buceta, el club de Villajuan buscó acomodo en el Campo de La Lomba para su estreno presentándose un campeonato 80/81 muy interesante donde dos clubs locales tendrían protagonismo.
El desarrollo del torneo cosechó entre ambos contendientes un empate 0-0 actuando el San Martín C.F. de local y una derrota por 1-0 actuando de visitante, realizando el Arosa S.C. una Liga espectacular en la que luchó por el título yendo finalmente a parar a manos del C.D. Lugo por un solo punto de margen. El subcampeonato permitió a los arlequinados promocionar para intentar ascender a Segunda División B, fase en la que después de eliminar a la U.D. Realejos al vencer en casa 3-0 y sufrir en la localidad canaria al perder 3-1, alcanzó la Final encontrándose con un C.F. Reus Deportivo que le cerró la puerta tras vencer los rojiblancos en casa por 1-0 y hacer derrotados en tierras catalanas por 3-0. En la campaña 81/82 los arlequinados persiguieron repetir la actuación anterior pero la presencia de rivales con mayor potencial les dejó en cuarto puesto, imponiéndose el Arosa S.C. a su rival local en ambos encuentros tras victoria 0-2 en la primera vuelta y 4-1 en la segunda.
Con el transcurrir de los primeros años ochenta, el conjunto arlequinado se propuso como meta el ascenso a Segunda División B siendo por fin en la sesión 82/83, bajo la presidencia de Emilio Pérez Antelo y después de protagonizar un gran torneo liguero concluyendo segundo a dos puntos del campeón Pontevedra C.F., cuando se pudo materializar el sueño. Antes de lograrlo, durante el curso se derrotó al San Martín C.F. en los dos encuentros de máxima rivalidad con los resultados de 0-1 en la ida y 3-0 en la vuelta, accediendo a una Promoción de Ascenso donde consiguió superar en Semifinales al Mestalla C.F. siendo derrotado en la ida por 2-1 y venciendo en casa 2-0, presentándose en la gran Final en la cual venció 2-0 a la U.D. Olot perdiendo en la localidad gerundense por 1-0 con muchísima tensión. El ascenso al tercer nivel nacional significó una gran alegría para directivos, cuerpo técnico, jugadores y aficionados por la importancia del hito, preparándose con esmero una edición 83/84 en donde se iban a estrenar en una categoría por entonces dividida en dos grupos de veinte participantes respectivamente. Acomodado por razones geográficas en el Grupo I, a los pontevedreses les tocó lidiar con gallegos, asturianos, vascos, catalanes, riojanos y aragoneses en unión con el F.C. Andorrà, siendo guiados por el técnico Miguel Ángel Montes con quien terminaron en decimoquinta plaza debiendo dar todo lo que tenían.
En la temporada 84/85, siguiendo en el mismo grupo, el proyecto le fue entregado a Pedro González Carnero quien vino a realizar un trabajo muy similar al anterior curso concluyendo en esta ocasión decimocuarto, sucediéndole una durísima campaña 85/86 en la que, por parte de la Federación Española, se comunicó a todos los participantes que la categoría sería reducida en lo inmediato a un solo grupo de veintidós elegidos. Aprobado que perdieran su plaza un elevado número de clubs, el Arosa S.C. hizo lo que pudo a sabiendas de que el reto era monumental y casi un imposible, finalizando en decimoséptima plaza por lo que descendió a Tercera División. De regreso al Grupo I gallego, ante las continuas quejas de los participantes en el grupo único de Segunda División B y viéndose de primera mano que aquella tentativa iba a acabar en desastre, la Federación Española rectificó en plena sesión 86/87 anunciando que, para el siguiente curso, la categoría sería ampliada a cuatro grupos de veinte componentes cada uno. Concedidas cinco plazas a la Federación gallega por cantidad de afiliados, el Arosa S.C. luchó por alcanzar una de ellas consiguiéndolo de forma apurada al ser quinto en perjuicio del sexto clasificado, S.D. Compostela.
De nuevo en Segunda División B, la edición 87/88 se disputó con Domingo Erviti en el banquillo compitiendo en el Grupo I junto a gallegos, asturianos, cántabros, vascos y leoneses alcanzando una luchada decimoquinta plaza, contando para la temporada 88/89 con el preparador Félix Javier Carnero quien dejó a los arlequinados en un notable noveno puesto que satisfizo a toda la afición. En la temporada 89/90, tercera de este segundo ciclo en la categoría, el presupuesto no dio para más y agotado, se reunió una plantilla que solo pudo obtener cuatro victorias y doce empates terminando vigésima y colista descendiendo a Tercera División. En cuanto al San Martín C.F., el club de Villajuan descendió a Regional Preferente al término de la temporada 85/86.
1990 – 2000
El reencuentro con el Grupo I de Tercera División de la temporada 90/91 fue duro con una plantilla con muchas caras nuevas que concluyó en decimoprimera posición, resultando muy parecida la siguiente campaña 91/92 en la que el noveno puesto fue lo máximo a lo que pudieron llegar. Un cambio de timón, la entrada de dinero y la contratación del técnico Félix Javier Carnero posibilitaron en la sesión 92/93 disponer de una excelente plantilla que, desde el primer momento, se mostró muy fuerte situándose en la parte más alta de la tabla, ritmo que se aguantó hasta el final logrando por primera vez en su historia el título de la categoría. Clasificado para disputar la Promoción de Ascenso, fase que se desarrollaba por entonces con grupos de cuatro participantes donde el primero se llevaba el ascenso, al Arosa S.C. le tocó un grupo asequible donde demostró su superioridad logrando el primer puesto y con el ello el ascenso a Segunda División B por delante del madrileño C.D. Colonia Moscardó, C.D. Ribert, de Salamanca y C.D. Lealtad, de Villaviciosa cerrando un magnífico curso.
Ubicado en el Grupo I junto a clubs gallegos, madrileños, asturianos, leoneses y castellano-manchegos en la campaña 93/94, manteniéndose el técnico Carnero al frente de la plantilla durante todo el campeonato los arlequinados lucharon en cada encuentro para conseguir la permanencia, objetivo que se logró al evitar el descenso directo después de finalizar decimosexto pero no en la Promoción de Descenso donde tuvo dos oportunidades y las desperdició perdiendo la primera eliminatoria a encuentro único en casa ante el C.D. San Roque, de Lepe por 1-3 y luego en el encuentro decisivo 1-2 ante el Real Valladolid C.F. «B». Descendido a Tercera División, la temporada 94/95 fue un quiero y no puedo por tratar de terminar entre los primeros cuatro clasificados y así poder promocionar escapándose dicho objetivo por escasos tres puntos concluyendo sexto, cambiando totalmente el panorama en la sesión 95/96 en la que la debilidad de una plantilla muy cambiada dejó a los rojiblancos en la decimosexta plaza aunque sin el temor de perder la categoría.
Con un presupuesto mermado respecto a cursos anteriores debido a su paso por Segunda División B, la edición 96/97 resultó un nuevo fracaso al terminar decimocuarto enmendando el rumbo en la temporada 97/98 cuando, reforzada la plantilla, se concluyó en sexto puesto aunque sin opciones reales de poder promocionar. Décimo en la campaña 98/99 sin objetivos claros, la sesión 99/00 fue traumática con un equipo muy desafortunado incapaz de salir de los últimos puestos de la clasificación, negativa tendencia que le llevó a ser decimoctavo y perder la categoría descendiendo a Categoría Regional tras muchos años instalado como uno de los mejores clubs de la región.
2000 – 2010
Competir en Regional Preferente no era lo mejor que esperaban los aficionados villagarcianos y reforzándose adecuadamente el plantel, la temporada 00/01 fue mejor de lo que se pensaba comandando la clasificación de principio a fin por lo que se consiguió el primer puesto con bastante holgura y, de paso, el ascenso a Tercera División, categoría en la que no se tuvo un buen retorno en la campaña 01/02 al padecer más de la cuenta concluyendo decimosexto en un campeonato largo y preocupante por no caer en el descenso. En la sesión siguiente, 02/03, aunque se terminó en decimoprimero puesto el resultado fue engañoso pues, en una zona bastante poblada de clubs implicados en eludir el descenso, los rojiblancos apenas marcaron tres puntos de diferencia respecto a quienes perdieron la categoría.
Atrapados en un círculo vicioso del que parecían no poder escaparse, la edición 03/04 fue más de lo mismo mirando los puestos de cola de reojo finalizando decimosextos, situación que se repitió en la temporada 04/05 concluyendo decimoquintos. Habituados a sobrevivir caminando sobre el cable de alambre, el resultado de la campaña 05/06 supuso un agradable balón de oxígeno por cuando, con una plantilla con algunos retoques, por primera vez en muchos años no se sufrió en absoluto, se vieron buenos encuentros en el Campo de La Lomba y se terminó en un tranquilizante séptimo puesto que supo a gloria. Sin embargo todo fue un espejismo pues, con el avance de la sesión 06/07 el equipo cayó nuevamente en las andadas comprometiendo su futuro en la categoría, paso que final y afortunadamente no se materializó del todo al separarles un solo punto del descenso terminando decimosextos.
Con presupuestos bajos para desempeñarse cómodamente en la categoría, rivales reconvertidos en potentes planteles con aspiraciones a estar arriba y un nutrido grupo de competidores con el mismo objetivo de evitar el descenso, la primera década del nuevo siglo fue avanzando siempre con el agua al cuello esperando no sufrir ningún accidente que les hiciera descender a Regional Preferente, siendo en esta ocasión tranquilizadora la edición 07/08 al concluir en decimoprimera plaza, algo que no ocurrió en la temporada 08/09 cuando, con un equipo que sólo obtuvo ocho victorias, los arlequinados tuvieron que despedirse de la categoría finalizando decimonovenos. Competir en Regional Preferente, al contrario que sucedió a principios de década, se convirtió en un duro golpe máxime cuando en la Liga 09/10 no se pudo acabar entre los dos primeros clasificados, esfumándose además cualquier opción de promocionar al ser cuartos.
2010 – 2020
Comenzando la siguiente década el estreno de la temporada 10/11 no fue mejor retrocediendo hasta una preocupante decimosegunda plaza que, en la campaña 11/12, fue mejorada subiendo hasta el sexto puesto, debiendo esperarse el ansiado ascenso al término de la campaña 12/13 cuando, tercero en Liga tras C.D. Cultural Áreas y C.D. Choco, de Redondela consiguió el objetivo al imponerse en la Promoción de Ascenso al Bertamirans F.C. después de cosechar un empate 1-1 e imponerse una semana más tarde en el municipio coruñés de Ames por 0-1. El regreso a Tercera División fue celebrado en la localidad portuaria con júbilo después de tantas frustraciones teniendo un regreso plácido a la categoría de bronce en la sesión 13/14 aupándose hasta la séptima plaza.
Sin mucho que ofrecer, la edición 14/15 fue tranquila ocupándose la decimoprimera plaza, resultando muy similar la temporada 15/16 con un noveno puesto que nada tuvo que ver con el desarrollo de la campaña 16/17, curso en el que los arlequinados después de muchos años tuvieron opciones reales de promocionar concluyendo sextos tras un meritorio torneo. Contando con un presupuesto sin nada que ver con el de años anteriores, en la sesión 17/18 se apostó seriamente por promocionar montándose un plantel de calidad que, como se deseaba, anduvo cerca de los primeros puestos pero con la desdicha de terminar quinto perdiéndose con ello la oportunidad de luchar por el ascenso.
Siguiendo con el mismo propósito, la edición 18/19 fue un fracaso en sus aspiraciones pues, pensándose en andar sobre el camino correcto, el noveno puesto supo a poco. En la temporada 19/20, cuando el conjunto rojiblanco andaba en los puestos de cabeza y apuntaba alto, la crisis sanitaria obligó a la Federación Española a suspender el campeonato en marzo de 2020 quedando todavía once jornadas por disputar, decidiéndose que los cuatro primeros clasificados lucharan entre sí para ver quién ascendía de categoría. Establecidas dos Semifinales a encuentro único en campo neutral, al Arosa S.C. como tercero en Liga le tocó enfrentarse al poderoso Ourense C.F. que le derrotó 2-1 quedando apeado.
BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA:
- Álbum Nacional de Fútbol. Ediciones Álvarez y López (1947).
- Enciclopedia Fútbol 1950/51. Ángel Rodríguez y Francisco Narbona (1951).
- Arosa S.C. Iniciación al fútbol en España. Laverde Ediciones. Paulino Mouriño Raño (2002).
- Historia básica de los principales clubs de fútbol españoles. Vicent Masià Pous (2009).
- Anuarios de la RFEF.
- Galicia Nueva. Diario.
- El Diario de Pontevedra. Diario
- La Correspondencia Gallega. Diario.
- El Eco de Santiago. Diario.
- El Día de Palencia. Diario.
- Follas Novas. Semanario.
- El Noroeste. Diario.
- Línea. Diario.
- El Orzán. Diario.
- El Cantábrico. Diario.
- El Progreso. Diario.
- El Correo de Galicia. Diario.
- El Pueblo Gallego. Diario.
- Galicia: Diario de Vigo. Diario.
- www.diariodearousa.com Diario.
- www.farodevigo.es Diario.
- www.lavozdegalicia.es Diario.
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